EN BUENOS AIRES
Más de 70 investigadores del CONICET participaron de Congreso Internacional de Arqueología
Reunió 154 trabajos de 358 investigadores de 28 países con los cinco continentes representados. Es la primera vez que se hace fuera de Europa.
Desde el 7 al 10 de noviembre se celebró en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el 11th International Symposium on Knappable Materials “From Toolstone to Stone Tools” (11° Simposio Internacional sobre Materiales Tallables), reunión científica multidisciplinaria de carácter internacional organizada por el Instituto Multidisciplinario de Historia y Ciencias Humanas (IMHICIHU-CONICET). El 11th ISKM tuvo como sede dos dependencias de la Universidad del Salvador.
“Nos enorgullece mencionar que esta es la primera edición del Simposio que tiene lugar fuera del continente europeo, donde se creó y desarrolló hasta el momento, y que Buenos Aires ha sido elegida sede para la 11° reunión por votación de los participantes de ediciones anteriores”, explica Karen Borrazzo, investigadora adjunta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) e integrante del Comité Organizador. Además de la Dra. Borrazzo, formaron parte de dicho Comité Organizador las Dras. Jimena Alberti, Silvana Buscaglia, Analía Castro Esnal, Alejandra Elías y Nora Franco, todas ellas investigadoras del CONICET.
Especializado en temas de arqueología, el congreso reunió a 160 profesionales entre arqueólogos, geoquímicos y geólogos de 28 países y de todos los continentes, que se encuentran abocados al estudio de materiales tales como rocas, hueso, vidrio y cerámica trabajados por los primeros homininos hasta la actualidad por medio de distintas técnicas de talla. Cabe destacar que desde su 9° edición, que tuvo lugar en Rumania, el ISKM posee dos modalidades de participación, presencial y virtual, lo que magnifica su visibilidad e impacto global en el campo disciplinar. Tal es así que 40 profesionales más participaron del simposio de manera virtual desde diferentes partes del mundo.
Nora Franco, investigadora principal del CONICET y presidente del Comité Organizador y Científico, explica que el eje temático de este congreso fueron los estudios sobre artefactos tallados, producidos y utilizados por antiguos habitantes de distintas partes del mundo desde hace tres millones de años para desarrollar diferentes actividades de subsistencia. “La arqueología es la disciplina que busca conocer el comportamiento humano en el pasado a partir de los restos materiales y eso lo hacemos a través del estudio de distintas líneas de evidencia. Nos interesa saber que hacían, dónde dormían, dónde vivían, si escondían cosas en lugares especiales para buscarlas después. El estudio de los instrumentos de roca y los restos de su manufactura nos permiten saber qué actividades se desarrollaron, dónde, etc. Otras líneas de evidencia son el estudio de huesos de fauna para conocer, por ejemplo, qué comían, cómo lo trozaban, si al animal lo comían en el lugar donde lo cazaban o no”, explica Franco.
Los artefactos líticos son uno de los objetos que los antiguos habitantes producían en el pasado. Entre ellos, los más conocidos son las puntas de proyectil, pero también hay otras herramientas como los raspadores o cuchillos, que se hacían y usaban en actividades diarias. Se pueden realizar diferentes análisis sobre los instrumentos de piedra que permiten, por ejemplo, saber dónde obtenían las rocas (como obsidianas o sílices) y a partir de ello poder establecer por donde circulaban estos habitantes, qué estrategias de aprovisionamiento para sus rocas o vidrios usaban, cómo se utilizaban, si descartaban cosas en algún lugar, etc.
Franco destaca un aspecto importante de esta reunión científica: “La idea del congreso es crear vínculos entre investigadores, principalmente los más jóvenes y los estudiantes, para que tengan posibilidad de acceder a contactos con personas de otros lugares con los que están familiarizados a partir de la lectura de sus trabajos. El congreso brinda oportunidades para escuchar de manera directa temas que usualmente se escuchan en congresos que se desarrollan fuera del país, tales como las características de los artefactos de más de un millón de años en África o de más de 30.000 años en Europa, además de las formas de aprovisionamiento y utilización de los mismos en Alaska o en las poblaciones tempranas de América”.
