CADIC   02618
CENTRO AUSTRAL DE INVESTIGACIONES CIENTIFICAS
Unidad Ejecutora - UE
artículos
Título:
Bajada del Diablo. Un excepcional campo de cráteres producidos por meteoritos en el centro de Chubut
Autor/es:
ACEVEDO, R.D.; PONCE, J. F.; RABASSA, J. O.; CORBELLA, H.; ROCCA, M.
Revista:
Ciencia Hoy
Editorial:
ASOCIACIÓN CIVIL CIENCIA HOY
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2010 vol. 20 p. 27 - 37
ISSN:
1666-5171
Resumen:
Hasta fecha reciente, en nuestro planeta habían sido reconocidos solo ocho grandes campos de dispersión de cráteres producidos en la superficie de la Tierra por la colisión o el impacto de meteoritos, llamados para simplificar campos de cráteres de impacto. El que tiene el mayor número de cráteres está en Rusia y se llama Sikhote Alin: exhibe 159 cráteres elípticos, estructuras también denominadas conos de penetración. Los otros siete son Chiemgau (Alemania), Campo del Cielo (Argentina), Gilf Kebir (Egipto), Henbury (Australia), Kaalijarvi (Estonia), Morasko (Polonia) y Wabar (Arabia Saudita). Hace poco más de veinte años se hicieron públicas las primeras noticias de un posible noveno, Bajada del Diablo, en la provincia del Chubut, que en estos momentos quedó confirmado y se analiza en esta nota. En el pasado, las investigaciones sobre los cráteres de impacto, igual que el estudio de los meteoritos, atrajeron poco a los geólogos argentinos, a pesar de que existen en el país muchas estructuras geológicas y geomorfológicas cuyo origen no parece corresponder a los procesos dinámicos de la superficie terrestre. Estarían vinculadas, precisamente, con el ingreso de meteoritos en la atmósfera y su encuentro catastrófico con la superficie de la Tierra. Por otro lado, con la excepción de los dos mencionados en los párrafos precedentes –Campo del Cielo, en el Chaco, y Bajada del Diablo, en el Chubut–, no se han encontrado sitios en que se haya probado incuestionablemente la existencia de cráteres producidos por el choque de rocas extraterrestres o por las ondas expansivas que generaron. Hay, sin embargo, fuertes evidencias de que muchos cráteres de impacto podrían haber sido confundidos con otras formas geológicas, o simplemente ignorados. Es conocida la forma circular (en una vista aérea) de los cráteres causados por meteoritos, mejor reconocibles cuanto más reciente haya sido la colisión y menos expuestos hayan estado a los naturales procesos erosivos de vientos y aguas. Pero si no todas las formas circulares sobre la superficie de la Tierra son cráteres de impacto, no es menos cierto que algunas de esas estructuras han sido descriptas erróneamente como calderas o cráteres volcánicos u otras formas geológicas.