INVESTIGADORES
BLANCO Mariela Cristina
artículos
Título:
“Invención y nación en los primeros poemarios de Borges”
Autor/es:
BLANCO, MARIELA CRISTINA
Revista:
VARIACIONES BORGES
Editorial:
Borges Center
Referencias:
Lugar: Pittsburgh; Año: 2013 p. 143 - 161
ISSN:
1396-0482
Resumen:
Número monográfico coordinado por la autora-investigadora. Se transcribe parte del prólogo: En el número 32 de Variaciones Borges, en la nota del editor, Daniel Balderston, anunciaba cálidamente mi inminente visita para realizar una estadía posdoctoral de tres meses en el Borges Center, gracias a una beca Fulbright-CONICET (enero-abril 2012). Ni remotamente imaginé en ese momento que, un año después, estaría escribiendo estas líneas para presentar lo que un tiempo antes, en una conversación informal con Balderston, había sido sólo un proyecto mencionado como al pasar. Refiero esta anécdota porque me permite expresar la sorpresa inicial, junto al orgullo y responsabilidad que representó la generosa propuesta del director de esta revista de coordinar este volumen especial dedicado enteramente a la poesía de Borges. Luego vendrían el esfuerzo que implicó el desafío y, ya en esta instancia, la satisfacción de la labor cumplida, habiendo superado ciertos condicionamientos que en un inicio podían perfilarse como difíciles de superar, pienso que principalmente por el carácter novedoso del emprendimiento. En efecto, detrás de estas páginas que dan cuenta de una extraordinaria labor académica forjada gracias al esfuerzo de los colaboradores que se aventuraron a participar, cediendo su tiempo y su esfuerzo intelectual, subyacen lo que estoy segura serán duraderas relaciones de camaradería con estos colegas a los que es un honor prologar.   Me permito citar las palabras de Iván Almeida –uno de los fundadores de la revista, junto a Cristina Parodi–, quien, en un e-mail y de una manera absolutamente informal se refirió a este proyecto como “una misión de pionero”, calificándola de “audaz”. Me sirvo de estas palabras para aludir nuevamente al carácter atípico del volumen, que implicó un “riesgo” (como toda nueva empresa) para todos sus participantes. Al respecto, varios son los logros que quiero ponderar que justificaron la “misión”: el prestigio de los colaboradores; el nivel académico de los trabajos; el aporte que significa para el campo de los estudios sobre Borges y de la literatura argentina en general este volumen, dada la harta conocida desproporción entre los estudios dedicados a este género en relación con otros cultivados por el autor; y, como corolario de lo anterior, la mirada siempre oportuna del editor de la revista para elegir el tema y la modalidad de trabajo. Luego de ver la respuesta de los colaboradores, podemos afirmar sin dudas: era el momento para lanzar esta convocatoria en torno de Borges poeta, pues hacía tiempo que no se reunían trabajos de envergadura con este recorte. El volumen abre con dos trabajos de estudiosos argentinos de una larga trayectoria, tanto en lo que refiere a los estudios sobre Borges cuanto al género poesía. Eso se advierte en la erudición y brillante estilo expositivo (ya largamente conocidos) desplegados por Iván Almeida, a quien agradezco particularmente su participación y apoyo como “padre” fundador del Centro Borges y de esta revista. En cuanto al artículo de Noé Jitrik, subrayo en primer término su capacidad para hacernos reflexionar sobre el género en un nivel teórico siempre difícil de alcanzar. En segundo término, no menos importante, la realización personal que implicó la aceptación de su participación, ya que lo considero el crítico y maestro más relevante de los últimos años en el campo de la literatura latinoamericana. Los trabajos de Osmar Sánchez y Gabriel Linares dialogan entre sí porque ambos eligen abordar el estudio exhaustivo de dos matrices discursivas, provenientes de distintas tradiciones, que Borges recoge y reescribe inscribiendo su sello personal. Linares ha estudiado con anterioridad el soneto en Borges, por lo que Sánchez retoma y discute productivamente algunos de sus postulados. Sus enfoques se distinguen por el rigor y la profundidad de análisis en lo que a utillaje crítico propio del género refiere. A esta altura, sepa