Nora Flegenheimer, investigadora independiente del CONICET, se desempeña en Necochea en un Museo Municipal, en el área de arqueología y antropología. En el Congreso participó del Comité Científico, presentó un trabajo, coordinó una mesa, y organizó la excursión post simposio en Necochea para visitar canteras arqueológicas.
Flegenheimer es especialista en el estudio de materiales líticos y trabaja especialmente en la región pampeana en sitios relacionados con los primeros poblamientos del continente, hace unos doce mil o trece mil años (fines del Pleistoceno y comienzos del Holoceno). Su línea de investigación se enfoca en el estudio de los aspectos más sociales, “que es lo que las piedras nos dicen acerca de esas sociedades del pasado”.
“Hay una fuerte tradición de estudios líticos en Argentina. Este congreso permite intercambiar, actualizarnos en cuanto a técnicas, metodologías, formas de ver, formas de explicar las cosas. Entonces, siempre un congreso es interesante porque uno empieza a cotejar lo que uno hace con lo que hacen los demás, abrirse y pensar en proyectos conjuntos. En esta ocasión cotejamos con gente de todo el mundo y eso es inusual para nuestro país”, explica Flegenheimer.
Por su parte, Carlos Aschero, investigador principal (r) del CONICET que trabaja en la Puna argentina -en Catamarca y Jujuy- y en la Patagonia meridional -al noroeste de la provincia de Santa Cruz, en el río Pinturas y Cueva de las Manos-, destaca la variedad de trabajos presentados. “En mi caso que ya me estoy jubilando, impresiona la cantidad de gente joven que está en la materia, así que es muy lindo sentir como se va renovando la sangre en el sistema. La verdad que me sorprendió desde el comienzo la cantidad de temas que se trabajaron y el nivel en que se están trabajando”.
Y en relación a la relevancia de la Arqueología como disciplina, Aschero sostiene que: “Si tenés comunidades cerca sirve para sustentar su compromiso con su propia historia y sobre todo para su identidad. Si no existen comunidades autóctonas –criollas o indígenas- sirve para establecer una idea de lo que es la historia de la región en la gente. La arqueología tiene muchas posibilidades de análisis, podés trabajar en criterios de teorías evolutivas y no quedarte con lo histórico local o estar a la inversa, metido fuertemente en la historia local buscando ponerle voces al silencio de un montón de tiempos, de culturas, de milenios de gente que no tuvo escritura y que vivió, peleó para dejar un mundo mejor a sus hijos tal como nosotros. De esa gente me parece importante a nivel de la historia argentina que se los conozcan bien”.
En referencia a la importancia del congreso, Aschero, quien participó del Comité Científico del 11th ISKM, dice que hay que pensarla en tres niveles. “A nivel internacional se toma en cuenta lo que está pasando en Argentina con los estudios de los artefactos de piedra tallada, en particular con lo lítico por parte de los visitantes internacionales. En otra escala sirve a los fines de la formación de recursos humanos: los estudiantes que vienen aquí son muchos y este contacto con la gente de EE.UU., Australia, España, Francia y otros países generan una apertura mental fantástica. Y para los viejos como nosotros ver esta multiplicación es hermosísimo”.
En este sentido, Borrazzo, destaca que el 11th ISKM es diferente por la profusa y diversa participación internacional, la que materializa un proceso de larga data: “La asistencia presencial de investigadores destacados de distintos países en esta edición argentina del ISKM es producto de los vínculos que investigadores del CONICET han entablado a lo largo de los años con investigadores de otros países. Por otra parte, en Argentina no hubo antes un congreso de arqueología que tuviera un componente virtual, que permite que gente desde China o Australia pueda participar de manera remota y sumarse al funcionamiento normal de las sesiones a través de la plataforma que ofreció la Universidad del Salvador”.
Este evento contó con el auspicio de la Sociedad Argentina de Antropología, la Facultad de Filosofía y Letras -Universidad de Buenos Aires, el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano, y la Asociación de Arqueólogos Profesionales de la República Argentina, y el apoyo económico -otorgado a través de diferentes subsidios- del CONICET, el FONCyT-ANPCyT y el Ministerio de Cultura de la Nación.