INVESTIGADORES
ROUSSOS Andres Jorge
capítulos de libros
Título:
Prologo
Autor/es:
ANDRÉS J. ROUSSOS
Libro:
Casos clínicos en telesalud mental
Editorial:
Elsevier
Referencias:
Lugar: Barcelona; Año: 2023; p. 7 - 7
Resumen:
Entre los numerosos efectos globales que dejó la pandemia por COVID-19 se encuentra la irrupción masiva del uso de las tecnologías en la vida cotidiana. Estas nos permitieron, entre otras muchas cosas, romper el aislamiento generado por las cuarentenas y la suspensión de las actividades presenciales. La salud mental fue especialmente susceptible a este fenómeno; todo el arco de intervenciones en salud mental vivió el cambio más repentino de su historia al migrar la inmensa mayoría de sus prestaciones a una práctica virtual teleasistida. Todavía no ha pasado el tiempo suficiente para saber cuáles han sido los efectos de semejante acción; de lo que sí podemos dar cuenta es del grado de adaptación que esto representa. Las intervenciones en salud mental siguieron presentes en otro formato, llegando a quienes las necesitaban y poniendo de manifiesto la capacidad de adaptación de todo un sistema de salud y de los profesionales involucrados en él.Esta rápida irrupción de las tecnologías, especialmente las de información y la comunicación (TIC), dejó la sensación de que estas aparecieron con la pandemia, lo cual dista mucho de ser así. Detrás de esta rápida respuesta hay décadas de investigación y desarrollos tecnológico-clínicos que posibilitaron que dicha reacción no solo fuese rápida sino también efectiva.La inclusión de este tipo de TIC para las intervenciones en salud mental comenzó mucho tiempo antes (Waizmann y Roussos, 2007). Ejemplos de esto son la temprana incorporación de audios grabados en 1933, por parte de Earl Zinn, para el registro de sesiones analíticas (Carmichael, 1956, citado en Wallerstein y Sampson, 1971), o el uso de grabaciones, tanto en audio como en vídeo, en 1942, de la mano de Carl Rogers y otros investigadores, para estudiar distintos fenómenos clínicos (Freed, 1948). Estos nuevos registros posibilitaron pensar nuevas formas de investigar y actuar en el ámbito clínico.Otro ejemplo histórico, pero de enorme vigencia en la actualidad, es la experimentación de sistemas de comprensión de lenguajes naturales y emulación de tratamientos a través del programa pionero llamado ELIZA (Weizenbaum, 1966). Durante muchos años, este tipo de tecnología permaneció en un segundo plano en lo que respecta a la salud mental, pero en las últimas décadas, y merced a un proceso continuo de crecimiento, se transformó en la base de lo que hoy son los sistemas de chatbots aplicados a la salud mental, que se encuentran en fase de evaluación en lo relativo tanto a su eficacia como a las consideraciones éticas que se desprenden de su uso; este tema es cabalmente desarrollado en el presente libro por dos trabajos: el de Acero Rodríguez y Aguayo Romero, para un chatbot orientado a las situaciones de duelo (v. cap. 18), y el de Baena García y Quesada Laborda, para un chatbot que aborda la depresión (v. cap. 17).Las formas y los objetivos con los que se incluyen las TIC en el ámbito de la salud mental son muy variados. Una lista, aunque no exhaustiva, de los posibles usos de las herramientas tecnológicas aplicadas en salud mental nos permite observar la diversidad de ámbitos de uso y, a la vez, entender la variedad de herramientas involucradas; entre ellos están los siguientes:■ Divulgación de información sobre salud mental.■ Herramientas para la epidemiología, tanto para herramientas de recolección y análisis como para lo que se denomina «epidemiología virtual».■ Herramienta para la investigación propiamente dicha; por ejemplo, herramientas para dispositivos de datos con validez ecológica EMA (ecological momentary assesment, «evaluación momentánea ecológica»).■ Herramientas de evaluación psicológica.■ Herramientas para psicoeducación.■ Herramientas para la gestión de la psicoterapia.■ Herramientas para la gestión de historias clínicas digitales.■ Gestión administrativa de los pacientes y las instituciones.■ Entrenamiento de los agentes de salud mental.■ Herramientas para la monitorización y supervisión de terapeutas e intervenciones.■ Intervenciones clínicas propiamente dichas.Tal como se puede observar a lo largo del presente libro, las tecnologías utilizadas para dar cuenta de estos distintos usos son múltiples. En este texto encontramos adecuaciones de plataformas de videoconferencia para ámbitos clínicos, que actúan como canal para la implementación de tratamientos; este es el caso del caso preparado por Pardo Cebrián para el tratamiento de problemas de pánico e hipocondría (v. cap. 1) o del trabajo expuesto por Shanholtz, Stewart y Orengo-Aguayo, en el cual se puede observar cómo se despliega una intervención cognitiva-conductual centrada en el trauma (TF-CBT, trauma-focused cognitive behavioral therapy) para adolescentes a través de una plataforma de telesalud (v. cap. 3). Otro ejemplo de implementación de dispositivos clínicos online nos lo presenta el caso de Vara Villodre y Baños Rivera sobre intervenciones psicológicas