INVESTIGADORES
CORMICK Claudio Javier
artículos
Título:
Detrascendentalización y materialismo: un intento de recuperación filosófica contemporánea de Marx
Autor/es:
CLAUDIO CORMICK
Revista:
Herramienta web
Editorial:
Herramienta
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2009 p. 1 - 1
ISSN:
1852-4729
Resumen:
Intentamos profundizar en este trabajo la discusión de las críticas de Foucault al concepto de ideología en La verdad y las formas jurídicas, debate que, por otro lado, nos llevará, más allá de esta noción, a una discusión más amplia acerca del lugar del materialismo histórico en la escena filosófica actual. Luego de (1) reconstruir la recusación foucaultiana según la cual el marxismo no habría cumplido con la tarea de “situar” histórico-socialmente la verdad —pero si, y únicamente, las formas distorsionadas de conciencia— y acercarla a tesis de otros críticos contemporáneos de la “filosofía del sujeto” como son Rorty y Habermas, y que tampoco encuentran satisfecho en el marxismo el requisito de “detrascendentalización” de la conciencia cognoscente, pasaremos a (2) el análisis de La Ideología Alemana y las “Tesis sobre Feuerbach”, que parece confirmar una lectura de la “crítica de la ideología” como un esfuerzo por arraigar históricamente solo las formas  distorsionadas de conciencia. No obstante, en la medida en que comprendamos el carácter metateórico de la "crítica de la ideología" tal como Marx y Engels la llevan a cabo contra los "jóvenes hegelianos", entenderemos a un tiempo por qué era necesario que fueran representaciones falsas las que necesitaran ser situadas, y por qué son susceptibles de interpretaciones "ideológicas" de segundo orden también representaciones que no son ideológicas por sí mismas. Este marco “formal” se concretiza en la medida en que vemos realizada esta posibilidad al encontrar, como corolario concreto, la identificación por Marx de una “inversión ideológica” referida, no a formas “distorsionadas” de conciencia como la religión, sino a la interpretación metateórica “alienada” de representaciones no “ideológicas” por sí solas como lo son las categorías económicas, en el caso de Proudhon. (3) No obstante, no alcanza con responder a la objeción sobre si hay en Marx y Engels un intento de situar también la conciencia verdadera, desideratum compartido por Foucault, Habermas y Rorty: tenemos que verificar si se realiza y, antes aun, identificar las condiciones de esta tarea para poder considerarla cumplida. Adoptaremos aquí entonces una via negativa y señalaremos dos requisitos muy generales, que, a riesgo de ser heterogéneos y no exhaustivos, responden no obstante a inconvenientes reales. El primero es tanto el de Foucault como el de quien se limitara a invertir nuevamente la inversión ideológica y simplemente devolver la conciencia al status de un fenómeno superestructural: en ambos casos nos mantenemos en una consideración puramente empírica de la verdad, que lleva a eliminar del concepto toda dimensión normativa, como la que el propio discurso plantea inevitablemente. Así extraeremos un corolario contra el propio Foucault: es este mismo, irónicamente, quien no puede “situar” la verdad. A partir de hacer explícito este requisito de autorreferencialidad, (4) volveremos sobre la historización de las ideas que, contra Proudhon, plantea Marx al tratar de economía política, pero señalaremos la necesidad de no confundir, allí, con el problema de la contingencia histórica del objeto real de las categorías el de la historicidad específica de su conocimiento, a menos que nos hundamos en equívocos como los de Engels señalados en su momento por Louis Althusser. La distinción entre una y otra historicidades nos servirá de segundo recaudo general. A partir de estas consideraciones (5), ahora sí, puede arribarse al problema del tratamiento histórico del propio discurso por Marx en la medida en que comparamos los planteos metodológicos de Miseria de la filosofía con los de la Introducción del ’57 y El Capital. Pero (6) no podremos evitar el paso por el debate que, nuevamente, Althusser suscita contra esta interpretación del marxismo. Este paso nos permitirá identificar tanto la clase de lectura de Marx en la que se puede apoyar la crítica de Foucault, como lo específico de la posición epistemológica de Marx, distinguiéndolo a la vez de su discípulo Althusser y de los “postmetafísicos” con los que iniciamos nuestro estudio. Podremos así arribar a una elucidación preliminar del marco filosófico de nuestra apropiación de Marx.