CIENCIAS EXACTAS Y NATURALES
Ferrucyon avius: el nuevo género de cánidos descrito por investigadores del CONICET
El hallazgo rectifica una creencia con más de 30 años en la paleontología y permite avanzar sobre la reconstrucción de la evolución de los mamíferos de América.
En una investigación publicada recientemente en Journal of Vertebrate Paleontology, los investigadores del CONICET Damián Ruiz Ramoni y Francisco Prevosti, en conjunto con científicos de México e Italia, propusieron un nuevo género de cánido. El descubrimiento que resuelve una incógnita con más de 30 años en la historia evolutiva de los cánidos del sur, fue realizado en base a la reinterpretación de un fósil de una especie de zorro hallado en los años 70 en Baja California, México.
Hace aproximadamente 3 millones de años, el surgimiento del Itsmo de Panamá, un puente natural ubicado en América Central, posibilitó el intercambio de fauna entre dos masas continentales que, hasta ese momento, se encontraban separadas. En este evento, conocido como “El gran intercambio biótico de las Américas”, ingresaron ancestros de varios de los mamíferos del continente, entre ellos los cánidos. Millones de años después, un grupo de paleontólogos descubrió en Baja California el fósil de un cánido del Plioceno temprano, entre 4.9 y 4.3 millones de años atrás, que interpretaron como un pariente del grupo que llegó a América del sur.
“En 1980, los investigadores mexicanos estudiaron el fósil. La morfología de sus huesos les hizo pensar que era un pariente antiguo del zorro cangrejero, Cerdocyon thous, por lo que fue nombrado como Cerdocyon avius”, explica Ruiz Ramoni, becario postdoctoral del CONICET en el Centro Regional de Investigaciones Científicas y Transferencia Tecnológica de La Rioja (CRILAR, La Rioja – SEGEMAR – CONICET- UNLAR – UNCA). Y agrega: “A lo largo de los años, esta especie fue considerada por algunos investigadores como el eslabón que vinculaba a las Américas en la evolución de estos mamíferos”.
Anteriormente, en el 2010, Francisco Prevosti, investigador principal del CONICET en el Museo de Ciencias Antropológicas y Naturales (Secretaria de Ciencia y Tecnología- Universidad Nacional de La Rioja), ya había comenzado a cuestionar la asignación taxonómica del fósil hallado en México. El científico observó en su tesis doctoral una relación entre Cerdocyon avius y el zorro gris, Urocyon cinereoargenteus, un zorro que pertenece a un grupo natural no emparentado con los cánidos sudamericanos. Esta situación acentuó la incógnita sobre la verdadera relación del zorro de Baja California con el origen del grupo suramericano.
Con el objetivo de reconstruir la historia de este fósil, los investigadores efectuaron un detallado análisis filogenético y lograron realizar, por primera vez, una descripción completa del esqueleto. Así, concluyeron que “la clave para entender este fósil estaba en la mandíbula y en los dientes”, explica Ruiz Ramoni. “La presencia de cúspides extras en los molares, y una forma más grácil en la mandíbula dio los primeros indicios de que este animal no estaba relacionado con el zorro de monte, y más aún, con ningún cánido del linaje suramericano. No era el eslabón perdido”, puntualiza el científico.
El Ferrucyon avius
Dadas las diferencias morfológicas con el árbol filogenético de los cánidos sudamericanos, los investigadores se vieron en la necesidad de describir una nueva entidad biológica. El fósil fue renombrado como Ferrucyon avius, en homenaje a Ismael Ferrusquia Villafranca, quien participó en la investigación original sobre este espécimen y realizó importantes contribuciones en el campo de los mamíferos fósiles del territorio mexicano. “El ahora llamado Ferrucyon avius, es un nuevo miembro de zorros de América del Norte y del viejo mundo”, afirma Ruiz Ramoni.
En tanto, Prevosti sostiene: “Corroboramos que hasta el momento no hay evidencia de que los géneros de zorros sudamericanos se hayan originado en América del norte. Aparentemente la diferenciación a nivel género y especie ocurrió en América del sur”. Y agrega: “Estos carnívoros encontraron en América del Sur, nichos ecológicos vacios y pudieron ocuparlos, diversificarse y así generar muchas especies y varios géneros”.
Por Yasmín Noel Daus