DIVULGACION CIENTIFICA

Lombrices de tierra vs. contaminantes en suelos

Entrevista con la Dra. Carolina Masin*, especialista en taxonomía y ecología de lombrices de tierra, quien investiga en “vermiremediación” -el uso de lombrices para mejorar la calidad de sustratos contaminados-. Se desempeña en el INTEC (CONICET, UNL) de la ciudad de Santa Fe.


“Trabajo en el grupo de la Dra. Cristina Zalazar, del INTEC, en el que estamos abocados a estudiar el reciclado de residuos agropecuarios mediante biotecnologías para la obtención de biofertilizantes aplicados, en particular, a cultivos hortícolas de la costa Centro-Este santafesina. En ese marco, investigo en vermiremediación no solo de suelos sino también de otros sustratos o matrices contaminadas”, narra.

¿Qué debe entenderse por vermiremediación?

“Vermi”, en Latín, significa “organismo en forma de gusano”. Luego, en palabras simples, el término completo alude a la utilización de las lombrices de tierra para tratar suelo u otro sustrato  que está contaminado, es decir, transformarlo en un lombricompuesto, en humus, en un  sustrato “vitabilizado” e inocuo. Con sus hábitos, las lombrices hacen que el suelo, o lo que se coseche, contrarreste la carga de patógenos, minimizando riesgos para la salud humana y animal.

¿Qué funciones cumplen con relación al suelo?

Realizan acciones muy importantes porque no solamente intervienen en la transformación de residuos orgánicos -a través de su ingesta y en simbiosis con su microflora- en un sustrato más estabilizado sino que, mediante sus movimientos y desplazamientos, forman galerías en el suelo que ayudan a la infiltración, a la aireación y a la generación de microhábitats para otros organismos. En otras palabras, las lombrices ayudan a la estructura y a la fertilidad del suelo y contribuyen de forma trascendente con los denominados “servicios ecosistémicos”, algo que la mayoría de las personas desconoce.

¿A qué atribuís esta ignorancia?

Gran parte de la gente asocia a las lombrices con “carnada” para el anzuelo y únicamente identifica a Eisenia fetida, la más común, “la lombriz roja californiana”, encontrada en sustratos malolientes (de ahí que su nombre científico incluya la palabra “fétida”). Pero no saben que su función es transformar…

Las lombrices, ¿son longevas? ¿Y esta especie que estudiás?

Dependiendo de la especie de lombriz, pueden vivir muchos años… hasta 10. Eso sí, condiciona su esperanza de vida si la especie se cría bajo condiciones de laboratorio o de campo (en esta última vive un poco más). Respecto de las especies que estudiamos y criamos en laboratorio, considerando las más utilizadas en vermicompostaje y otras con potencial para ello, se estima que su esperanza de vida sería de 4-5 años.

¿En qué consiste tu actividad científica?

En el grupo de Cristina estudiamos distintas matrices, gran parte de las cuales son residuos de actividades agroindustriales, que requieren ser tratadas ya que su acumulación genera un panorama de contaminación en el ambiente. Para su tratamiento, algunas de estas matrices forman parte de biolechos o sistemas de biopurificación (línea de estudio que desarrollan la Dra. Maia Lescano y Cristina) donde, después de un tiempo, el sustrato obtenido se testea mediante ensayo/so con lombrices para establecer su inocuidad. Por otra parte, otro proceso aplicado a las matrices contaminadas es la vermiremediación, considerada mundialmente como una tecnología limpia para reducir, reciclar y reutilizar desechos orgánicos sin impacto ambiental y cuyos costes de inversión energéticos, y de mantenimiento, son moderadamente bajos. Aparte de trabajar con lombrices en bioensayos o en vermiremediación, en otros estudios que realicé “tomé” a estos organismos como indicadores del estado del suelo.

Estudios que se relacionaron con tu tesis…

Sí. En mi trabajo de tesis doctoral, en el cual realicé muestreos en más de 21 localidades de la Provincia de Santa Fe, en suelos con diferentes uso y manejo, las especies de lombrices que hallaba en cada sitio me aportaban información sobre el estado de su hábitat (suelo). Es importante tener presente que no todas las lombrices se comportan del mismo modo ya que difieren en sus desplazamientos en el perfil del suelo y también en el tipo y cantidad de materia orgánica que consumen. En este sentido, conociendo la categoría ecológica de la especie hallada, puedo obtener información previa sobre las condiciones del suelo, por ejemplo, si su cantidad de materia orgánica es buena o regular, grado de compactación, salinidad, etc. Además, la abundancia y riqueza de las comunidades de lombrices responden sensiblemente al nivel de perturbación antrópico del uso del suelo. Otro ejemplo: relevamientos realizados en sitios agrícolas con manejo intensivo del suelo mostraron tendencia hacia una diversidad baja de lombrices, llevando a inferir cuán buenas o inadecuadas son las prácticas agrícolas que se aplican. Así que podríamos decir que un “simple” organismo, asociado con una evaluación del suelo, puede brindarme una información clave del estado de ese suelo, un suelo que, como sabemos, es el recurso indispensable para nuestra producción, para nuestros alimentos.

