INVESTIGADORES
IGARETA Ana Teresa
artículos
Título:
Acciones de conservación preventiva en depósitos de la División Arqueología del Museo de La Plata.
Autor/es:
ANA IGARETA; ROXANA MARIANI
Revista:
Conversa
Editorial:
Berrotarán, Marengo, Alonso y Cedrola Editores
Referencias:
Lugar: CABA; Año: 2015 vol. 1 p. 95 - 104
Resumen:
El Depósito 25 de la División Arqueología del Museo de La Plata, ubicado en la planta baja del edificio, alberga más de 50.000 piezas que integran las colecciones fundacionales de la institución. Dado que no posee ningún sistema artificial de control de temperatura y humedad, el que sea un ambiente sin luz natural y completamente aislado del exterior resultó determinante en la conservación del material allí depositado por casi cien años, al presentar un conjunto de condiciones ambientales extremadamente estables. Recientemente, monitoreos diarios realizados a lo largo de catorce meses permitieron establecer que el D25 presenta una temperatura promedio de 16° C y una humedad relativa del 65% durante todo el año, con un pico máximo de 20 °C y 72% respectivamente, que se registra entre las últimas semanas de febrero y la primera de marzo. Durante más de un siglo el D25 funcionó como espacio de guarda de las colecciones arqueológicas a la vez que como sitio de almacenamiento temporario del material recuperado en excavaciones por investigadores de la División. Esto implicó la circulación de un gran volumen de elementos que ingresaron asociados a dicho material ?sedimentos, restos orgánicos, insectos etc.- que resultan potencialmente riesgosos para las piezas arqueológicas y que se sumaron a los agentes de deterioro propios de todo espacio de guarda de colecciones. En el año 2012 y en el marco del ?Programa permanente de mejoramiento de las colecciones del Museo de La Plata?, se implementó un plan de trabajo interdisciplinario para la puesta en valor de las colecciones del D25 que incluyó la realización de prospecciones para la detección de plagas de insectos o indicios de su actividad. Fueron entonces relevados el estado de conservación de las piezas arqueológicas y del mobiliario que las contenía, elaborándose luego una estrategia sistemática de inspección y control de las colecciones con la finalidad de asegurar su conservación a largo plazo y la erradicación de plagas que pusieran en riesgo su integridad. La actividad de insectos produce daño por acción mecánica al masticar, horadar y/o perforar en búsqueda de un refugio o salida al exterior, y por acción química, por la saliva o contaminación por excrementos y organismos muertos, pudiendo provocar la pérdida parcial o total de objetos de valor patrimonial así como de información contenida en las fichas o etiquetas de papel que los acompañan, dificultando su identificación posterior. El estudio realizado permitió establecer que un porcentaje significativo del mobiliario y contenedores de madera del depósito se hallaba afectado por la presencia de escarabajos (vulgarmente conocidos como carcomas), tijeretas, cucarachas y arañas, cuya actividad había restado solidez a las estructuras de soporte. Asimismo, y en lo que respecta específicamente al material arqueológico, se identificó evidencias de ataque biológico en restos particularmente susceptibles a la acción de microorganismos, tales como tejidos de algodón, pelo y fibra vegetal y tallas de madera. Se implementó entonces una acción coordinada de medidas de conservación preventiva e interventiva destinadas a controlar las plagas y minimizar los efectos de su actividad que incluyeron la realización de fumigaciones periódicas y el reemplazo de parte de los muebles más afectados por estructuras metálicas, así como de contenedores de madera, tela y papel por otros de materiales sintéticos con cierres herméticos. Asimismo, se armó una cámara de cuarentena para el aislamiento de piezas que presentan daño biológico reciente y se puso en marcha un plan sistemático de limpieza de materiales y toma de muestras para identificación entomológica, creándose una base de datos (incluida en el inventario general de colecciones) que registra documental y gráficamente el estado de los mismos y las acciones realizadas para su acondicionamiento. La incorporación de profesionales de la División Entomología en tareas de puesta en valor de colecciones arqueológicas posibilitó tanto optimizar los beneficios de las condiciones ambientales del D25 para la guarda de dicho material como diseñar un plan de manejo y control de plagas que asegure su conservación a largo plazo.