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La realización de actividades productivas en espacios periféricos como la Patagonia Sur exige la adecuación del espacio de manera de asegurar las condiciones de producción indispensables, el acceso a los espacios de explotación, la provisión de fuerza de trabajo, la llegada de capitales, como fijación en el espacio en las infraestructuras básicas, equipamientos para la provisión de servicios, viviendas, inversiones en condiciones de producción en general y marcos regulatorios e impositivos que aseguren el ?correcto? funcionamiento de los procesos productivos. Desde mediados del Siglo XIX la Patagonia Sur es espacio de disputa, apropiación y estructuración de territorios para el aprovechamiento de los bienes naturales del suelo, del subsuelo y de su extenso litoral marítimo. En ciento cincuenta años de historia como parte del territorio nacional se desplegaron circuitos productivos asentados en el ovino, la explotación de hidrocarburos, carbón y más recientemente la pesca, la minería metalífera y el turismo internacional. Las configuraciones territoriales actuales cuentan con diverso grado de especialización , fruto de políticas públicas siempre orientadas para garantizar las condiciones para realización de las citadas actividades. Este equipamiento diferencial del espacio produce desarrollos geográficos desiguales, fragmentando territorios y sociedades, y también combinados, en la medida que las mismas políticas públicas son pro-cíclicas, apuntando a la disputa por apropiación de parte de la renta por explotación de suelo y subsuelo y el consecuente bloqueo al desarrollo de actividades alternativas. En la actualidad el modelo de ?desarrollo? santacruceño sigue siendo primario, exportador y rentista. Superadas las décadas de vigencia del Consenso de Washington (1980-2000), que promoverá entre otras, la reconversión de espacios en el marco de procesos de restructuración y la apertura comercial, privatizaciones, alza del desempleo y otros ejes de las políticas neoliberales y la década de plena vigencia del Consenso de los commodities (2000-2011), la marcha de las dinámicas globales con posterioridad a la crisis de 2008 es incierta. Los escenarios oscilan entre la implantación de un nuevo consenso, en este caso de Pekín, donde la demanda de Asia, particularmente China y en menor grado la India, en su proceso de desarrollo interno, motoriza nuevas dinámicas que permiten que América latina continúe como espacio proveedor de bienes primarios; y el estancamiento de estas mismas demandas, con progresión de la crisis hacia nuevas dimensiones y con características cada vez más destructivas. Luego de una introducción en la cual se expone el enfoque adoptado, se presentan en primer lugar los procesos históricos de valorización de la naturaleza para analizar luego la actual situación del espacio santacruceño en términos de disputa por la apropiación y el sentido del territorio y finalmente a modo de conclusión y en vistas del escenario mundial actual se apunta a poner en discusión posibles escenarios sobre los territorios.

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