breves y autoguiadas a través de internet (v. cap. 2); es un excelente ejemplo de presentación de estrategias de activación conductual conjuntamente con actividad física, para el tratamiento de la depresión en adultos.En el presente libro también podemos ver intervenciones que estructuralmente tienen un formato digital, como las presentadas en el capítulo 12 a través del caso de una terapia por exposición mediante realidad aumentada y su combinación con un tratamiento in vivo para una fobia específica, en el que De Witte, Van Daele, Tarnogol y Scheveneels nos presentan una aplicación (app) específicamente diseñada para ser una intervención y a la vez el canal para su aplicación; o la de una app orientada al apoyo para organizar las tareas para un puesto de trabajo en el caso de un joven con discapacidad intelectual por daño cerebral adquirido planteado por Lettieri y Soto-Pérez (v. cap. 13).Las modalidades teóricas a través de las cuales se desarrollan las terapias con apoyo tecnológico también son variadas, si bien la mayoría de ellas se basan en acciones provenientes de las terapias cognitivas comportamentales; otras provienen de diferentes modalidades teóricas, como las que plantean Roperti Páez-Bravo (v. cap. 10) y Casariego Vías (v. cap. 11), que son intervenciones de origen psicodinámico.Asimismo, las tecnologías no solo operan sobre patologías específicas sino también sobre el abordaje de situaciones de alta complejidad, como los comportamientos y riesgos suicidas; los trabajos de Martínez Nahuel (v. cap. 6) y de Estupiñá Puig, Arnáiz Illescas y Larroy García (v. cap. 7) nos presentan las formas en que dichas problemáticas sociales son abordadas.Un ejemplo del uso de tecnologías en la supervisión clínica es el trabajo de Díaz Ruiz sobre una supervisión online mediante conferencia (v. cap. 16); en este trabajo, la autora presenta la estructura y el funcionamiento de un grupo de supervisión entre pares que opera a través de un sistema de videoconferencia analizando las competencias profesionales y técnicas involucradas en la supervisión.En el ámbito de la psicoeducación, el trabajo de Soto-Pérez, Franco-Martín y Monardes Seemann nos permiten evaluar un trabajo de psicoeducación para familiares de personas con esquizofrenia en un entorno virtual; entre los múltiples aspectos valiosos que nos presenta se encuentra, justamente, el trabajo sobre un grupo poblacional de difícil acceso y para el cual las tecnologías nos brindan una herramienta y una posibilidad de acceso (v. cap. 15). Este tipo de trabajos dan cuenta de la necesidad imperiosa que existe de llegar a poblaciones marginadas, ya sea por cuestiones geográficas, económicas y de discriminación social, tal como alertaron Kazdin y Blase (2011) en un trabajo que hoy es un clásico y en el cual llamaron a repensar todas las prestaciones en salud mental dada la cantidad de personas que quedaban por fuera del sistema. Todas las prácticas del presente son una respuesta a ese llamado.El texto de Sánchez-Sánchez, Molina Torres y Santamaría nos permite observar una evaluación psicológica a distancia, analizando dos elementos específicos de la evaluación a través de la tecnología; considerando las ventajas y los desafíos que esta modalidad de trabajo plantea, y evaluando, por un lado, la necesidad de realizar adaptaciones a los test para garantizar la fiabilidad y la validez de los resultados obtenidos, y, por el otro, la falta de control del entorno remoto durante la evaluación a distancia (v. cap. 14).Uno de los trabajos que representa la flexibilidad y el alcance de la tecnología es el de Sánchez y Curtarelli, en el que presentan una intervención en psicología perinatal que incorpora elemento de psicoeducación, evaluación, meditación guiada y terapia a través de videoconferencias. Este trabajo nos presenta la idea de que nuestras acciones no solo pueden llegar a nuevas poblaciones, sino que también pueden combinarse y potenciarse en su interacción (v. cap. 4). Algo similar ocurre en los capítulos 8 y 9, en los que González Moreno, y Sánchez-Carrión Abascal, García Molina, Rodríguez Rajo y Enseñat Catallops, respectivamente, contraponen dos intervenciones en deterioro cognitivo: una completamente digitalizada y otra que se desarrolla de forma tradicional pero mediada por videoconferencia.El presente libro tiene como objetivo presentar casos clínicos abordados a través de las tecnologías, permitiendo entender no solo cuáles son los desarrollos tecnológicos que posibilitaron la intervención, sino también cómo se aplican y desarrollan las tecnologías en situaciones clínicas reales. Esto último tal vez sea el gran aporte de este texto, ya que son muy pocos los ejemplos de situaciones clínicas que se encuentran disponibles, ya sea para entrenamiento clínico o para difusión general. El vacío que viene a llenar este libro apunta justamente a ambos focos: brindar información para el entrenamiento tanto de los terapeutas que quieran incorporar las herramientas tecnológicas como para el de aquellos que quieran entender cuál es la forma que tienen las intervenciones clínicas que utilizan tecnologías.