Nueve libros en busca de un estilo

MATTONI, SILVIO

Viel Temperley

Ediciones del Dock

Lugar: Buenos Aires; Año: 2011; p. 88 - 98

La palabra que se encarna es todo aquello que indica su insuficiencia, todo lo que no se puede hacer con palabras. En el idioma de Viel, eso que está más allá de lo decible y que sin embargo es lo más necesario, lo único que importa decir, recibe el nombre de verdad. Escribe: ?Porque no puedo hacer la verdad que hace falta.? La carne, su verdad, se escapa de la palabra, es lo que en ella falta y siempre ha de faltar. Pero la carne necesita ser verificada en palabras; dicha verificación se produce por la ?mirada? del poeta. Viel siempre está viendo cosas, paisajes, olas, pero también cuerpos, mujeres, amigos, su propio cuerpo en sus momentos de funcionamiento óptimo. Mirar es entonces comprobar que la verdad falta, que el goce físico se sustrae a la palabra que lo describe, que sueña con describirlo. La verdad hace falta porque instala una ausencia en el lenguaje, algo que no dice nada, un ritmo. Es la música de Viel, su fidelidad casi inconsciente, se diría, al endecasílabo. ?Para que me permitan ir a Verte?, anota en el viejo metro barroco, neoclásico, luego modernista, ya coloquial ahora, y se refiere a la visión de un ser absolutamente ajeno a la encarnación de la palabra, a la visión de la Verdad con mayúscula.