INVESTIGADORES
VIGLIANO Carlos
capítulos de libros
Título:
Patología de la aterosclerosis
Autor/es:
LAGUENS RP; VIGLIANO CA; GONZALEZ PH
Libro:
Cardiología. Basada en Evidencia y Experiencia de la Fundacion Favaloro.
Editorial:
Mediterráneo
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2009; p. 1 - 14
Resumen:
Las enfermedades arteriales son la causa más
frecuente de mortalidad humana en los países desarrollados y en vías de desarrollo.
Si bien en América Latina, en razón de su estado de evolución socioeconómica,
cultural y sanitaria, existen otras causas frecuentes de mortalidad como las
correspondientes a la patología perinatal y a las enfermedades infecciosas, las
alteraciones arteriales son las responsables de la mayoría de las muertes de
los individuos que llegan a la edad adulta. Comparada con la mortalidad por
cáncer, la de las enfermedades vasculares es entre cinco y seis veces mayor.
Bajo el término arterioesclerosis -que significa endurecimiento de las
arterias- se comprenden varias afecciones de diferente naturaleza, dentro de
las cuales la ateroesclerosis es la más frecuente, pero no la única, dado que
la arterioloesclerosis y la esclerosis calcificada de la túnica media también
producen endurecimiento arterial.
La ateroesclerosis es una enfermedad que afecta a
la totalidad de la población humana, sin excepción. Cuando comienza en edades
tempranas, las lesiones van aumentando en cantidad y en desarrollo a través del
tiempo, por lo que son muy intensas entre la sexta y séptima década de la vida.
Las primeras lesiones en grandes arterias son detectables en la primera década
de la vida; en las coronarias en la segunda y en las cerebrales en la tercera y
cuarta década. Dado que la consecuencia de las mismas es la oclusión de la luz
vascular, son las alteraciones consecutivas a este proceso (muerte súbita,
infarto de miocardio, accidentes cerebrovasculares) las determinantes de la
elevada mortalidad. Si bien la enfermedad está extendida a todos los individuos
y su intensidad progresa con la edad, existen grandes variaciones individuales en
el grado de compromiso vascular. En algunas personas las lesiones se instalan
tempranamente y evolucionan con relativa rapidez, en tanto que en otras la
progresión está retardada. En ese sentido, el aforismo "todo individuo
tiene la edad de sus arterias" es válido. Debe tenerse en cuenta que la
instalación y avance de las lesiones demandan varias décadas. Como se verá más
adelante, la mayoría de los esfuerzos de la medicina actual tienden a disminuir
la velocidad de progresión de las lesiones -pues es imposible impedir su
aparición- y, dentro de lo posible, provocar su regresión.