INVESTIGADORES
GUBER Rosana
capítulos de libros
Título:
Cómo analizar una situación de campo?
Autor/es:
GUBER, ROSANA
Libro:
Perspectivas etnográficas contemporáneas en Argentina
Editorial:
UNCUYO
Referencias:
Lugar: mENDOZA; Año: 2020; p. 21 - 48
Resumen:
Pese a que El salvaje está repleto de situaciones de campo, éstas son presentadas de manera puntual, a modo de ejemplos, y no como parte de sus respectivas investigaciones. De manera que sustentar el análisis de una situación de campo como parte de un proceso de investigación utilizando el (algún) concepto de reflexividad seguía pendiente para mí. En los tres años que residí en los EE.UU. me encontré con una profusión de textos metodológicos, algunos de ellos clásicos (Wax 1970, J.Briggs 1970, Powdermaker 1966) y otros más recientes (Agar 1980) algunos nacidos al compás del giro posmoderno, que analizaban las situaciones de trabajo de campo (Rabinow 1977, Crapanzano 1980, Clifford & Marcus 1986, etc.). Esos análisis a veces servían para mostrar algún aspecto de la persona del investigador, o para mostrar la superación de un obstáculo, o para tratar dilemas éticos, o para introducir un aspecto oculto o silenciado hasta entonces. En estos análisis las investigadoras, que superaban históricamente a los investigadores, aparecían a menudo como seres externos a los mundos que estudiaban, y sobre todo como decidiendo unilateralmente qué de sus personas era relevante para sus informantes. La edad y el género eran los rasgos más importantes, a los que seguían su procedencia occidental, universitaria y académica (Golde 1970). Sin embargo, lo que no terminaba de comprenderse, ni de analizarse era cómo una situación de campo generada, acaso, por la juventud blanca y femenina de la etnógrafa podía decir algo sobre el objetivo de la investigación y llegar a cuestionar no sólo a la persona de la investigadora sino también, y fundamentalmente, cuestionar algo del marco referencial habitual de la investigadora en tanto académica y en tanto ciudadana. Lo que más me llamaba la atención era que los escritos sobre situaciones de trabajo de campo no eran descripciones sistemáticas, etnográficas, holísticas de dichas situaciones, sino dictadas por la agenda moral-política de la investigadora, más que por el mundo al que la investigadora quería conocer. Me parece que la diferencia radicaba en una noción errática, fuese o no explícita, de la reflexividad. Con el tiempo esta noción ganó fama y presencia en paralelo con el boom etnográfico, pero no por ello ganó claridad o especificidad. Quisiera aprovechar este espacio para explicitar cómo entiendo, prácticamente, la noción de reflexividad y por qué sigo creyendo que esta concepción puede ayudarnos a iluminar nuestros propios procesos de investigación.