IIDYPCA   23948
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN DIVERSIDAD CULTURAL Y PROCESOS DE CAMBIO
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
Lévinas y Fanon: ontología y política al borde de un diálogo imposible
Autor/es:
DE OTO, ALEJANDRO Y MARÍA MARTA QUINTANA
Libro:
Tiempos de homenaje/tiempos descoloniales. Frantz Fanon y América Latina
Editorial:
Ediciones Del Signo
Referencias:
Lugar: Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Año: 2012; p. 91 - 119
Resumen:
Este ensayo pretende entablar un diálogo polémico entre Frantz Fanon y Emmanuel Lévinas. Más precisamente, se trata de alumbrar, suponiendo siempre una zona de penumbra, los aspectos más potentes del pensamiento de Fanon, tomando en consideración los ´límites´ de la textualidad levinasiana en relación con la experiencia de la colonización y de la colonialidad. En otras palabras, saliendo al encuentro de Lévinas y atendiendo a sus críticas, cabe formular la pregunta acerca de si los totalitarismos del siglo XX, en particular el genocidio nazi, resultan solamente un ´desvío´ del télos de la historia euro-occidental; un desoír del mensaje hebraico y una negación del prójimo, de la alteridad, en el marco de una tradición dominada por la ontología y estructurada por la lengua griega del pensamiento. Formulada la pregunta, y en tensión con dicho supuesto, retomamos la escritura de Fanon. Éste último, al igual que Lévinas, también plantea la cuestión de la violencia ontológica, esto es, del derrumbe ontológico del Otro, de su imposibilidad. Sin embargo, en el caso de Fanon se trata del sujeto colonial: un sujeto que no es, que carece «constitutivamente» de la dimensión del "ser para Otro". Por lo tanto, si Lévinas discute con la tradición filosófica desde el interior de la europeidad y del etnocentrismo que supone, Fanon lo hace desde un exterior radicalizado, desde el espacio-tiempo de las colonias y las marcas inscritas en el cuerpo racializado. En este sentido, los análisis fanonianos no reivindican ni denuncian la negación de una exterioridad que habita en el interior de la civilización europea; por el contrario, aluden a un absolutamente Otro, absuelto, en el extremo, de toda relación humana -una alteridad atrapada en un tipo de relacionalidad no sólo intelectualista, sino fundamentalmente epidérmica. Mientras Lévinas reclama la absolución de la alteridad respecto del Mismo, a partir del rostro que funda la preeminencia ética, Fanon dimensiona el problema político que supone la situación del otro colonial encadenado a un esquema epidérmico racial (fetichizado y sobredeterminado como una idea). Así, frente a tales implicancias del colonialismo, en especial frente a la intransigencia con la que éste aliena el espacio del Otro, desde la perspectiva fanoniana no alcanza con anteponer la ética al primado de la ontología, o de la libertad, como propone Lévinas en el marco de la tradición europea. Pues tal como lo entiende Fanon, la subjetividad colonial ha sido expulsada radicalmente de la Historia; en consecuencia debe emprender un arduo camino de re-historización y de comprensión política de las estructuras profundas que la traman.