INVESTIGADORES
BONOMO Nestor Eduardo
capítulos de libros
Título:
Obtención del mapa de un Complejo Habitacional en Palo Blanco, Catamarca, aplicando Geoeléctrica y Georadar
Autor/es:
NÉSTOR BONOMO; EUGENIA LASCANO; LUIS MARTINO; ANA OSELLA; NORMA RATTO
Libro:
Arqueo-geofísica: una metodología interdisciplinaria para explorar el pasado.
Referencias:
Año: 2006; p. 1 - 15
Resumen:
La localidad arqueológica de Palo Blanco constituye una de los primeros caseríos o aldeas que testimonian el desarrollo de las sociedades agro-pastoriles iniciales asentadas  en el sector norte del Bolsón de Fiambalá -Dpto. Tinogasta, Catamarca- (Figura 8.1.a).  Diez fechados radiocarbónicos ubican su desarrollo entre los años calendáricos 270 al 700, etapa Formativa para el Noroeste Argentino catamarqueño, con excepción de uno de ellos que extiende una de las ocupaciones hasta el 1350 de la era  (Gordillo 1999, Ratto et al.  2005).  (Figura 1A). Localizada a 1 km en dirección este del pueblo homónimo, fue intervenida originalmente por Carlota Sempé (1976) en la década de 1960. La complejidad arquitectónica de la localidad fue revalorizada en toda su dimensión luego de más de 40 años (Ratto 2002).  Se registraron cinco núcleos habitacionales construidos con muros de tapia que presentan diferentes arreglos arquitectónicos y fueron en parte estudiados originalmente por Sempé (1976).  Estos están compuestos por tres a cuatro recintos, de forma predominantemente rectangular, que se conectan o no entre sí y con el exterior a través de pasillos más estrechos, asociados en algunos casos a espacios más amplios interpretados como patios (Figura 8.1.b).  La disposición espacial de los recintos define diferentes formas complejas para lograr su integración y función diferencial. Cada uno de los núcleos habitacionales se disponen espacialmente dejando lugares abiertos entre unos y otros cubriendo un área de aproximadamente 5 km². La importancia de esta localidad radica tanto en su aspecto científico como en  su potencial para constituirse en recurso cultural para disponer su uso público a través de adecuados planes de manejo, que contemplen las esferas de investigación, conservación y puesta en valor, sobre la base de la dimensión tridimensional del patrimonio cultural (Criado 1999, Ratto et al. 2004). Sin embargo, el paso del tiempo actuó en forma negativa en la localidad arqueológica debido a la acción de agentes naturales y antrópicos. Los muros y otros rasgos arquitectónicos, con visibilidad en superficie que fueran registrados y relevados por Sempé (1976), fueron colmatados por sedimentos de origen eólico y/o en parte colapsaron mezclándose con la matriz natural del terreno. Este deterioro es debido, en gran parte, al ambiente desértico donde está emplazada, por lo que en la actualidad la evidencia en superficie es muy pobre. Sumado a la fragilidad probable de los muros que podrían estar enterrados, resultaba imprescindible tener mapas del sitio previo a cualquier plan de excavación.  Ante esta situación, los métodos y técnicas de las ciencias geofísicas brindaban la oportunidad de emprender trabajos interdisciplinarios orientados a definir la  localización de los Núcleos Habitacionales mencionados por Sempé, y particularmente aportar al diseño de excavación de NH-3, que no fuera intervenido en la década de 1960. Este es el único que mostraba una forma muy distinta del resto, de acuerdo a lo conocido (Sempé 1976) ya que a pesar de su regularidad geométrica presentaba menor tamaño y cantidad de recintos asociados (Figura 8.2). En este caso los métodos geofísicos se aplicaron en el núcleo habitacional NH3 (ver Figura 8.1b) con el objetivo no de localizar un sitio sino de caracterizarlo a fin de obtener una planimetría geofísica para determinar la distribución de los muros y/u otros rasgos arqueológicos que permitieran generar hipótesis sobre la función de los sitios y delinear la estrategia de excavación adecuada para proceder a su intervención  Para ello, se aplicaron en forma conjunta dos métodos de prospección geofísica: georadar y geoeléctrica.  Dadas la aridez del ambiente y la presencia de suelos arenosos con bajo desarrollo orgánico fue necesario adecuar las estrategias usuales a fin de tener una buena resolución de las señales geofísicas. Finalmente, una interpretación conjunta de los datos nos permitió construir un mapa de alta resolución que se usó como referente para las tareas posteriores de excavación (Martino et al. 2005, Ratto et al. 2005).