INVESTIGADORES
GONZALEZ VELASCO Carolina
capítulos de libros
Título:
Dictadura y Terrorismo de Estado (1976-1983)
Autor/es:
GONZÁLEZ VELASCO, CAROLINA; GABRIELA GÓMEZ; JUAN FERNÁNDEZ; MARIANA ROBLES; KARIN GRAMMÁTICO
Libro:
Problemas de Historia Argentina
Editorial:
Universidad Nacional Arturo Jauretche
Referencias:
Lugar: Florencio Varela; Año: 2015; p. 162 - 193
Resumen:
El 24 de marzo de 1976 se inició el capítulo más violento y doloroso de la historia argentina: una junta de comandantes militares puso fin al gobierno de María Estela Martínez de Perón, se hizo cargo del gobierno y designó al general Rafael Videla como presidente. Los militares estuvieron en el poder hasta 1983: Videla gobernó entre 1976 y 1981, cuando fue sucedido por Roberto Viola; a fines de ese mismo año, Viola fue reemplazado por Leopoldo Galtieri. La derrota en la guerra de Malvinas en 1982 precipi­tó la salida de Galtieri y su reemplazo por Bignone, el último presidente militar. En 1983 la Argentina volvió a elegir democráticamente a un presidente. Según declaraba la propia Junta en 1976, las nuevas autoridades pondrían en marcha un Proceso de Reorganización Nacional. Su objetivo era refundar las bases de la sociedad, recuperar el supuesto orden perdido y modificar el perfil económico del país. Pero para llevar a cabo estos planes era nece­sario, ante todo, terminar con cualquier foco de "subversión" que pudiera poner en juego la estabilidad que se quería conseguir. Por otro lado, era imprescindible controlar y silenciar a una sociedad que, pese a la poca reacción manifestada ante el golpe, poseía una importante experiencia de movilización. A su vez, la aplicación de los planes económicos previstos, que consistían básicamente en una reducción de las funciones del Estado y una apertura de la economía, no dejaría de generar reacciones por parte de trabajadores y sindicatos, las cuales también debían ser acalladas. Estos puntos de partida significaron que junto al Estado que se proponía construir un orden nuevo, se edificó un Estado clandestino que aplicó un plan sistemático de represión para asegurarse el control y el silenciamiento de cualquier tipo de oposición. Si el objetivo declarado eran los miembros de las organizaciones armadas, en realidad muchos otros sectores eran parte de la lista de "sospechosos". En cierta forma, ese listado parecía no tener límites, por lo que todos podían quedar bajo sospecha y ser susceptibles de ser detenidas. Esto generó un clima de temor generalizado que profundizó la fragmentación y el aislamiento entre la población. La represión planificada y ejecutada por el gobierno militar ha dejado marcas indelebles en la historia argentina: 30 mil personas desaparecidas, otras tantas detenidas y torturadas, 500 bebés robados y miles de testimonios dan cuenta de la sistemática violación de derechos humanos ocurrida entre 1976 y 1983 llevada adelante por este ?estado terrorista?. Por otro lado, los planes económicos que impulsó la dictadura también dejaron un saldo por demás ne­gativo para las décadas siguientes: la apertura de la economía significó la desestructuración de la industria nacional. La preeminencia del capital financiero cambió las coordenadas de la economía y todos los actores económicos pasaron a buscar un rédito en el juego ban­cario de los depósitos y los intereses. La deuda externa, tomada por el gobierno militar para encarar obras públicas pero sobre todo para inyectar capitales en el mercado, creció de manera descomunal en estos años. Hacia comienzos de la década del ?80, la economía parecía estar fuera de control. Además, el clima político, luego de años de silenciamiento producto de la represión, comenzó a agitarse: diversas organizaciones so­ciales y políticas se volvieron más visibles, el movimiento obrero consiguió reordenarse y poco a poco las denuncias contra el autoritarismo y la represión del gobierno militar cobraron mayor relevancia. A su vez, la Junta Militar mostraba claros síntomas de tensiones y disputas internas que volvían su situación mucho más precaria. En ese contexto, se decidió la invasión a las islas Malvinas que condujo a la guerra contra Gran Bre­taña. El estrepitoso fracaso de la aventura militar, la crisis económica y las presiones políticas terminaron por apresurar la transición a la democracia. Este capítulo se organiza en cinco apartados: en el primero se retoman las causas del golpe de Estado; el segundo y tercero se refieren a la economía y la política durante los primeros años del Proceso; y los dos últimos a los hechos que llevaron a la crisis final de la dictadura y el inicio de la transición democrática.