INVESTIGADORES
VENTURINO Andres
artículos
Título:
Acción del Plaguicida Organofosforado Clorpirifos sobre el crecimiento celular en líneas mamarias tumorales dependientes e independientes de estrógeno
Autor/es:
VENTURA, C; NÚÑEZ, M; MIRET, N.; MARTINEL LAMAS, D; MOHAMAD, N.; RANDI, A; VENTURINO A; RIVERA, E; COCCA, C
Revista:
Anales de la Academia Nacional de Farmacia y Bioquímica
Editorial:
ACADEMIA NACIONAL DE FARMACIA Y BIOQUIMICA
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2012 vol. 2011 p. 22 - 26
ISSN:
1851-0612
Resumen:
Los compuestos organofosforados (OP) constituyen un grupo de sustancias altamente tóxicas, utilizadas en la actividad agrícola para el control de plagas e insectos.  En la Patagonia Norte de nuestro país se produce la mayor proporción de peras y manzanas de exportación, fundamentalmente en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén con cerca de 60.000 Ha de producción. La aplicación de  insecticidas, principalmente organofosforados, representa el mayor riesgo de impacto ambiental en esta zona, contaminando aguas superficiales y subterráneas, afectando poblaciones de especies acuáticas y poniendo en riesgo la salud humana. Las exposiciones agudas y crónicas a estos compuestos pueden producir una variedad de efectos sobre el sistema nervioso, incluyendo dolores de cabeza, visión borrosa, lagrimeo, excesiva salivación, secreción nasal, mareo, confusión, debilidad o temblores musculares, náusea, diarrea y cambios bruscos en el latido cardíaco. El principal mecanismo de toxicidad de los compuestos organofosforados es la inhibición de la enzima acetilcolinesterasa, lo que conduce a un aumento de acetilcolina en los organismos expuestos; sin embargo, no todos los efectos producidos por los plaguicidas OP están mediados por el aumento de acetilcolina, sino que también se han reportado efectos independientes de dicha inhibición. Entre los plaguicidas organofosforados más utilizados se encuentran el metilazinfos, mayoritariamente empleado en el control de carpocapsa en el Alto Valle, y en menor medida el clorpirifos (CFP) como uno de los principios alternativos. Ambos compuestos son teratógenos en especies acuáticas, y CPF en particular es reconocido como disruptor endócrino. El CPF es capaz de generar  estrés oxidativo aumentando los niveles de especies reactivas del oxigeno en los sistemas biológicos. Esto puede incrementar el daño por oxidación de macromoléculas como el ADN, ARN, lípidos y proteínas, lo cual conduce a una disfunción en la fisiología celular y la consiguiente muerte de las mismas. En particular, el daño por oxidación del ADN conlleva a la aparición de mutaciones en el mismo. Se ha reportado que el CPF es capaz de inducir la expresión del citocromo P4501A1, enzima que participa en el metabolismo de compuestos xenobióticos. Las enzimas del citocromo P450 tienen un papel fundamental en la producción de metabolitos genotóxicos dado que pueden convertir a los hidrocarburos polihalogenados en derivados electrofílicos los cuales conducen a la aparición de mutaciones en el DNA. En los últimos años, ha cobrado importancia el estudio de los contaminantes  ambientales  en relación al desarrollo de cáncer, en especial para el cáncer de mama, ya que muchos de los plaguicidas de uso corriente poseen actividad estrogénica, induciendo la transactivación de receptor estrogénico alfa (REa) y la proliferación en células derivadas de carcinomas mamarios. Un amplio número de investigaciones, informan acerca del papel crítico que ejerce el estímulo estrogénico sobre la carcinogénesis mamaria y el desarrollo de otros tipos de cáncer.