INVESTIGADORES
BORRAZZO Karen Beatriz
capítulos de libros
Título:
Variaciones morfométricas y grupos tipológicos: el caso de los cuchillos y las raederas de Fuego-Patagonia (Argentina)
Autor/es:
JUDITH CHARLIN, MARCELO CARDILLO Y KAREN BORRAZZO
Libro:
Arqueología Argentina en el Bicentenario de la Revolcuión de Mayo
Editorial:
FFyL-UnCu e INCIHUSA (CONICET)
Referencias:
Lugar: Mendoza; Año: 2010; p. 79 - 84
Resumen:
En las últimas décadas, el análisis de los artefactos líticos se ha centrado en el estudio del proceso de reducción y los cambios alométricos que el mismo genera (Andrefsky 2008, Dibble 1984, 1987, 1997; Eren et al. 2005; Hiscock 2007; Hiscock y Veth 1991; Hiscock y Attenbrow 2002, 2003, 2005; Holdoway et al. 1996; Kuhn 1990, 1991, 2004; Shott 2005; Shott y Ballenger 2007, Shott et al. 2007). Esta problemática ha sido abordada a partir de diferentes líneas analíticas. Así, numerosos estudios experimentales sobre manufactura, uso y reactivación de distintas clases de instrumentos han mostrado las variaciones en tamaño y forma por las que transita un artefacto a lo largo de su vida útil (Andrefsky 2006; Clarkson 2002; Clarkson y Hiscock 2008; Davis y Shea 1998; Flenniken y Raymond 1986; Hiscock y Clarkson 2005a, b; Hunzicker 2008; Quinn et al. 2008; Towner y Warburton 1990; Wilson y Andrefsky 2008). Los estudios sobre el grado de reducción de los artefactos en los conjuntos arqueológicos también han sugerido las mismas tendencias (Clarkson 2002; Ballenger 2001; Bement 2002; Buchanan 2006; Dibble 1984, 1987; Hiscock y Veth 1991; Hiscock y Attenbrow 2002, 2003; Shott y Ballenger 2007, Shott et al. 2007), apoyadas asimismo por observaciones etnográficas y etnoarqueológicas (Shott y Sillistone 2001, 2005; Shott y Weedman 2007). Una de las principales consecuencias de estos análisis fue un llamado de atención respecto a las clasificaciones tipológicas usualmente empleadas en los estudios líticos. Mediante esta metodología, los conjuntos son segmentados y cuantificados según “tipos discretos” de artefactos, a partir de la subdivisión arbitraria de un continuo de variación, que responde en gran medida al proceso de reducción (Shott 2005, Hiscock 2007). De esta forma, en muchos casos la variabilidad artefactual es sobre o sub representada de acuerdo con las variables que cada tipología enfatiza para la discriminación de tipos (cf. Dunnell 1971, 1986). A este sesgo se suma la analogía entre forma y función en la clasificación tipológica de los artefactos, a la cual han respondido muchos estudios etnoarqueológicos y de microdesgaste (Álvarez 2003, 2004; Gould 1978; Gould et al. 1971; Hayden 1998 [1977], 1979; Mansur 1987; Odell 1988). Sólo a modo de ejemplo podemos señalar los debates en torno a las variaciones en forma y tamaño en las raederas y muescas del Paleolítico Medio (Dibble 1984, 1987. Ver discusión en Close 1991 y Dibble 1991; Holdoway et al. 1996; Nejman y Clarkson 2008), los buriles del Paleolítico Superior (Clay 1976, Barton et al. 1996), las tulas, horsehoof, scrapers, puntas y artefactos con dorso preparado en Australia (Hiscock y Veth 1991; Hiscock 1994, 2006 y 2007; Hiscock y Attenbrow 2002, 2003 y 2005) y los bifaces y puntas de proyectil en Norteamérica (Andrefsky 2006; Bradbury y Carr 2003, Bettinger y Eerkens 1999; Bettinger et al. 1991; Buchanan 2006; Buchanan y Collard 2010; Flenniken y Raymond 1986; Flenniken y Wilke 1989; Hunzicker 2008; Morrow y Morrow 2002; Shott y Ballenger 2007; Shott et al. 2007; Towner y Warburton 1991).     En el presente trabajo, nos proponemos contribuir a esta discusión evaluando un caso concreto de aplicación de la tipología predominantemente utilizada en nuestro país (Aschero 1975, 1983). Nos referimos a los artefactos formatizados de filo largo retocado usualmente incluidos en los grupos tipológicos denominados cuchillo y raedera. Si bien varias variables son utilizadas para definirlos (módulo de espesor, simetría del bisel, etc.), la única excluyente es el ángulo del filo (Aschero 1975, 1983; Escola y Hocsman 2009; Hocsman com. pers. 2010), siendo clasificados como cuchillos de filo retocado aquellos especímenes con ángulos inferiores a 50º y como raederas aquellos que lo superan. Nuestro objetivo es testear la integridad de esta clasificación evaluando el comportamiento de distintas variables medidas sobre un total de 397 filos largos asignables tipológicamente a las categorías de cuchillo y raedera. Estos filos fueron registrados sobre 368 piezas (29 de instrumentos poseen dos filos). La muestra comprende artefactos procedentes de tres grandes áreas del Fuego-Patagonia: la desembocadura del río Santa Cruz (n=103), el campo volcánico Pali Aike (n=121) y el norte de la isla Grande de Tierra del Fuego (n=173), incluyendo todos ellos conjuntos de superficie y estratigrafía asignables al Holoceno tardío.