INVESTIGADORES
VERZERO lorena
capítulos de libros
Título:
El Teatro del Pueblo en el marco de la segunda modernización: Una poética intransigente (1960-1975)
Autor/es:
LORENA VERZERO, JORGE SALA
Libro:
Teatro del Pueblo: Una utopía concretada
Editorial:
Galerna
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2006; p. 277 - 315
Resumen:
Este trabajo, que se inserta en el marco de una historización de la poética del Teatro del Pueblo, se ocupa del tratamiento del último período de la empresa que Leónidas Barletta llevó adelante desde 1930. Hacia 1960 la propuesta de Barletta inicia su fase terciaria o refinada, en la que el modelo comienza a dar muestras de declinación, hasta llegar a la remanencia, con la aparición tanto de epígonos como de una emergente “experimentación”, una nueva línea estética, deudora en alguna medida de aquélla que la precedió. Por otro lado, la muerte de Barletta, en marzo de 1975, significó el fin de su Teatro del Pueblo y éste, el segundo punto de referencia que hemos tomado para el análisis de su obra. En un minucioso recorrido por el campo intelectual de la época, se reflexiona pormenorizadamente sobre el lugar ocupado por este teatro, su vinculación con las tendencias dramatúrgicas y modelos actorales emergentes, y su relación con los medios de comunicación de masas. Se analizan textos dramáticos y puestas en escena del Teatro del Pueblo, así como también su recepción. De la misma manera, se ahonda en el estudio de los textos que Barletta publica: Viejo y nuevo teatro, 1960; Manual del actor, 1961; y Manual del director, 1969; manifiestos de los principios que sostenía desde 1930. Y se analizan sus publicaciones periódicas, sitio en el que demostraba su capacidad para avizorar procesos políticos y su capacidad discursiva. Barletta ha sido, sobre todo, un gran pensador y un gran comunicador de sus ideas a través del discurso. Sus teorías resultaban en esta época más sólidas que sus producciones: ni el público ni la crítica han reconocido en sus espectáculos las intenciones que sus hacedores tenían. O, tal vez, -como ha dicho Onofre Lovero[1]- los teatristas del Teatro del Pueblo se preocupaban más por los fines que por los medios; anteponían la necesidad del cambio social y su intención de transmitirla a las formas de hacerlo. Barletta sostuvo sus ideas durante más de treinta años, aún en épocas como ésta, donde el cambio se erige como el elemento constitutivo del imaginario de todos los sectores sociales. En este gesto demuestra una gran coherencia de vida, pero también una distancia para con el desarrollo del campo cultural. En el énfasis que se ponga a una u otra cara de esta moneda radica la adhesión o detracción a su propuesta: los seguidores acérrimos del Teatro del Pueblo aún hoy presentan como argumento la coherencia –como valor ético- llevada adelante por su director a lo largo toda de su vida; mientras que sus antagonistas ven en el mismo gesto una inmovilidad ideológica y estética contextualmente disonante. [1] Entrevista realizada para este proyecto en Pro Teatro, el 1º de abril de 2005.