INVESTIGADORES
CUETO Gerardo Ruben
congresos y reuniones científicas
Título:
RELACION MATERNO-FILIAL DEL CARPINCHO EN CAUTIVERIO.
Autor/es:
CUETO G.R; KRAVETZ F.O.
Lugar:
La Plata, Buenos Aires
Reunión:
Congreso; X Jornadas Argentinas de Mastozoología; 1995
Institución organizadora:
SAREM
Resumen:
En este trabajo se
describe el comportamiento materno-filial del carpincho en cautiverio. Con tal
fin se realizaron observaciones comportamentales de hembras y sus crías pertenecientes al módulo experimental de Cría
de Carpinchos ubicado en la
EEA INTA Delta del Paraná de la Localidad de Otamendi.
Se utilizaron dos reglas de registro simultáneas: "todas las
ocurrencias" para las interacciones entre la madre, la cría y los hermanos
y "registros instantáneos" ("Scan
sampling"; Martin y Beateson, 1986) en intervalos de 30
seg. para las distancias entre los individuos y los comportamientos
individuales de la madre y de las crías. Durante las dos primeras semanas luego
del parto, las hembras pasaron la mayor parte del tiempo en un único sitio (en general en un rincón posterior de la paridera) el
cual fue limpiado permanentemente de restos de materia fecal de la crías o de
alimentos. En los casos de partos con una sola cría, durante estas semanas
éstas permanecieron la mayor parte del tiempo en contacto con su madre y se
observaron frecuentes juegos entre ambas. A partir de la tercer semana se
observó un aumento en la actividad de algunas hembras y la distancia a la cría
aumentó. En el caso de partos múltiples la relación madre-cría cambió. La
distancia mantenida entre hermanos fue menor que la mantenida con la madre,
mientras que el número de interacciones entre ellos (juegos,
contactos naso-nasales o naso-anales) fue mayor. En cuanto a la
alimentación de las crías se observó que la duración de cada amamantamiento
varió entre 4 y 10 minutos y estos se registraron hasta la tercer semana. Entre
los 7 y 10 días de vida las crías comenzaron a probar otros alimentos como
pasto fresco, alfalfa o granos. Durante estos días las crías olfatearon y
mordisquearon insistentemente los labios y bigotes de sus madres. De esta forma
se transmiten los hábitos alimentarios de las madres a la crías