INVESTIGADORES
CORTES ROCCA Paola Lorena
capítulos de libros
Título:
Política y desfiguración. Monstruosidad y cuerpo popular
Autor/es:
CORTES ROCCA, PAOLA
Libro:
Políticas del sentimiento. El peronismo y la construcción de la Argentina Moderna
Editorial:
Prometeo
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2010; p. 181 - 196
Resumen:
Pese a que el imaginario político argentino siempre estuvo permeado por lo popular y por su gradual visibilidad en el espacio urbano, su (re)aparición a mediados de la década del cuarenta y el cincuenta, adquiere un carácter enigmático. Ficciones como "Casa tomada" (1947), que han sido leídas como alegoría del peronismo o como cifra de la temática de invasión, no hacen más que nombrar la superposición de un problema narrativo y un problema político: cómo nombrar "eso" que va ocupando un espacio difícil de precisar. El hecho de que la literatura recurra a la alusión, al género fantástico, al relato de fantasmas, se pueble de monstruos o de animales --como ocurre en "Las puertas del cielo" (1951)-- señala precisamente que para la época, lo popular sólo puede ser narrado como un momento de inestabilidad del lenguaje, como un regreso de alguna forma de lo conocido, como la emergencia de algo que está fuera de lugar, como la marca de una alteridad radical que no encuentra otro anclaje excepto en la alteridad radical de los cuerpos. Si la ficción de Cortázar se pregunta qué es eso y señala los límites de la lengua o la impotencia del lenguaje para nombrar lo que está emergiendo, el relato de Bustos Domecq, "La fiesta del monstruo" (1955) cambia la pregunta al cómo habla. Sin embargo, la respuesta no va en busca de un registro etnográfico sino de una construcción de la hipérbole de la lenguaje baja. La monstruosidad se reformula y deja de ser una característica de lo popular para ubicarse también en la lengua, en el líder y en el proceso mismo de representación. Con este relato que construye una lengua para narrar el acto de narrar lo que ocurrió el 17 de octubre cuando la movilización se presenta como fiesta o puesta en escena de la capacidad de representación política del Monstruo, Borges y Bioy Casares inauguran la idea de que la Argentina peronista es el país de la representación. Idea que continuará Osvaldo Lamborghini en la década del setenta.