¿Significa que, además de aportar a la calidad del suelo, nos muestran las deficiencias del mismo?

Así es. La lombriz, entre otros organismos edáficos, es un indicador muy valioso; es un componente más de la Naturaleza que, por sus cualidades, nos brinda, entre otras opciones, la posibilidad de resolver situaciones de problemáticas ambientales. La utilización de la vermiremediación también se cataloga como una “ecotecnología emergente”. Es decir, procesos nuevos que se están aplicando a gestiones destinadas a resolver situaciones ambientales asociadas con el tratamiento de residuos de efluentes provenientes de una fábrica o de un emprendimiento productivo. Por ejemplo, efluentes de muchos establecimientos pecuarios que necesitan tratar diariamente el estiércol y otras excretas animales que generan olores desagradables y situaciones de contaminación por su acumulación. En este tema, muchos países de Europa están teniendo en cuenta la vermiremediación como una tecnología económica, amigable con el ambiente y que no requiere de tantos recursos ni gastos para poder tratar eficientemente un efluente, un sustrato, que tiende a contaminar el ambiente.

Respecto de las excretas animales de los establecimientos de producción pecuaria, ¿qué papel juegan las drogas veterinarias?

Esta es una situación que también preocupa porque muchas de tales drogas, como parte de su biotransformación en el organismo, pueden ser eliminadas como metabolitos más activos o tóxicos que el compuesto inicial a través de las excretas, y algunos productores las utilizan como un fertilizante que aplican directamente en el suelo. De alguna manera, estarían llevando estiércol con contaminantes. Por todo ello, la idea es incorporar otras técnicas y procesos, como por ejemplo la utilización de las lombrices para tratar de transformar esas sustancias contaminantes en una matriz, en un sustrato inocuo.

¿Cómo realiza su “trabajo” la lombriz?

En este proceso de transformación lo hace de una forma simbiótica, en una relación “obligada”, necesaria, con los microorganismos, en particular con bacterias que forman parte de su tubo digestivo, en ese procesamiento que hacen de esos residuos orgánicos que ellas ingieren. Destaco que también se está estudiando, y mucho, esa “caja negra” -podríamos decir- de la relación de las lombrices con los microorganismos que hace que sean capaces de convertir un sustrato contaminado con metales pesados, con petróleo, en un lombricompost. Es maravilloso ser observador y analizar y comprender lo que la Naturaleza nos aporta en simples organismos que nos permiten resolver situaciones de contaminación muy serias. En síntesis: las lombrices fertilizan, mejoran el suelo y la calidad de vida y sirven como parámetro para determinar la calidad o la característica de los suelos.

¿Alguna anécdota de tus actividades en el campo?

Sí, cuando yo hacía los relevamientos en los campos llegué a uno ubicado en Videla (Sta. Fe) donde revisamos 60 bloques de suelo -metodología para obtener las lombrices- y solamente encontramos lombrices en dos. Al conversar con el productor supe que el propietario del campo realizaba monocultivo de soja desde hacía más de diez años… Entonces y ahora, al reflexionar sobre el “aporte” del productor quiero destacar que no es que una esté en contra de la agricultura sino a favor de cuestionar cómo se aplican las prácticas productivas, el manejo y cuidado del recurso suelo… en el que un régimen de perturbación conduce inevitablemente al impacto negativo de su componente biológico que es el motor de los sistemas productivos. Hace falta un manejo sustentable. Yo provengo de una familia abocada a la agricultura en la que no solo hemos hablado de las buenas prácticas agrícolas sino también de llevarlas a cabo.

¿Cuál ha sido tu principal aporte a la disciplina?

Considero que el aporte más sustancial fue y es sumar al estudio de las lombrices de tierra como potenciales organismos, no solo como una herramienta válida para evaluar y monitorear la calidad del suelo sino también en el campo de la biorremediación, su aplicación como alternativa metodológica (vermicompostaje, vermiremediación) para el tratamiento de residuos orgánicos contaminantes.

Recientemente, en Margarita (Sta. Fe), se realizó la Primera Feria Ambiental. ¿Qué reflexión te merece?

Se trató de un encuentro valioso e importante, que ha dejado huella como uno de los primeros acontecimientos sobre la temática en la región, repercutiendo más que positivamente ya que tuvo un acompañamiento significativo de diferentes actores locales y territoriales. Cabe recordar que esta Feria surgió en el marco del proyecto, que lidera la Dra. Cristina Zalazar, destinado a mejorar y promover la calidad ambiental de la región que se desarrolla entre la Cooperativa Agrícola Mixta Margarita Ltda. y el Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química (INTEC).

(*) Santafesina, Prof. de Biología, Lic. en Biodiversidad y Dra. en Ciencias Biológicas (UNL). Es Becaria Posdoctoral Temas Estratégicos -CONICET- en el Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química (INTEC/CONICET/UNL). 

 

Entrevistó: Lic. Enrique A. Rabe (ÁCS-CONICET SANTA FE).