INVESTIGADORES
IGARETA Ana Teresa
artículos
Título:
La puerta entreabierta
Autor/es:
IGARETA, ANA
Revista:
Museo
Editorial:
Fundación Museo de La Plata "Francisco Moreno"
Referencias:
Lugar: La Plata; Año: 2011 p. 67 - 74
ISSN:
1853-4414
Resumen:
Coleccionar y exhibir objetos parece ser uno de los intereses humanos que se extiende a través de las culturas y los tiempos. Investigaciones realizadas hace algunos años propusieron que, ya desde la prehistoria, hubo personas que se dedicaron a reunir piezas antiguas o de características curiosas que mostraban ante sus pares. Apenas podemos imaginar la fascinación que esos curiosos objetos produjeron en quienes los observaron, pero tal vez no fue un sentimiento muy diferente del que tuvieron los primeros visitantes de los museos modernos, al enfrentarse a elementos cuya función les resultaba un misterio. Al igual que el hombre, los museos evolucionaron, y los criterios que guiaron la búsqueda, recuperación y exhibición de objetos se modificaron a través de los siglos. En el curso de los últimos cien años, los museos de ciencias se diferenciaron de los museos de arte en su interés por entender la funcionalidad y significado de las piezas, es decir, buscaron ir más allá de su belleza y exploraron el sentido que tenían para quienes las fabricaron y las usaron. Los materiales arqueológicos se convirtieron entonces en entidades multidimensionales, capaces de captar la atención del público no sólo por sus cualidades estéticas sino también por las historias contenidas en sus detalles. Así, las primeras colecciones arqueológicas del Museo de La Plata fueron reunidas por investigadores guiados, en gran medida, por un interés artístico, con la intención de mostrar a los visitantes la diversidad cultural pasada de nuestro país, pero sin profundizar en la relevancia que dichos objetos habían tenido para quienes los fabricaron. Sus sucesores, en cambio, se preocuparon por entender a las piezas como elementos articulados en una trama de función y significado, variada y susceptible de cambio, definida tanto por los materiales como por el contexto en que éstos eran hallados. Tanto las salas de exhibición del Museo como la organización de sus depósitos reflejaron esta transformación, empezando a presentar muestras en las que las piezas eran elegidas no por su belleza sino por su potencial de sintetizar una actividad, un período o una asociación de rasgos propios de la cultura de cierto grupo. Por su parte, las nuevas colecciones que ingresaron fueron estructuradas como conjuntos de objetos asociados a datos referidos al sitio en que fueron hallados, al contexto en que se produjo dicho hallazgo y a las relaciones entre los diversos elementos incluidos en el mismo. Por razones de espacio, las salas del Museo de La Plata exhiben menos del 5% del total de las piezas arqueológicas con que cuenta la institución, cuyo número se calcula aproximadamente en 70.000. El resto permanece en los depósitos como material de estudio, para ser restaurado o esperando el momento en que un nuevo montaje los ponga frente al público para contar historias que, a veces, empezaron hace miles de años. Esta sección es una oportunidad de mostrar algo de lo que no se ve en las salas.