Gaviotas Cangrejeras: Instalan colectores de residuos pesqueros en Mar Chiquita

El equipo del proyecta lleva más de un año de trabajo monitoreando los residuos de la Reserva para lograr como paso final la instalación de 24 dispositivos especiales para los residuos provenientes de la pesca deportiva. Se trata de los internacionalmente conocidos como “colectores de monofilamentos” y tienen como propósito colectar los residuos provenientes de la pesca: tanzas, líneas de pesca y anzuelos de descarte. El proyecto cuenta con el aval del Municipio de Mar Chiquita y está siendo acompañado por la Secretaría de Medio Ambiente local.

“A diez días de colocados los colectores el proyecto marcha muy bien. Tenemos muy buena respuesta de la comunidad de pescadores y vecinos del lugar”, afirma Germán García, investigador adjunto de CONICET Mar del Plata. Y agrega “Colocamos 24 colectores que van por todo el paseo de los pescadores, desde atrás del puesto policial hasta la boca de la laguna”.

Desde principios de 2017, un grupo conformado por biólogos y sociólogos, viene llevando adelante un monitoreo de residuos en varias de las playas de la Reserva. De esta manera, se evalúan no sólo residuos en superficie (aquellos que se ven) sino también en sedimento (aquellos que no se ven). Durante esta nueva etapa de proyecto, los integrantes del mismo seguirán monitoreando los residuos en las playas y en los nuevos colectores de residuos recientemente instalados. También se seguirá trabajando en conjunto con los actores claves del lugar para lograr la ejecución con éxito de este programa de reducción de monofilamentos.

“Uno de los desencadenantes de este proyecto fue la amenaza constante que está sufriendo una especie que visita las playas de Mar Chiquita durante su migración invernal. Esta especie, conocida vulgarmente como Gaviota Cangrejera o de Olrog, se asocia a los pescadores deportivos haciendo uso del descarte y sub-productos de la pesca generado por los mismos e interaccionando negativamente con su arte de pesca”, explica García.

Esta interacción resulta muchas veces en la mutilación de alguna de las extremidades o incluso la muerte de los individuos; las gaviotas suelen enredarse en líneas de pescas o ingerir anzuelos con carnadas los cuales son dejados por los pescadores sobre la arena o escolleras durante el armado de sus líneas.

El investigador señala que “Es por esto que se generó la idea de trabajar de manera interdisciplinaria con la comunidad de pescadores en un programa de manejo responsable de accesorios y líneas de pesca. La instalación de los “colectores de monofilamentos” está acompañada de señalética y folletería educativa para abordar el problema. De esta manera, buscamos mejorar la práctica por parte de los pescadores, lo cual hará reducir la cantidad de accesorios y líneas de pesca disponibles para las gaviotas en una de las principales áreas de alimentación y descanso durante su migración post reproductiva”.

A través de este programa de reducción de monofilamentos se busca poner un freno a la cantidad de tanzas que “vuelan” y se entierran por las playas de Mar Chiquita y en el fondo de la laguna. “No sólo será un beneficio para el medioambiente sino también para todos los usuarios, es una cuestión sanitaria. Si logramos frenar hoy el avance en la acumulación de tanzas y restos de pescas en el fondo de la laguna podríamos darnos la posibilidad de pensar en limpiar lo que por decenas de años se viene acumulando en el fondo”, agrega García.

El proyecto es dirigido por German García y Juan Pablo Seco Pon, ambos pertenecientes al IIMyC, y cuenta con la colaboración de Ariadna Gorostegui Valenti de la Facultad de Ciencias de la Salud y Maximiliano Hernández, Mauro Bonavita, Valeria Pomponio, Francisco Zumpano, Mercedes Laurentxena, Melina Castano, Agustina Quadri Adrogué de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Mar del Plata.