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En la última década, la problemática sobre cómo generar conocimientos, dinamizar aprendizajes y orientar la innovación en línea con procesos de Desarrollo Inclusivo Sustentable se ha revitalizado como tema de las agendas de investigación y formulación de políticas públicas.Si bien existe un cambio en las agendas, las políticas de Ciencia, Tecnología e Innovación (entendidas en términos amplios) mantienen características al nivel de su conceptualización, diseño, implementación y evaluación que operan en contra de los propios objetivos de desarrollo económico, bienestar social y sustentabilidad ambiental que esas políticas plantean.En el presente artículo se presentan, desde una perspectiva socio-técnica, 6 racionalidades falaces que se constituyen como base conceptual de las políticas de Ciencia, Tecnología e Innovación. Las racionalidades falaces generan disfuncionalidades a las políticas, llevando a que estas (en el mejor de los casos) no logren los objetivos de desarrollo esperados o (en el peor de los casos) generen efectos negativos no deseados. Dado que estas racionalidades son de orden conceptual persisten aun en presencia de cambios de la agenda de policy y los criterios de diseño, implementación, evaluación. Es por este motivo, que la revisión de estas racionalidades (y su superación) se vuelve una necesidad perentoria a la hora de diseñar, implementar y evaluar nuevas políticas e instrumentos orientadas al Desarrollo Inclusivo Sustentable.

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