INVESTIGADORES
OCORÓ LOANGO Anny
artículos
Título:
La emergencia del negro en los actos escolares del 25 de mayo en la Argentina: del negro heroico al decorativo y estereotipado
Autor/es:
ANNY OCORÓ LOANGO
Revista:
Pedagogía y saberes
Editorial:
Universidad Pedagógica Nacional
Referencias:
Lugar: Bogotá ; Año: 2011 p. 33 - 50
ISSN:
0121-2494
Resumen:
Este artículo se ocupará de visibilizar la emergencia del negro en la celebración del 25 de mayo en las escuelas argentinas. Enfatizaremos la articulación de esta efeméride al contexto de centralización del poder del Estado argentino y de la construcción de un “nosotros nacional” perfilado en oposición a negros e indígenas. Nuestra mirada no tiene como fin hacer una historia de las fiestas patrias, sino analizar estos rituales cívicos como dispositivos de construcción de la identidad nacional y como rituales en los que circula o se sostienen los rastros de una negritud negada e invisibilizada en la argentina. Los actos escolares del 25 de mayo son uno de los pocos espacios en los que la negritud circula para la memoria nacional Argentina. Como lo afirma Grimson:”es la única representación de la nación argentina donde es incluida la población afrodescendiente” (Grimson y Amiati, 2007:419). El 25 de mayo representa para la Argentina una de las efemérides más importantes, constituyendo un ritual de gran significado en la construcción y reforzamiento de la identidad nacional ya que conmemora la instauración de la Primera Junta de gobierno en Buenos Aires y es la antesala para la concreción de la declaración de independencia de la nación el 9 de julio. En esta celebración, además de realizarse actividades públicas y festejos para la ciudadanía, se realizan actos conmemorativos en las escuelas en los que es habitual que se incluya una representación de los negros y negras del periodo colonial. La conmemoración de la Revolución del 25 de Mayo se realiza desde 1811 (Garavaglia, 2000) y a partir de 1812 se introduce en las escuelas por disposición del gobierno revolucionario. Será sólo desde 1813 cuando estos festejos van a ser llamados “Fiestas Mayas” y no eran una celebración exclusiva de Buenos Aires, sino que se extendía a otras ciudades del antiguo Virreinato llegando inclusive hasta Montevideo o Maldonado (Garavaglia, 2000).