INVESTIGADORES
CERDA juan manuel
capítulos de libros
Título:
Producción agraria desde 1880 hasta comienzos del siglo XXI
Autor/es:
CERDÁ, JUAN MANUEL; TOGNETI, LUIS ALBERTO
Libro:
Historia económica del territorio argentino en el largo plazo
Editorial:
Universidad de Jaén
Referencias:
Lugar: Jaén; Año: 2021; p. 1 - 25
Resumen:
Hacia fines del siglo XIX la producción agraria argentina se consolidó como el motor dinámico de la economía. Como se verá en el desarrollo del capítulo, a los productos de origen ganadero (lanas, cueros, sebo y carne salada) se sumaron los provenientes de la agricultura (trigo, maíz, lino, caña de azúcar, vid y algodón). Por cierto, que el ritmo de crecimiento de cada una de estas producciones dependió de la evolución de los mercados que abastecieron. Las más dinámicas resultaron aquellas que se orientaron a satisfacer las demandas de mercados europeos que, por diferentes circunstancias, resultaron capaces de absorber los excedentes que generados por la expansión de aquellos bienes. En cambio, la caña de azúcar o la vid, insumos de las agroindustrias locales, orientadas a satisfacer la demanda interna, fundada en el crecimiento poblacional y de los ingresos, tuvieron un crecimiento más moderado.Con el avance del siglo XX, los cambios en las condiciones internacionales, originados en las grandes conflagraciones bélicas y en el traspaso de la hegemonía mundial de Gran Bretaña a Estados Unidos, afectaron las condiciones que habían permitido una gran expansión centrada en la producción agraria. De este modo, se produjo un proceso de reconfiguración de la actividad que hacia fines de la centuria y comienzos de la siguiente se manifestó con un nuevo ciclo de crecimiento sostenido. El capítulo está divido en tres períodos que pretenden reflejar las variaciones acontecidas en la producción a partir de los principales aspectos determinantes. En este sentido, el período comprendido entre 1880 y 1930 se lo caracteriza por la gran expansión fundada en la incorporación de dos factores básicos: tierra y trabajo. En esa dirección el Estado nacional y, en menor medida, los provinciales sancionaron diferentes legislaciones con el propósito de impulsar el crecimiento. Dada la concepción liberal que, en términos generales, predominó en la época. Las principales medidas apuntaron a expandir el territorio y el acceso a la propiedad del suelo, a estimular el arribo de inmigrantes y, de manera más limitada, a promover la protección de algunas producciones a través de los aranceles a la importación. En esta dirección, se apuntó a sustituir bienes de origen extranjero por los producidos localmente. En algunos casos particulares, como la vid y la caña de azúcar, tales procesos sustitutivos dieron origen a importantes agroindustrias como la vitivinicultura y la azucarera.Luego, en los años comprendidos entre 1930 y 1960, las variantes condiciones de la situación internacional afectaron notablemente a las producciones de origen agrario, aunque de diversa manera. De todos modos, un rasgo que caracterizó al período fue la tendencia a cierta estabilidad o escaso dinamismo que contrasta marcadamente con lo ocurrido en el primer período. Un aspecto que, sin duda, constituyó una marca de época, fue la creciente intervención del Estado en la actividad. Aunque, esta mayor injerencia del sector público resultó ciertamente errática, pues sus objetivos principales apuntaron a resolver los problemas de la economía argentina en general, más que a promover políticas específicas para el sector. De tal suerte que, los productores se encontraron inmersos en un escenario complejo con una realidad internacional cambiante sumado a decisiones internas que agregaron otro componente a las variables que condicionaron la actividad. Asimismo, se constata un mejor desempeño de las producciones orientadas a las agroindustrias o a las manufacturas destinadas al mercado interno que aquellas que dependieron de la situación internacional.Finalmente, de 1960 en adelante las dificultades macroeconómicas que afectaban a la realidad argentina se enfrentaron con políticas públicas tendientes a liberalizar los mercados. En esta nueva dirección se fueron abandonando las medidas intervencionistas del período anterior y, en forma paralela, se comenzaron a definir acciones específicas para el agro que apuntaron fundamentalmente a mejorar las condiciones técnicas de la producción. Éstas tuvieron como principal propósito aumentar los excedentes destinados, en mayor medida, a la exportación. De esta manera, se inició una nueva etapa de crecimiento tanto en las superficies explotadas como en los rendimientos alcanzados. En las dos últimas décadas de este período, la tendencia señalada se consolidó tanto por razones externas como internas. Respecto de las primeras, la fuerte demanda de productos agrícolas de países asiáticos impuso el cultivo de la oleaginosa que se convertiría en la principal producción agraria argentina, la soja. En tanto, internamente, una acentuada liberalización de los mercados y la aprobación del uso de semillas modificadas genéticamente consolidaron un nuevo patrón de explotación agrícola. Éste, entre otras manifestaciones, se expresó en un fuerte crecimiento del monocultivo y en el avance de la frontera agrícola sobre espacios hasta ese momento considerados marginales. Igualmente, en estos años se produjeron cambios significativos, al menos en dos producciones destinadas al procesamiento industrial. Por un lado, la vid se reorientó, parcialmente, de acuerdo con las exigencias impuestas por el consumo mundial. Por el otro, se produjo una fuerte expansión del cultivo de algodón; de tal modo que, Argentina experimentó uno de los mayores crecimientos en el planeta.EL ISBN INDICADO CORRESPONDE A OTRO LIBRO DE MI AUTORÍA Y FUE INCLUIDO A LOS EFECTOS DE PODER REALIZAR LA CARGA POR SISTEMA DEL CAPÍTULO YA QUE EL LIBRO AÚN NO CUENTA CON ISBN ASIGNADO.