INVESTIGADORES
MOORE Dadin Prando
congresos y reuniones científicas
Título:
MORFOMETRÌA DE LAS LESIONES HISTOLÓGICAS DE FETOS BOVINOS PARA CARNE Y PARA LECHE INFECTADOS NATURALMENTE CON NEOSPORA CANINUM
Autor/es:
DORSCH, M.A.; HECKER, Y.P.; MOORE, D.M.
Reunión:
Congreso; RAPAVE; 2020
Resumen:
Neospora caninum es un protozoo Apicomplexa que ocasiona enfermedad neurológica en caninos y pérdidas reproductivas en rumiantes. El ganado bovino para leche sería más susceptible a las infecciones y abortos por este protozoo. Además, trabajos previos señalan que las lesiones serían más severas en fetos del segundo tercio de gestación (G2) que en fetos del último tercio (G3). Sin embargo, en estos reportes las lesiones se evaluaron de forma semicuantitativa, dependiendo exclusivamente del criterio de los observadores. El análisis morfométrico consiste en el uso de parámetros cuantitativos para describir características estructurales. Esta metodología permite cuantificar las alteraciones morfológicas, mejorando la objetividad y robustez de la evaluación. Hasta el momento, este tipo de análisis no se ha empleado en el estudio de las lesiones en tejidos fetales naturalmente infectados por N. caninum. Por lo tanto, el objetivo del presente trabajo es analizar las lesiones microscópicas producidas por N. caninum en el tejido nervioso de fetos bovinos abortados. Se utilizaron los tejidos fetales correspondientes a especímenes ingresados entre el año 2004 y 2019 al Servicio de Diagnóstico Veterinario Especializado de INTA EEA Balcarce. Se tomaron fotografías de los focos de lesión del encéfalo y se analizaron mediante el software ImageJ. Se midió la superficie de todas las lesiones focales y se calculó el área promedio de los focos (APF). Al sumar la superficie de cada foco de lesión de un individuo, se obtuvo el área total lesionada (ATL). Para calcular el área total estudiada (ATE), se tomaron fotos de los cortes histológicos enteros y luego se convirtieron a una escala de grises de 8 bits. Luego, se midió la superficie del tejido (coloreado de gris o negro), excluyendo las áreas vacías (blancas). Esto permitió obtener el número de focos de lesión por cm2 de área estudiada (nro. de focos/cm2). Finalmente, se calculó el porcentaje de tejido lesionado (%TL), dividiendo el ATL por el ATE. Se compararon los diferentes parámetros (nro. de focos/cm2, APF, %TL) en base a la edad fetal (G2 vs. G3) y biotipo (cría vs. tambo) mediante el test de Kruskal-Wallis. Se analizaron 62 fetos con lesiones encefálicas focales o multifocales. En todos ellos, se había detectado ADN de N. caninum mediante PCR. El APF fue significativamente mayor en los fetos de G3 (0,188 mm2) que en los de G2 (0,086 mm2) (p=0,02). Por el contrario, el nro. de focos/cm2 resultó mayor en los fetos de G2 (2,38 focos/cm2) que en los de G3 (1,62 focos/cm2), aunque no difirieron estadísticamente (p>0,05). No se hallaron diferencias significativas en ninguno de los parámetros morfométricos para fetos de distintos sistemas productivos. Los hallazgos en los fetos de distintas edades podrían adjudicarse al desarrollo inmunitario, ya que la inmunocompetencia fetal comienza después del día 110 de gestación. Por lo tanto, los fetos de mayor edad presentarán una mayor capacidad inmune. La respuesta inmunitaria podría evitar la diseminación del parásito en el tejido nervioso de forma directa o bien, limitaría la cantidad de taquizoítos que alcanzan el encéfalo al reducir su número en el torrente sanguíneo. En contraste con estos hallazgos, trabajos anteriores señalan que es factible hallar focos de menor tamaño rodeados de células inflamatorias en individuos inmunocompetentes. La metodología y materiales utilizados en este trabajo debería ser utilizados en condiciones experimentales controladas para confirmar que no existen diferencias entre fetos bovinos para carne y para leche.