BECAS
GÓMEZ MarÍa Celeste
artículos
Título:
La importancia de seguir estudiando las respuestas de dolor en población de bebés prematuros. Comunicación corta.
Autor/es:
MARÍA CELESTE GÓMEZ; PAULILNA HAUSER
Revista:
Enciclopedia Argentina de Salud Mental
Editorial:
Fundación Aiglé
Referencias:
Lugar: Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Año: 2023
ISSN:
2618-5628
Resumen:
Continuando con el abordaje humanizado en el trabajo con situaciones de dolor neonatal, es posible aseverar que actualmente se cuenta con diferentes instrumentos para medir el dolor en los infantes nacidos prematuros. Es cierto que ninguno puede ser considerado como exacto, completamente objetivo. Pero son adecuados para servirnos como guía a la hora de evaluar esta desagradable situación en un niño preverbal.De hecho éticamente debemos contemplar la evaluación del dolor infantil ya que desde hace años es sabido que tiene efectos deletéreos, impactando en el momento actual, como así también a lo largo de la vida de esa persona.Importantes autores en la materia (García et al, 2010) consideran al dolor como el quinto signo vital, lamentablemente esto no se aplica en todas las unidades de cuidado neonatal.En ocasiones se argumenta la dificultad que puede acarrear el utilizar herramientas como escalas para la evaluación de este fenómeno. Los profesionales de la salud están ocupados en tareas complejas, ciertas escalas requieren de diversos cálculos, deben observar, calcular, realizar un procedimiento, etc. Si bien se aconseja que exista un agente de salud del área encargado de supervisar los temas relacionados al dolor infantil, no siempre es posible implementar esta estrategia rápidamente. Por tal motivo, es importante que se reconozcan los particulares indicadores de dolor en los bebés prematuros, para poder contemplarlos según sus singularidades, sin comparar con edades gestacionales mayores (como pueden ser infantes nacidos a término, niños más grandes o inclusive los adultos).Se ha descripto en la literatura, desde hace décadas, conductas frente al dolor tales como el abombamiento de la frente, el apretar los párpados, el surco nasolabial pronunciado, a su vez que se ha estudiado el sonido y gesto del llanto. También es posible medir los parámetros fisiológicos, indicadores que podremos notar fácilmente al mirar los monitores a los cuales el bebé se encuentra conectado durante su internación. Estos parámetros suelen ser el aumento de la frecuencia cardíaca y la baja en la saturación de oxígeno. (Stevens et al, 1996)Pero estos indicadores no explican en todos los bebés sus experiencias de dolor; sino que, pocos trabajos, se han dedicado a estudiar también la posibilidad de que infantes prematuros (particularmente quienes padezcan problemas graves de salud o los de menores edades gestacionales) se encuentran inexpresivos y sus constantes fisiológicas pueden llegar a ser variables o demostrar una baja general de sus valores. (Gómez, 2021, 2022, 2023). Se ha llegado a describir al frozen baby (Gómez Paz, 2013) como un infante sin gestualidad ante el dolor, lo cual no invalida su experiencia, sino que demuestra la necesidad de seguir conociendo a esta población con mayor profundidad. Esta afirmación cobra relevancia, sobre todo, si tenemos en cuenta que Gibbins et al (2014) sostienen que escalas validadas como la PIPP o PIPP-R no logran captar el dolor neonatal en un 20% de los sujetos.En un estudio observacional pudo verse que 1 de cada 2 o 3 bebés pre¬maturos demostró falta de gestualidad ante un estímulo nocivo producido durante su internación (Gómez, 2022), respuesta que no suele ser contemplada en las escalas de dolor infantil. La Escala Argentina de Dolor en Infantes Prematuros (EADIP) – validación inicial (Gómez, 2021), integra estos datos para intentar una valoración más aproximada a la realidad del dolor del prematuro.Es necesario seguir investigando acerca del dolor en los diferentes grupos de edades gestacionales, conocer con mayor exactitud sus particulares maneras de expresarse, incluir en los estudios a los bebés prematuros con cada vez menores edades gestacionales de nacimiento. A su vez que se debe trabajar en la concientización del personal de salud frente al dolor infantil y sus distintas maneras de abordarlo, como también darle relevancia al entrenamiento en observación de lactantes.La capacidad de observación y la cercanía con el paciente podrá volver nuestra labor profesional aún más humana.