IDIHCS   22126
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Elementos deseables para la configuración de un varón: tensiones entre la propuesta de un programa de prevención del delito y los jóvenes varones beneficiarios.
Autor/es:
MEDAN, MARINA
Lugar:
Salta
Reunión:
Encuentro; II Reunión nacional de investigadoras/es en juventudes argentina Líneas prioritarias de investigación en el área jóvenes/juventud. La importancia del conocimiento situado"; 2010
Institución organizadora:
Red nacional de investigadoras/es en juventudes argentina
Resumen:
La propuesta
de inclusión social del programa de prevención del delito juvenil
"Comunidades Vulnerables" propone que las y los jóvenes
beneficiarios construyan un proyecto de vida
alternativo1al delito. A su vez, considera que lo que
constituye como jóvenes a
sus beneficiarios/as es la falta de un proyecto de vida definido. De
este modo ubica a la juventud como una etapa de la vida carente, y en
transición a un período sí completo que sería la adultez. Las
ideas en torno a lo que debería ser ese proyecto
de vida -que
los jóvenes aún no tendrían- que
el programa propugna incluyen elementos diferenciales según se
refiera a chicas o a varones. Con lo cual, habilita formas legítimas
de proyectos de vida de varones o de mujeres, e invalida otros.
En esta
presentación nos focalizaremos en los varones, y específicamente en
los atributos deseables que supone la configuración masculina
propuesta por el programa. Así, presento algunos de los acuerdos,
tensiones, y desacuerdos que se produjeron entre la propuesta del
programa y los jóvenes varones pobres a los que el dispositivo
institucional se dirige.
El programa
propone a los jóvenes varones que reencaucen sus prácticas en torno
a la figura tradicional del varón proveedor que obtiene ingresos a
partir del trabajo legal. Este varón se distancia de aquel que
obtiene recursos por medios ilegales en cuyas formas se incluye el
uso de violencia. La violencia ejercida por los jóvenes pobres -ya
sea en contextos delictivos u otros de la vida cotidiana- toma un
lugar central en el planteo del programa: para acceder a ese modelo
de varón propuesto debe ser erradicada y reemplazada con formas de
acción y socialización relacionadas con la palabra y el
discernimiento intelectual. El pasaje de la violencia
a la palabra es
asumido por el programa como una marca de madurez de la persona, de
crecimiento, de alejamiento de una situación turbulenta que afecta a
estos sujetos jóvenes. Así, el programa
plantea que los jóvenes varones que quieran ser incluidos en el
programa - y por lo tanto acreedores de sus beneficios- deberán
configurar su identidad de género en torno a una imagen de varón
proveedor -por medios legales- y racional -como expresión de la
predominancia del intelecto frente a la fuerza.
El
"diálogo"2
que presento se completa con las respuesta de los varones a este
conjunto de atributos deseables que deberían tener si quisieran ser
incluidos en el programa y ayudados a la configuración de este
proyecto de vida alternativo. Las respuestas distan de ser unívocas
y homogéneas entre los jóvenes, e inclusive presentan diferencias
intragénero. Algunos aceptarán el modelo propuesto, otros además
evidenciarán los procesos por los cuales finalmente adhirieron al él
y un tercer grupo acordará con algunos planteos del programa pero
rechazará otros.
Presentaré
con detalle los matices de este diálogo. Me interesará exponer las
consecuencias que este intercambio supone sobre las consideraciones
sobre la juventud que presenta el programa - y por lo tanto desde qué
enfoque encara la propuesta de inclusión para estos jóvenes.
También, en el proceso de diálogo es posible advertir el modo en
cómo la clase social impregna estas relaciones entre la dimensión
generacional y la dimensión de género. De algún modo podría caber
la pregunta acerca de si el modelo de varón que propone el programa
no se acerca más vale a una versión tradicional del varón adulto
de clase media que a las formas concretas en las que los varones
jóvenes pobres y habitantes de una villa configuran sus
masculinidades.
Los
resultados que presento surgen de un estudio de caso, cuyo referente
empírico es la implementación del programa de prevención del
delito, Comunidades Vulnerables, en Villa Tranquila, Avellaneda -que
supone las relaciones entre agentes institucionales y jóvenes. Las
técnicas de investigación fueron cualitativas: observación
participante de la implementación del programa -especialmente
enfocando en las interacciones cotidianas entre agentes y jóvenes,
entrevistas en profundidad a agentes institucionales y jóvenes
participantes del programa, análisis de documentos institucionales y
de trabajos escritos realizados por los jóvenes a partir de los
talleres propuestos por el programa. El trabajo de campo se realizó
entre noviembre de 2007 y octubre de 2009.
Esta
presentación se enmarca en un proyecto más amplio que supone
indagar en la participación de las y los jóvenes en este programa
de prevención del delito juvenil que incluye transferencia
condicionada de ingresos. Me interesa estudiar las formas en las que
chicas y varones se relacionan con la oferta del programa y las
negociaciones que entablan con él. Asimismo atraviesa la
investigación la pregunta por los procesos de inclusión y exclusión
que se ponen en juego en la implementación de programas dirigidos a
jóvenes de sectores populares.
1En
la ponencia explico qué quiere decir y cómo pretende contribuir el
programa a lo que llama proyecto
de vida alternativo al delito.
2
Al referirme a "diálogo" no supongo que este intercambio
sea horizontal, ni parejamente bidireccional. Están presentes en él
jerarquías acerca de la legitimidad de los argumentos puestos en
juego, y también posibilidades desiguales en el establecimiento de
sentidos válidos.