perdonar el lector tanta referencia a lo subjetivo, opción no sólo sustentada en la moda, sino en las particulares circunstancias del volumen. Otra arista que me atañe en lo personal, entonces, es la inclusión de los manuscritos de Elisa Calabrese y Mónica Bueno, ambas docentes de larga data en la Universidad Nacional de Mar del Plata, maestras y ahora compañeras de la cátedra de Literatura Argentina. Sus lecturas ofrecen una mirada panorámica para adentrarnos en el vasto espesor y larga trayectoria de la escritura poética de Borges. En el caso de Calabrese, centrándose en ciertas operatorias discursivas que permiten advertir tanto las pervivencias cuanto las divergencias de las tan mentadas etapas de producción. En cuanto a Bueno, expone una travesía que parte del Borges vanguardista para observar notas en común con otros poetas argentinos destacados del momento, compañeros de formaciones como Martín Fierro y el grupo “Florida”. Los más novedosos trabajos sobre Borges insisten en destacar la importancia del escritor en su rol de lector. En los últimos años, ha habido valiosos aportes que permiten repensar los modos en que Borges procesó las distintas tradiciones y sus tópicos. En esta línea, Vicente Cervera Salinas propone una mirada que considero necesaria, pues rastrea y analiza en detalle las modulaciones del mito de Jano en la poesía de Borges. Ariel de la Fuente conjuga su mirada de historiador con su sensibilidad para leer el género, arrojando nueva luz sobre un tema difícil como es el de la sexualidad de este escritor, al analizar principalmente los espacios imaginarios de los primeros poemarios. Clelia Moure, también colega de la UNMdP, despliega un fino análisis textual del tópico del tiempo con una clara impronta posestructuralista. El artículo de María del Carmen Marengo indaga tres poemas escritos en la década del 40 en diálogo con otras producciones del momento para demostrar no sólo lo constante de ciertas temáticas, sino especialmente las variantes que permiten advertir cambios ideológicos a lo largo de su producción. Por último, en lo que a tópicos refiere, Elisa Molina parte de un poema para guiarnos al siempre fascinante mundo de las relaciones intertextuales y los particulares usos selectivos de la tradición que Borges puso en práctica. Si bien la relación entre poesía y política está latente en otros trabajos, en los de Ana Cara, Yitzhak Lewis y el mío resulta la línea excluyente. Los tres arman una serie a partir de la cual el diálogo con la idea de Borges sobre la nación resulta ineludible. Mientras Lewis recorta poemas vinculados con Israel, Cara se centra en poemas escritos durante la última y más sangrienta dictadura argentina (1976-1983) y yo, en la idea de patria imaginada en los tres primeros poemarios. Por último, para nuestro agrado, se generó una sección casi independiente, que consta de dos relatos que refieren experiencias singularísimas con Borges como persona, al mismo tiempo que dan cuenta de su relación con la poesía. Se trata del reportaje, al modo del New Journalism, que Jorge Monteleone monta a partir de una entrevista que le realizara al escritor en su juventud y del testimonio de Alicia Jurado, inédito hasta el momento, que expone una especie de balance luego de muchos años de amistad compartida. Agradecemos especialmente a Donald Yates por legarnos este material y por prologarlo Mi gratitud para con todos los autores que aceptaron participar de este volumen monográfico de Variaciones Borges, especialmente por la predisposición para trabajar en equipo a la hora de revisar cada uno de los manuscritos. En cuanto a esta labor de equipo, no quiero dejar de destacar la excelente oportunidad de trabajar diariamente y codo a codo con Daniel Balderston, Alfredo Alonso Estenoz y Daniel Giraldo, con quienes pudimos demostrar que, aun en la más ardua de las etapas de trabajo, la de edición, las distancias se acortan gracias al diálogo. Una última y especial mención para la colaboración de Daniel Fitzgerald, estudiante del posgrado de la Universidad Nacional de Mar del Plata, por sus fructíferos aportes durante todo el proceso de armado y corrección de este singular número.   Mariela Blanco CONICET – Universidad Nacional de Mar del Plata