INVESTIGADORES
WYNGAARD NicolÁs
congresos y reuniones científicas
Título:
¿La estrategia de fertilización fosfatada en trigo afecta la eficiencia de uso?
Autor/es:
AVILA, O.; SAINZ ROZAS, H.R.; PRATS, F.; REUSSI CALVO, N.I.; CARCIOCHI, W.D.; WYNGAARD, N.; LARREA, G.; EYHERABIDE, M.; BARBIERI, P.; CRESPO, C.
Reunión:
Congreso; IX Congreso Nacional de Trigo; 2021
Resumen:
El fósforo (P), después del nitrógeno, es el nutriente que con mayor frecuencia limita el rendimiento del cultivo de trigo (Triticum aestivum L.) y es usual encontrar lotes con valores de P extractable (P-Bray) por debajo del umbral de suficiencia (0-20 cm). Esta situación lleva a que se deban aplicar elevadas dosis cuando el objetivo es mantener o reconstruir el nivel de P en el suelo. Cuando el P se aplica cerca de la línea de siembra (LS), se eleva la concentración de este nutriente en la LS y se promueve el desarrollo radical alrededor de la zona de aplicación. Por lo tanto se limita la zona de captación de P y de otros nutrientes de baja movilidad, junto con la capacidad del cultivo para tolerar el estrés hídrico. El objetivo fue evaluar el rendimiento del trigo y la eficiencia de recuperación de P en grano (ERP) bajo dos estrategias de aplicación: 1) dosis completa en la LS y, 2) fraccionada en pre-siembra al voleo (V) y como arrancador en la LS (proporción aproximada de 67:33%, respectivamente). Se realizaron dos experimentos en Arguidoles típicos, el primero en Balcarce (E1) en el año 2017 y el segundo en Lobería (E2) en el año 2020. El diseño fue en bloques completos aleatorizados en el E1 y el E2, con tres tratamientos de fertilización: control sin P (T1), fosfato monoamónico (MAP) aplicado en LS (T2) y MAP aplicado al V + un arrancador [Agristart Magnun (AGS)] en LS (T3). Las dosis de MAP fueron ~ 100 kg ha-1 en T2, y de ~ 68 kg ha-1 de MAP más ~ 38 kg ha-1 de AGS en T3. Los experimentos fueron conducidos sin deficiencias de nitrógeno, azufre y cinc. El P-Bray a la siembra de trigo fue de 12,3 y 9,2 mg kg-1 en E1 y E2, respectivamente. Se determinó el rendimiento y la ERP en grano. En E1, solo el T3 incrementó significativamente el rendimiento respecto del T1 (5354, 5679 y 6167 kg ha-1; para T1, T2 y T3, respectivamente). En E2, las aplicaciones de P incrementaron significativamente el rendimiento respecto del control, pero la diferencia entre estrategias no fue significativa (7406, 8333 y 8741 kg ha-1, para T1, T2 y T3, respectivamente), aunque se repitió la misma tendencia que el E1. No se determinaron diferencias significativas en la ERP entre el T2 y T3, aunque este último tratamiento mostró como tendencia una mayor ERP (17,7 y 23,5% en E1, y 19,3 y 24,0% en E2). Estos resultados sugieren que para dosis altas de aplicación de P al suelo, el fraccionamiento del P parece ser una estrategia válida para incrementar el rendimiento del trigo sin afectar la ERP. Sin embargo, futuros estudios deben estar dirigidos a explicar el motivo de dicho comportamiento.