INVESTIGADORES
ORTECHO Mariana Jesus
capítulos de libros
Título:
Entrada: Mariana Jesús Ortecho
Autor/es:
MARIANA JESÚS ORTECHO
Libro:
Diccionario de autobiografías intelectuales : red del pensamiento alternativo
Editorial:
Editiorial de la Universidad de Lanús
Referencias:
Lugar: Lanús; Año: 2019;
Resumen:
Casi toda autobiografía intelectual comienza con una aclaración sobre los alcances, inflexiones y licencias que el subgénero permite. Sucede que el uso de la primera persona en singular y la inclusión de las experiencias particulares al momento de establecer posiciones intelectuales genera todavía una incomodidad discursiva peculiar.Intentaré omitir explicaciones para ubicarme en el lugar epistemológico de la efectiva asunción de la subjetividad.Mi recorrido investigativo -que no es basto ni extenso- puede, sí, jactarse de intenso y singular. Trabajo desde hace algunos años la relación que existe entre dinámicas semióticas y procesos de producción de conocimiento, desde una perspectiva crítica que intenta contribuir a la amplia iniciativa del Proyecto Decolonial. Intentaré, en las próximas líneas, compartir cómo se han tramado mis vivencias personales con mis inquietudes -y en el mejor de los casos, aportes- en esto que hemos acordado en llamar "producción intelectual". Hija de padre peruano y madre argentina; para mí, la preocupación por "lo latinoamericano" más que una filiación ideológica o una (dis)posición geopolítica es el reconocimiento de una situación identitaria personal. Injusto es decir que soy peruana o argentina; pues suramericana sería la expresión más cabal. Sin embargo, a pesar de jactarme de este amplio emplazamiento, reconozco en él una situación de encuentro cultural -ni sintético ni sincrético-, lleno de contradicciones; murmullo molesto de la diferencia que no puede enunciarse porque duele o no está permitido hablar. Supongo hoy que por la consecuente necesidad de entender(me) en ese espacio de conflicto, sensible y personal, me interesó más adelante la reflexión conceptual sobre lo cultural. Sin embargo, pasaron varios años hasta que esto se cristalizó; pues en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Córdoba -donde hice mi carrera de grado-, el material de lectura que enmarcaba la currícula provenía fundamentalmente de autores franceses, desde los cuales era altamente improbable que algo -de lo que yo sentía como peruano-argentina- se lograra explicar. No fue hasta que comencé el Doctorado de Estudios Sociales que conocí esa estela de pensadores latinoamericanos que -siguiendo a Anibal Quijano- lograron problematizar el orden ético y estético que organiza, desde hace más de quinientos años en América, el espacio de lo social.