BECAS
MONTENEGRO david Alfredo
capítulos de libros
Título:
Producción del espacio urbano. Cambios de uso del suelo en el aglomerado Gran San Miguel de Tucumán (noroeste argentino) durante el periodo 1990-2020
Autor/es:
MALIZIA, MATILDE; BOLDRINI, PAULA; MONTENEGRO, DAVID ALFREDO
Libro:
Metrópolis en la encrucijada : nuevas amenazas, debilidades estructurales y oportunidades pospandemia
Editorial:
IMHICIHU
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2021; p. 319 - 345
Resumen:
Desde comienzos de la década de 1970 la trama urbana del aglomerado Gran San Miguel de Tucumán se expandió de manera acelerada, extensiva y con una provisión de servicios muy desigual. Esta situación fue posible en tanto se instala y naturaliza el manejo asimétrico del acceso al suelo, dirigido por los designios del mercado, que orienta la ampliación y continuación de la red viaria, el reemplazo de actividades productivas rurales y el tipo de urbanización residencial dominante. Durante el periodo 1970-1990, la superficie de la ciudad se incrementó un 43% aproximadamente, en un proceso de conurbación que dio lugar a la conformación del área metropolitana. A partir de este momento el crecimiento de la ciudad fue cualitativa y cuantitativamente diferente, como consecuencia de la aplicación en primer término de políticas de corte neoliberal, más adelante neodesarrollistas y nuevamente neoliberales, con un impacto progresivamente cada vez más desigual en la producción del espacio urbano (Malizia, Boldrini y Paolasso, 2018). A principios de 2020 el aglomerado ocupaba 20313,2 hectáreas, lo que representa un incremento del 109,6% durante el periodo 1990-2020. Su ritmo de crecimiento fue vertiginoso y no estuvo acompañado por un proceso de desarrollo equitativo.El crecimiento durante este último periodo no fue igual en todos los distritos(municipios y comunas rurales) que lo integran (Figura 1).1 Su disímil derroteroen términos socio-espaciales y económicos puso en evidencia situaciones dedesigualdad tanto hacia el interior de cada uno de ellos como en sus relacionescon el entorno, dando como resultado un intenso y renovado proceso de fragmentacióny segregación socio-espacial.El crecimiento urbano se encuentra condicionado por el Estado, el mercadoy la comunidad, cuyas lógicas obedecen a distintos intereses llevados adelantede manera asimétrica, en una permanente disputa de poder. El predominio delos mercados de tierra, da como resultado territorios y ciudades desiguales desdeel punto de vista económico, social, espacial y ambiental (Instituto Lincolnde Políticas de Suelo, 2004). El Estado, cuya función es mediar y garantizar elbienestar de la comunidad, opera frecuentemente asociado a los intereses delsector inmobiliario, mediante estrategias tanto regulatorias como de gestión.En lugar de contrarrestar la distribución de suelo desigual, la profundiza a travésde la construcción de vivienda pública fundamentalmente bajo el formatode grandes proyectos urbanos localizados bajo criterios similares al mercado(Boldrini y Malizia, 2020; Barreto, 2017, Gómez López, Cuozzo y Boldrini, 2015).Por último, la comunidad que opera bajo la lógica de la necesidad de habitar ysegún sus recursos, accederá al suelo y a la vivienda a través de las opciones quepresente el mercado o el estado. Además, aquellos sectores sin capacidad de pago,se verán forzados a ocupar informalmente espacios que el mercado descarta, sincondiciones de habitabilidad. En este sentido, los cambios que se producen en eluso del suelo, teniendo en cuenta sus características y funciones, junto con lospatrones de localización de la población con diferente poder adquisitivo y lasestrategias de acceso al suelo urbano (Boldrini, Malizia y Paolasso, 2018), constituyenun aspecto central en el estudio de la producción del espacio urbano.Es por ello que este artículo tiene por objetivo principal identificar los cambiosen el uso del suelo en el aglomerado Gran San Miguel de Tucumán duranteel periodo 1990-2020, en el que la ciudad se produjo fundamentalmente mediantetipologías residenciales vinculadas con la desigualdad, provocando lasustitución de tierras productivas (rurales) por tierras urbanizadas bajo una estructurafragmentada. Esto permite, a su vez, caracterizar y clasificar el modo en que fue transformándose el área periurbana del aglomerado, sobre todo