CIENCIA Y MEMORIA

Franchi participó de las Jornadas por la Identidad y la Memoria en Tucumán

La presidenta del CONICET expuso en las jornadas por la conmemoración de los 35 años del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG). Además, especialistas del Consejo y el BNDG disertaron sobre Ciencia y Memoria.


En conmemoración del 35º aniversario de la Creación del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) se realizaron las Jornadas por la Identidad y la Memoria en Tucumán donde la presidenta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Ana Franchi, participó del panel llamado “Políticas públicas y articulación”. Allí las y los participantes se refirieron a la importancia de las políticas de investigación y de difusión que especialistas del CONICET y el BNDG promueven y el compromiso de la investigación con el esclarecimiento de los actos cometidos y de sus responsables, y la reflexión para seguir construyendo y sosteniendo la memoria sobre aquella etapa nefasta. Dichas Jornadas fueron organizadas por el Centro Científico Tecnológico (CCT) CONICET NOA Sur y el BNDG. Cabe destacar que en 2020 el CONICET firmó un convenio marco de cooperación con el BNDG y luego, en 2022 se rubricó un convenio específico entre el BNDG y el CCT CONICET NOA Sur, mediante los cuales se llevan a cabo diversas acciones que incluyen la toma de muestras, la ejecución de excavaciones y la realización de seminarios, entre otras.

Durante el encuentro, la presidenta del CONICET, Ana Franchi, celebró la realización de las jornadas y que se lleven a cabo en una provincia como Tucumán, con su historia en relación a la dictadura. Enfatizó el rol de la comunidad científica durante la pandemia y remarcó el rol y la inversión del Estado en materia de ciencia y tecnología: “Si queremos ser un país exportador de materias primas la ciencia es un gasto. Y en la pandemia se demostró más que nunca que la ciencia y la tecnología es soberanía. La ciencia es una inversión, y tiene que ser un derecho humano al alcance de todos y todas. Y lo tenemos que defender como tal, como defendemos nosotros cada vez que se ataca la educación pública. La ciencia además de contribuir a mejorar la calidad de vida de todas y todos, tiene que contribuir a los temas asociados a la identidad, a los derechos humanos, a la memoria, a la verdad y a la justicia”.

Y afirmó: “La articulación entre Ciencia y Derechos Humanos es fundamental para construir una sociedad más justa e inclusiva. Estos últimos años en el CONICET hemos firmado un convenio con el Banco Nacional de Datos Genéticos para distintos trabajos conjuntos y acciones, también con Abuelas para digitalizar su archivo e hicimos una Comisión de la Memoria. El CONICET jamás había investigado sobre lo que había hecho y lo que había sucedido dentro de nuestro organismo durante la dictadura. Nunca habíamos pedido perdón por dos cosas: una es que no nos investigamos, no dijimos acá pasaron cosas horrorosas, no solo en todo el país, sino dentro de nuestro propio organismo. Y por supuesto, como organismo del Estado por su complicidad en las políticas de desaparición, de asesinato, de tortura.

En esta línea, sostuvo: “Y dentro de las consignas de memoria, verdad y justicia empezamos a investigar, encontramos ocho personas detenidas, desaparecidas, que pertenecían al Consejo. Los reconocimos y recuperamos sus legajos. Y esto para nosotros fue muy importante, fue comprometer a nuestro organismo por la defensa de los derechos humanos, claramente para seguir investigando, porque además encontramos una lista enorme de exonerados, de personas que abandonaron realmente el lugar de trabajo, pero porque tuvieron que exiliarse ¿Un exilio externo o interno? Personas que estamos detectando que no han podido acogerse al beneficio jubilatorio porque le faltaron años de trabajo, años donde se fueron a trabajar en lo que pudieron y bastante escondidos. Nuestra Comisión de la Memoria este 24 de marzo cumplió un año y continúa trabajando con todo esto. Queremos, sobre todo que los y las jóvenes, recuerden y sepan lo que pasó y fundamentalmente sepan que nosotros y nosotras vamos a luchar para que no vuelva a pasar, pero que para eso no nos podemos olvidar que la memoria es fundamental.”

