IIDYPCA   23948
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN DIVERSIDAD CULTURAL Y PROCESOS DE CAMBIO
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
La Virgen de las Nieves en San Carlos de Bariloche Y La Virgen del Nahuel Huapi o de los Puelches y Poyas
Autor/es:
NICOLETTI, MARÍA ANDREA
Libro:
Devociones Marianas. Catolicismos globales y locales en la Argentina, desde siglo XIX a la actualidad
Editorial:
Prohistoria
Referencias:
Lugar: Rosario; Año: 2021; p. 117 - 126
Resumen:
En San Carlos de Bariloche la devoción a la Virgen de las Nieves surgió en 1944, tras un acontecimiento milagroso que vivió un Teniente Coronel de Montaña, quien luego colocó una imagen en una gruta natural a 15 km del centro de la ciudad. Por ello, sus patronazgos iniciales fueron los de la Escuela de Montaña, los montañeses y la actividad turística de la nieve en el Cerro Catedral. Tras la creación de la diócesis en 1993, la Virgen de las Nieves fue su Patrona y su devoción se amplió y popularizo especialmente gerenciada por la Iglesia diocesana. La devoción a la ?Virgen de las Nieves? en su etapa vicarial y diocesana, se transformó en un símbolo social local donde el discurso pastoral buscó visibilizar los conflictos sociales colectivos de los sectores marginales en sus anuncios y denuncias. Entre las distintas devociones marianas barilochenses, la Virgen de las Nieves es la que aúna en la diversidad identitaria, convoca en la desigualdad social, unifica en la fragmentación del espacio sagrado y canaliza, en tanto devoción, manifestaciones de piedad popular, a través de las visitas a la gruta y las peregrinaciones que allí convergen.Hemos analizado a la Virgen del Nahuel Huapi o de los Puelches y Poyas a partir de sus advocaciones barilochense, relacionadas estrechamente con la misión jesuita colonial del Nahuel Huapi (1670-1674 y 1703-1717), que culminan tras un supuesto hallazgo de la imagen de la Virgen para la organización de una peregrinación lacustre. Hasta el período de lo que la historiografía local llama ?la Suiza Argentina?, signado por la obra de los hermanos Bustillo, la advocación étnica de la Virgen de la Misión se reconvirtió en la Virgen del Lago, que le dio nombre al Templo Mayor, posteriormente Catedral de Bariloche.