PERSONAL DE APOYO
CATALDO Daniel Hugo
capítulos de libros
Título:
El mejillón dorado: estudios experimentales (desarrollo larval y tasas de filtración)
Autor/es:
DANIEL CATALDO, FRANCISCO SYLVESTER Y DEMETRIO BOLTOVSKOY
Libro:
Invasores. Invertebrados exóticos en el Río de La Plata y región aledaña
Editorial:
EUDEBA
Referencias:
Lugar: Capital Federal; Año: 2005; p. 103 - 132
Resumen:
Al igual que la gran mayoría de los bivalvos, tanto de agua dulce como marinos, L.fortunei se alimenta de las partículas de material orgánico suspendidas en el agua. Para ello, bombea el líquido a través de estructuras especializadas que retienen el material particulado, parte del cual es ingerido. La cantidad de material nutritivo presente en las aguas de ríos y lagos es normalmente muy baja, generalmente menos de 1 mg por litro, motivo por el cual los organismos filtradores deben procesar volúmenes de agua muy altos para satisfacer sus demandas energéticas, de crecimiento y reproductivas. En consecuencia, cuando las densidades de organismos que se alimentan de esta manera son altas, su actividad filtradora suele afectar profundamente a los ecosistemas donde habitan. Los mecanismos mediante los cuales influencian el ambiente son múltiples. En  primer lugar, la filtración extrae material particulado de la columna de agua y lo transfiere a los sedimentos en forma de heces o pseudoheces; de esta manera el agua se vuelve más transparente y el fondo es enriquecido con material orgánico. El consumo y digestión de partículas activa la degradación y mineralización; ello afecta las cantidades y relaciones porcentuales de nutrientes inorgánicos en la columna de agua, que a su vez inciden sobre la cantidad y tipo de fitoplancton. La disminución de la turbidez, el consumo del fitoplancton, y el aumento en las concentraciones de nutrientes favorecen el crecimiento de la vegetación fanerogámica sumergida. Los animales bentónicos, en particular los detritívoros, son favorecidos por el mayor contenido de material orgánico en el barro del fondo, así como por la mayor oxigenación y las oportunidades de refugio y protección que ofrecen los bancos de filtradores sésiles como Limnoperna.L.fortunei se alimenta de las partículas de material orgánico suspendidas en el agua. Para ello, bombea el líquido a través de estructuras especializadas que retienen el material particulado, parte del cual es ingerido. La cantidad de material nutritivo presente en las aguas de ríos y lagos es normalmente muy baja, generalmente menos de 1 mg por litro, motivo por el cual los organismos filtradores deben procesar volúmenes de agua muy altos para satisfacer sus demandas energéticas, de crecimiento y reproductivas. En consecuencia, cuando las densidades de organismos que se alimentan de esta manera son altas, su actividad filtradora suele afectar profundamente a los ecosistemas donde habitan. Los mecanismos mediante los cuales influencian el ambiente son múltiples. En  primer lugar, la filtración extrae material particulado de la columna de agua y lo transfiere a los sedimentos en forma de heces o pseudoheces; de esta manera el agua se vuelve más transparente y el fondo es enriquecido con material orgánico. El consumo y digestión de partículas activa la degradación y mineralización; ello afecta las cantidades y relaciones porcentuales de nutrientes inorgánicos en la columna de agua, que a su vez inciden sobre la cantidad y tipo de fitoplancton. La disminución de la turbidez, el consumo del fitoplancton, y el aumento en las concentraciones de nutrientes favorecen el crecimiento de la vegetación fanerogámica sumergida. Los animales bentónicos, en particular los detritívoros, son favorecidos por el mayor contenido de material orgánico en el barro del fondo, así como por la mayor oxigenación y las oportunidades de refugio y protección que ofrecen los bancos de filtradores sésiles como Limnoperna.