INVESTIGADORES
CARMAN Maria
artículos
Título:
La distancia física y la distancia social
Autor/es:
CARMAN, MARÍA
Revista:
Topía
Editorial:
Topía
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2011 vol. 1 p. 7 - 8
ISSN:
1666-2083
Resumen:
En diciembre de 2010, un conjunto de habitantes de villas porteñas ocupó el Parque Indoamericano de la ciudad de Buenos Aires. La memoria podrá jugarnos, a escasos meses de lo ocurrido, alguna mala pasada para recordar los detalles que se sucedieron en esos fatídicos días; lo que resulta imposible olvidar es al jefe de gobierno porteño responsabilizando a la “inmigración desenfrenada” de un rosario de males que aquejan a la ciudad. Resulta imprescindible problematizar la (¿insalvable?) distancia social desde la cual son pensadas las prácticas de estos vecinos relegados del Sur de la ciudad. Reducidos a la condición de okupas, delincuentes, narcotraficantes o inmigrantes ilegales, se obtura toda posibilidad de pensarlos como nuestros co-ciudadanos. Judith Butler[1] diría que sus vidas no logran ser reconocidas, aprehendidas como vidas; y simétricamente, pareciera que sus muertes no merecen ser lloradas con la misma intensidad que otras. Todos supimos pronto, por ejemplo, la nacionalidad de los dos primeros muertos en los conflictos del Parque Indoamericano: una boliviana y un paraguayo. ¿Cambiaría algo si las víctimas hubiesen sido argentinas? ¿Las víctimas se volverían, por eso, más “dignas de ser lloradas”? ¿El duelo sería más hondo? [1] Butler, Judith (2010) Marcos de guerra. Las vidas lloradas. Paidós, Buenos Aires.