INVESTIGADORES
CARMAN Maria
artículos
Título:
Hacia una gestión cultural de los espacios comunes
Autor/es:
CARMAN, MARÍA; SEGURA, RAMIRO Y SOLDANO, DANIELA.
Revista:
Voces en el Fenix
Editorial:
Facultad de Ciencias Económicas, UBA.
Referencias:
Año: 2013 vol. 4 p. 86 - 93
ISSN:
1853-8819
Resumen:
La política cultural de los espacios públicos de la ciudad que presentamos a continuación no puede ser escindida del conjunto de intervenciones sobre la reproducción ampliada de la vida implicado en la política social, en tanto no solo busca intervenir en el entramado de relaciones socio-culturales de la ciudad, sino remover ciertas dinámicas y mecanismos profundos de la desigualdad social. No se trata, entonces, de reproducir el ?romance del espacio público?, como lo denominó Adrián Gorelik, recurriendo a la imagen del ?lugar idealizado donde depositamos todas las virtudes de la ciudad para no tener que afrontar el difícil compromiso de ponerlas en práctica en la realidad de nuestras ciudades?. Por el contrario, pensamos la política cultural de los espacios comunes como una intervención que, articulada con adecuadas políticas sociales y urbanas,  constituye un instrumento para modificar la configuración cultural de la ciudad: los usos y las apropiaciones de los espacios públicos, las posibilidades de desplazamientos y de encuentros entre distintos actores sociales, las formas predominantes de interacción social cotidiana en la ciudad.  Así, en nuestra definición se destacan dos elementos: uno que alude a la accesibilidad que presentan dichos espacios, es decir, a los modos más o menos fluidos y simples de llegar, usarlos y construirlos; otro, a la diversidad de los actores sociales que participan en estos procesos. En tal sentido, la presente propuesta no busca exclusivamente multiplicar el acceso y la circulación de bienes culturales, sino lograr una participación plural y un disfrute más pleno de la vida en la ciudad. ¿Cómo trabajar en políticas culturales y en una gestión de los espacios públicos que estén sintonizadas con políticas sociales inclusivas? El espacio público difícilmente pueda ser democratizado si no logramos una circulación de los sectores sociales fuera de su ámbito de residencia y de las relaciones instrumentales que todos los habitantes tienen con el espacio urbano. ¿Cómo hacer para que vecinos de clase media visiten la villa? Y a la inversa: ¿cómo atraer a los habitantes de las villas, muchas veces ?atados? a su lugar de residencia, a la circulación por otros espacios de la ciudad (o incluso por otras zonas de la villa donde habitan)? La gestión del espacio público debe correr en paralelo a una gestión cultural que no esté centrada en el mero fachadismo o el evento-espectáculo masivo, sino en la consolidación de la ciudadanía. Una gestión que defina claramente el contenido y sentido de las políticas, sus formas de implementación y el espectro de sus destinatarios; un plan cultural a largo plazo que exceda el gobierno de turno, y que defina el tipo de ciudad que queremos ser y tener. Para ello es fundamental trabajar en forma conjunta con diversos sectores de la ciudadanía (Estado, ONGs, grupos empresarios, asociaciones barriales, organizaciones comunitarias, cooperativas y vecinos) y conocer cuáles son las demandas culturales de los ciudadanos. Desde esta propuesta, se trata de apuntar a una gestión cultural que no resulte incompatible con la ?agenda? de los sectores más postergados. El grueso de las políticas culturales locales apunta a un modelo de destinatario, o bien a un destinatario ?ideal?, que podría definirse en torno al perfil de un ciudadano-consumidor de clase media.  Hay una escasez de propuestas culturales pensadas como el encuentro de dos estéticas, una ligada a las clases medias y otra a las populares, y hacia esa grieta apunta básicamente nuestra propuesta.