Por su parte, la directora del BNDG, Mariana Herrera, expresó: “Cuando miro a los jóvenes, veo a los bisnietos de las Abuelas; a esos chicos que, por propia herencia al momento de que se les sustituyó la identidad a sus padres, heredaron esa identidad fraguada. Son los jóvenes quienes tienen que interpelar a la generación de sus padres para la búsqueda. Cuando nosotros hablamos de articulación, no solo hablamos del trabajo del BNDG o de la Unidad Especializada para Casos de Apropiación de Niños durante el Terrorismo de Estado (UFICANTE), ni del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) o de los científicos del CONICET, sino que también depende de que toda la sociedad se comprometa con la búsqueda. Porque el derecho a la identidad es liberador para todos”.

Finalmente, el director del CCT CONICET NOA Sur, Atilio Castagnaro, habló de diferentes experiencias de su registro personal e histórico que indican las labores de investigación en Derechos Humanos. Uno de estos trabajos es el informe de la Comisión bicameral sobre las violaciones de los derechos humanos en la provincia de Tucumán en el año 1984. “Se crea una comisión bicameral para que se investiguen las violaciones de los derechos humanos que se habían cometido en la provincia. Esta comisión hizo un trabajo extraordinario, se emitió este informe a la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) y a la Comisión de Derechos Humanos que se había creado en esos momentos en el seno del honorable Consejo Superior de la UNT”. 

Otro registro que comenta Castagnaro, es que se buscó la posibilidad de hacer justicia: “Trabajamos mucho buscando justicia y por supuesto buscando también la posibilidad de producir conocimiento de algún modo para que las leyes de obediencia debida y punto final fueran anuladas porque había allí una lucha entre los técnicos, entre la gente que sabía de estos temas de derecho”. Además comentó que: “Otro hito que me parece digno de mencionar es que el 14 de diciembre de 1996 inauguramos el primer Bosque de la Memoria en San Javier, con la ayuda de la UNT. La importante ayuda de la gente que trabajaba allí, tanto docentes como no docentes, investigadores e investigadoras”.

Anteriormente, Franchi se reunió en la Casa de Gobierno de Tucumán con el vicepresidente de la Legislatura, a cargo del  Poder Ejecutivo, Regino Amado; la secretaria general de la Gobernación, Silvia Pérez; el ministro de Educación, Juan Pablo Lichtmajer; el ministro de Seguridad de Tucumán, Eugenio Agüero Gamboa; el subsecretario de Integración Regional a cargo de la Secretaría de Relaciones Internacionales de Tucumán, Mariano Fernández; el secretario de Innovación y Desarrollo Tecnológico, Roberto Tagashira; y el director del Centro Científico Tecnológico (CCT) CONICET Tucumán, Atilio Castagnaro. “Este encuentro fue para analizar cómo podemos apoyarnos mutuamente entre Provincia y Nación para un desarrollo científico tecnológico que beneficie a la gente”, señaló Franchi.

Asimismo, previo al panel y la reunión donde participó Franchi, en la Escuelita de Famaillá, Tucumán, especialistas del CONICET y del BNDG dieron cuenta en mesas panel y charlas temáticas de la importancia de la provincia de Tucumán en las búsquedas por la identidad y la memoria. Esto tanto por su pasado histórico, por las prácticas sociales y genocidas que se emplearon desde 1975 con el Operativo Independencia, como por todo el trabajo que se viene realizando en Tucumán en pos del esclarecimiento de los hechos y la restitución de la identidad, tanto de las personas asesinadas como de los niños/as nacidos/as y apropiados/as durante el cautiverio de sus madres. También, se realizaron recorridos guiados por los sitios de tortura y de desapariciones forzadas donde se continúan haciendo hallazgos que evidencian las terribles acciones cometidas durante la última dictadura cívico-militar.

Además, en la Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo (IML) de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) se realizó la mesa panel “La genética forense como herramienta de restitución de la identidad biológica”; que estuvo a cargo de especialistas del BNDG. Luego, en el panel “Aportes de la Antropología y la Arqueología Forenses a la resolución de delitos de lesa humanidad”; participaron miembros del Colectivo de Arqueología Memoria e Identidad de Tucumán (CAMIT) y del Laboratorio de Investigación del Grupo Interdisciplinario de Arqueología y Antropología Tucumán (LIGIAAT).