INVESTIGADORES
VARELA Paula
capítulos de libros
Título:
El marxismo como teoría crítica y programa de investigación: Daniel Bensaïd y Michael Burawoy
Autor/es:
PAULA VARELA; GASTON ANDRES GUTIERREZ ROSSI
Libro:
Luz de giro. Nuevas reflexiones sobre filosofía y métodos de las ciencias sociales
Editorial:
EDITORIAL DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE GENERAL SARMIENTO
Referencias:
Lugar: PROVINCIA DE BUENOS AIRES; Año: 2022;
Resumen:
En su libro sobre la cartografía contemporánea de las teorías críticas, Razmig Keucheyan señala que una de las razones que permiten entender el éxito alcanzado por el marxismo (o los marxismos) en el siglo pasado, es ?la mezcla sutil de objetividad y normatividad que lo caracteriza?, ya que ?el marxismo ofrece a la vez un análisis del mundo social y un proyecto político que permite imaginar los contornos de otro mundo posible. Esta ambivalencia entre lo fáctico y lo normativo, de la que han sabido sacar buen partido los mejores representantes de esta tradición, da cuenta y razón de la hegemonía que ha alcanzado en la historia de las teorías críticas modernas? (2013: 40). He aquí una de las características centrales del marxismo y una de las claves de su persistencia en el debate de las ciencias sociales: astillar la frontera entre las teorías normativas y las empíricas produciendo una propuesta teórica para una ?ciencia no normal?.Decimos ?ciencia? porque sin dudas Marx elaboró sus textos inspirado por una inequívoca voluntad de hacer ciencia, esto es: dotar de un fundamento objetivo a su búsqueda de cambiar el mundo. Decimos ?no normal?, parafraseando a T. S. Kuhn, para señalar que Marx se adecuó muy poco a los ?paradigmas? de las nacientes ciencias sociales de su época. Con su ?crítica de la economía política? inauguró un nuevo lenguaje científico-crítico que realiza esa ?mezcla sutil de objetividad y normatividad?. Ciertamente, los marxismos del siglo XX no siempre conservaron la misma sutileza, ni mezclaron sus componentes científicos y críticos del mismo modo, e incluso difirieron fuertemente en sus interpretaciones de la teoría de Marx. La ?crisis del marxismo? anunciada a fines de los ´70 consolidó algunos sentidos comunes anti-marxistas y el último tercio del siglo XX mostró su hostilidad tanto a su propuesta teórica como a la política. En el terreno de los debates académicos, el hecho de que, como señala Stathis Kouvelakis (2009), el marxismo no sea un ?cuerpo doctrinal formado sub especie aeternitatis? (una verdad universal y eterna), sino una teoría crítica que busca unificar la teoría y la práctica en las coyunturas históricas a las cuales está sometida, le ha valido más de un intento de exiliarlo del territorio de las ciencias sociales. Si se mira buena parte de los programas académicos de los años ´90 en adelante, parece que ese intento ha sido exitoso.Sin embargo, el descrédito de la interpretación marxista ?oficial? después de la caída del Muro de Berlín también permitió la expansión de ?mil y un marxismos?, como los denominó Inmanuel Wallerstein, abriendo un periodo de contrapuntos creativos con la herencia de Marx y dando paso a una ?recomposición plural? que está presente en las discusiones contemporáneas sobre la crisis del ?capitalismo global?. Esta variada ?herencia? de Marx aparece en los también variados campos de la filosofía política, las ciencias sociales, la economía, los estudios culturales, los estudios feministas, la ecología política, la historiografía y la historia intelectual, entre otros. Como ejemplo bastan los nombres de F. Jameson, S. Zizek, P. Anderson, D. Harvey, R. Brenner, E. Traverso, N. Fraser, E. O. Wright, que muestran que difícilmente pueda mensurarse correctamente el estado del arte de muchas disciplinas sin atender a esta herencia marxiana . Esto coloca sobre la mesa la siguiente pregunta: ¿cuáles son los contornos de un marxismo en el siglo XXI?En este capítulo elegimos como vía de entrada a este panorama los aportes del marxismo sociológico de Michael Burawoy y las reflexiones del filósofo Daniel Bensaïd. Dos marxistas contemporáneos que nos invitan a pensar la herencia de Marx en dos claves diferenciadas: como programa de investigación y como teoría crítica adecuados para intervenir en estas nuevas reflexiones sobre filosofía y métodos de las ciencias sociales. La elección responde a dos discusiones que suelen abrirse a la hora de preguntarse por la actualidad del marxismo. La primera refiere al marxismo en tanto marco teórico-metodológico para la investigación empírica en ciencias sociales, particularmente en sociología. Suele considerarse que el marxismo es un punto de vista para el análisis ?macro? pero ?inaplicable? a la hora de meter las patitas en el trabajo de campo. Michael Burawoy, etnógrafo por naturaleza y marxista por elección, presentará una apropiación del marxismo que discute tres grandes problemas teórico-metodológicos: la relación entre la teoría y el trabajo de campo (o por qué la Grounded Theory no es deseable), la forma en que se construye conocimiento científico (o por qué el inductivismo no sirve) y el papel del cientista social (o por qué el intelectual es más intelectual cuando es orgánico).La segunda, en torno al estatuto científico del marxismo como teoría crítica. Abordaremos para esto los aportes del filósofo y militante francés Daniel Bensaïd (1946-2010) que, en discusión con el estado de las teorías sociológicas, políticas y filosóficas contemporáneas, reconstruyó una triple crítica inscripta en la teoría de Marx: a la razón positivista, a la razón histórica y a la razón sociológica.En síntesis, expondremos un conjunto de argumentos que permiten reflexionar sobre el marxismo a dos bandas: como teoría que irrumpió en el campo de la filosofía diciendo: ?El litigio sobre la realidad o irrealidad de un pensamiento que se aísla de la práctica, es un problema puramente escolástico? (Marx, 2004: 588), y como perspectiva que irrumpió en las ciencias sociales proclamando que ?la intelección positiva de lo existente incluye también, al propio tiempo, la inteligencia de su negación? (Marx, 2002: 20).