aquellalocalizada en el área de contacto de la ciudad con la Sierra San Javier, teniendo encuenta las normativas existentes ?que regulan la ocupación y uso del suelo? enun contexto de ausencia de planificación urbana metropolitana. Para su desarrollose dividió el periodo considerado en cuatro coronas de expansión (1990-2001; 2001-2008; 2008-2015 y 2015-2020) que sirvieron de ejes estructurantes parala elaboración de los análisis propuestos. Su estudio se llevó a cabo a través dedos instancias interrelacionadas, metropolitana y sobre el sector pedemontano,focalizando la mirada sobre el área de mayor presión inmobiliaria. Los cambiosen el uso del suelo se analizaron mediante imágenes satelitales y teledetección;mientras que el marco legislativo se estudió a partir del análisis de las normativasvigentes y la realización de entrevistas en profundidad a representantes delgobierno local y principales terratenientes. El establecimiento de los períodosmencionados, se vincula con los modelos de desarrollo (Malizia, Boldrini, RuízPeyré, 2018) que sustentaron e impulsaron el crecimiento urbano y las políticasurbanas implementadas, con efectos diferenciados en la configuración fragmentaday segregada de la ciudad. Durante el primer y último periodo se aplicaronpolíticas de corte estrictamente neoliberal; mientras que durante las etapasintermedias primaron políticas neodesarrollistas. Las políticas de corte neoliberal provocaron, entre sus aspectos principales,transformación en los mercados laborales, paulatina contracción del Estado,disminución del empleo público, precarización del mercado laboral, aumento dela informalidad, desempleo y subempleo. E indujeron, sobre todo desde la décadadel ?90, el crecimiento fragmentado de las ciudades, exacerbando un conjuntode factores que ya se encontraban presentes y dando lugar al surgimiento deotros nuevos que provocaron una serie de transformaciones en la estructurade las ciudades (Portes, Roberts y Grimson, 2005; Mertins, 2011).2 La crisis social,política y económica que se desató en el país en el año 2001 como consecuenciade la aplicación de estas políticas, dio lugar a la instauración de cambios en lagestión institucional, que comenzaría a manifestarse a partir de las eleccionespresidenciales en el año 2003.El nuevo modelo, neodesarrollista, preservó la restricción monetaria, el ajustefiscal, la prioridad exportadora y la concentración del ingreso. Apuntaba a incrementarlos subsidios estatales a la industria para revertir las consecuenciasdel libre comercio extremo; y reconocía implícita, y otras veces explícitamente,la existencia de un movimiento social reconfigurado y con una importante capacidadde confrontación y resistencia (Féliz, 2011; Svampa, 2010; Katz, 2006). Implicabaun rol diferente por parte del Estado al implementar nuevas políticas en materia territorial, tanto rural como urbana, mediante un conjunto de programasy proyectos habitacionales que combinan soluciones urbanas y de vivienda,con una oferta laboral a través de cooperativas de trabajadores desocupados.3 Noobstante, la reincorporación del Estado como actor y promotor de políticas enmúltiples ámbitos, dinamizó sensiblemente la producción de suelo sin revertirla primacía del mercado. Las ciudades se convirtieron en un conjunto de islasfrecuentemente inconexas, fruto de la mercantilización del espacio urbano y laproliferación de nuevas formas de producción inmobiliaria, entre otros aspectos.Como resultado comenzaron a cuestionarse estas políticas urbanas y susformas de organización, funcionamiento, morfología y apariencia (Janoschka,2011; de Mattos, 2009; Sabatini y Brain, 2008). Durante el desarrollo de este modelomuchos preceptos del neoliberalismo continuaban vigentes (flexibilizaciónde los mercados de trabajo, el rol de los mercados internacionales, etc.), en uncontexto internacional que deviene en la crisis financiera global ocurrida en elaño 2008 y pone en evidencia impactos propios del desvanecimiento de mejorassin una base sólida. Esta situación provocó la progresiva pérdida de credibilidaddel modelo y dio lugar al retorno del neoliberalismo a partir del año 2015. A lasfrágiles mejoras aún persistentes, se suma una nueva etapa de endeudamientointernacional sin inversiones en el país, intensificando los impactos de las políticasinherentes a este modelo en todos los órdenes.