INVESTIGADORES
LANZELOTTI Sonia Laura
artículos
Título:
Uso del espacio y construcción del paisaje agrícola en la cuenca del río Caspinchango, valle de Yocavil, provincia de Catamarca
Autor/es:
LANZELOTTI, SONIA L.
Revista:
Arqueología
Editorial:
Facultad de Filosofía y Letras, UBA
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2013 vol. 19 p. 383 - 386
ISSN:
0327-5159
Resumen:
Se brinda un aporte al conocimiento de la historia socioeconómica de un sector del área valliserrana del Noroeste Argentino (NOA) en base al estudio de las modalidades de utilización del espacio para la producción agrícola en el valle de Yocavil (provincia de Catamarca). Específicamente, se trabaja sobre una gran franja trasversal a dicho valle, conformada por la cuenca de sus afluentes Caspinchango, Seco y los escurrimientos menores ubicados entre ellos. Se abarca así una superficie de 220,356 km2 que incluye una muestra representativa de los ambientes que caracterizan al valle de Yocavil. El marco temporal estudiado incluye desde las primeras aldeas sedentarias de principios de la Era hasta la configuración del paisaje actual. La integración de la información presentada permite proponer que el sector pedemontano proximal y medial de la cuenca del río Caspinchango habría sido utilizado para las prácticas agrícolas tanto durante momentos tempranos como tardíos. En la etapa temprana la producción agrícola estaría destinaba a la alimentación de las mismas unidades domésticas ubicadas entre los campos cultivados; en cambio, el paisaje tardío se vincularía mayormente a la proliferación de la infraestructura agrícola (surcos de cultivo, canales y represas), y el abandono de la mayoría de las unidades domésticas en el sector pedemontano. La información etnohistórica y arqueológica permite proponer que durante el período tardío y el tardío-inca, la producción habría sido destinada no sólo al núcleo poblado de Masao, sino también a los otros centros geopolíticos del valle de Yocavil, entre los que se encuentran Rincón Chico, Las Mojarras, Fuerte Quemado, Quilmes, entre otros. La existencia de estos poblados muestra una racionalidad distinta respecto del período temprano: implica la separación entre las unidades domésticas y las áreas de cultivo, y también que algunas unidades domésticas (las emplazadas en la cima de los cerros) se contactan visualmente con otras unidades domésticas de otros poblados (también definidos por su cerros), estableciendo formas de solidaridad, pero también de control y defensa, entre ellas. Con posterioridad a esta etapa se observa un drástico abandono de las prácticas agrícolas en casi toda la cuenca. Este fenómeno estaría vinculado a la desnaturalización de la población originaria ocurrida hacia fines del siglo XVII tras la conquista y dominación definitiva por parte de los españoles. La actividad económica principal deja de ser la agricultura y se reconvierte hacia la actividad pastoril extensiva, que continúa hasta nuestros días.