INSTITUTO "DR. E.RAVIGNANI"   24160
INSTITUTO DE HISTORIA ARGENTINA Y AMERICANA "DR. EMILIO RAVIGNANI"
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
Un aliado para la discordia. Anticomunistas católicos y nacionalistas frente al ingreso de la URSS a la Segunda Guerra Mundial
Autor/es:
LÓPEZ CANTERA, MERCEDES FERNANDA
Libro:
La Argentina y el siglo del totalitarismo
Editorial:
Prometeo
Referencias:
Año: 2022; p. 219 - 246
Resumen:
La impugnación al comunismo en tanto un peligro real, o amenaza latente, por parte de los católicos y de los grupos de extrema derecha nacionalista en la Argentina durante los años de entreguerras, se conformó a partir de la confluencia de diversos factores que dieron lugar a lasllamadas ideas anticomunistas. Para los años de la Segunda Guerra Mundial estas últimas ya eran constitutivas de esas identidades e incidieron en tanto variables de definición política. De acuerdo a otros trabajos, el peso de la conflictividad social y específicamente obrera desde los años veinte hasta comienzos de los cuarenta fue decisivo en la configuración de criterios dicotómicos por el que se discutieron ideas, valores y acciones que fueron relacionados al ?enemigo rojo?. En la reconstrucción realizada por católicos y por la extrema derecha, ese respondió no solo a la filiación partidaria o su vinculación con la URSS, sino además a la asociación de ciertas prácticas políticas con la acción revolucionaria. Ello nos permite considerar que las ideas en cuestión encerraron una lógica contrarrevolucionaria, corporizando en cada rechazo al trauma resultante de la insurrección de 1917.No obstante, otros factores fueron determinantes en la consolidación del anticomunismo argentino de entreguerras. El mundo católico resulta un caso paradigmático a la hora de analizar el encuentro de acciones y discursos contrarrevolucionarios elaborados con anterioridad a la coyunturade la Gran Guerra y de la revolución bolchevique, y aquellos resultantes de los diagnósticos que motivaron la irrupción del peligro maximalista durante los años 20, y el peligro rojo o comunista a partir de 1930. Su rechazo a las organizaciones e ideologías de izquierda encuentra antecedentes claros en la condena de la Iglesia a las ?doctrinas anticristianas? a partir de la encíclica Qui Pluribus de 1846 y en el desarrollo de estrategias de contención social promovidas por la Rerum Novarum (1891), posición reforzada en 1931 con la carta Quadragessimo Anno. Así, el comunismo no fue concebido como el único enemigo del mundo católico: el mismo fue entendido como ?heredero? de la revolución liberal y de sus consecuencias, entre las que se contaba la miseria producto del ?mal capitalismo?.De esta manera, el análisis llevado a cabo a partir de la década de 1930 por figuras, entidades y prensa del catolicismo local inscribió a ese reciente rival en la larga trayectoria de crisis social o ?crisis espiritual? iniciada en el siglo XVIII con el avance de la secularización. En ese nuevo marco que conformaron los álgidos años 30, el catolicismo local reflexionó ante la presencia de los nuevos males, para lo cual intelectuales y organizaciones intentaron conceptualizar acerca delcarácter de los fenómenos que consideraban un atentado contra la cristiandad. La calificación del comunismo en tanto totalitario, y con ello su desacreditación, permitió justificar una posición ante todo política que sostuvieron la mayoría de las figuras representativas, cuya uniformidadse mantuvo hasta el quiebre que significó la Guerra Civil Española. Los cruces generados a raíz de la neutralidad adoptada por el entonces más destacado intelectual católico y teólogo, Jacques Maritain, impulsaron la confrontación entre quienes decidieron continuar el camino trazadopor este y aquellos que sostuvieron el apoyo al bando de los Nacionales, alegando la prioridad de la lucha e impugnación contra el enemigo comunista, al que consideraban detrás de la república española. Las tensiones generadas se mantuvieron en suspenso hasta la entrada de la URSS en 1941 a la guerra, lo que constituyó un nuevo punto de inflexión en el reacomodamiento de las filas cristianas.El porqué del apoyo a uno u otro bando, como así el sostén de la neutralidad ante el conflicto europeo, profundizó el ejercicio de definición sobre quiénes eran los verdaderos enemigos del catolicismo. En ese contexto, el posicionamiento proaliado de diversos intelectuales vinculadosa la publicación Orden Cristiano, recibió numerosas críticas por sectores del integrismo y grupos relacionados a la extrema derecha nacionalista. El término totalitarismo emergió a la hora de diferenciar a nivel valorativo a los fascismos, en particular al régimen nazi, del comunismo. Apartir de las lecturas presentes en publicaciones como Orden Cristiano, El Pueblo, Criterio, Crisol y Argentina Libre, como así de representantes del credo como Dionisio Napal, Miguel de Andrea y Gustavo Franceschi, analizaremos el uso de dicho concepto teniendo como guía los siguientesinterrogantes: ¿qué comprendió este amplio arco de protagonistas como ?totalitario?, sobre qué rasgos se montó dicha terminología? ¿La impugnación al comunismo en tanto un régimen totalitario hacía referencia al estalinismo o a la revolución bolchevique y sus consecuencias? ¿Cómo fue justificada la defensa de la URSS ante el ataque del nazismo por quienes se identificaban como anticomunistas? ¿Ello implicó el abandono de posiciones contrarrevolucionarias?