PERSONAL DE APOYO
WIEMER Ana Pia
artículos
Título:
Saile Echegaray y los albores de la botánica argentina
Autor/es:
PONCE J.; ARIZA ESPINAR L.; DIAZ GAVIER F.; SARTORI F. ; CHIARINI F.; A. P. WIEMER; HICK P; BERNARDELLO G.
Revista:
Folium, Relatos Botánicos
Editorial:
Sociedad Argentina de Botanica
Referencias:
Año: 2021 p. 28 - 41
ISSN:
2618-348X
Resumen:
En la segunda mitad del siglo XIX, el estudio de lasciencias exactas y naturales no estaba desarrollado aúnen la Argentina, ya que no había investigadores formadosni profesores especializados en su enseñanza. El presidenteDomingo F. Sarmiento, atento a estas circunstancias, lesolicitó al Director del Museo Público de Buenos Aires, elalemán Germán Burmeister, información para promover estasciencias. Éste sugirió a la Universidad de Córdoba como ellugar más conveniente para fortalecerlos. Esta Universidad, lamás antigua del país, había sido fundada en 1613 por los Jesuitasy había obtenido en 1621 la potestad de conferir grados.A pedido del presidente Sarmiento, el Congreso de la Naciónpromulgó entonces, el 11 de setiembre de 1869, la ley 322que autoriza al Poder Ejecutivo para contratar dentro ó fuera delpaís hasta 20 profesores, que serán destinados a la enseñanza deciencias especiales en la Universidad de Córdoba y en los ColegiosNacionales.Este es el inicio de la Academia Nacional de Ciencias (ANC) consede en Córdoba así como del establecimiento en el centro del paísde los primeros investigadores extranjeros, particularmentezoólogos, geólogos, paleontólogos y botánicos dentro de lasciencias naturales (Depetris, 2019). Se crearon seguidamentey también en Córdoba los Museos de Mineralogía, Botánica,Zoología y Paleontología, donde se coleccionaban, clasificabany estudiaban los materiales recogidos en las primerasexploraciones hechas en Argentina, desde la Academia, porsus investigadores y asociados. Los naturalistas europeos,seguramente, vinieron motivados por el estrecho vínculo entrela naturaleza y los viajes, sobre todo en regiones del planeta