CIUDAD DE TANDIL

El presidente del CONICET dialogó con estudiantes universitarios de carreras de ciencias exactas

Las autoridades del Consejo participaron en la segunda edición del Congreso Nacional de Estudiantes de Ciencias Exactas (CoNECEx).


El presidente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), doctor Roberto Salvarezza, y el vicepresidente de Asuntos Tecnológicos del organismo, ingeniero Santiago Sacerdote, participaron del II Congreso Nacional de Estudiantes de Ciencias Exactas (CoNECEx).

El mismo tuvo lugar en el campus de la Universidad Nacional del Centro (UNICEN) en la ciudad de Tandil, provincia de Buenos Aires, y recibió a estudiantes de todo el país, durante dos días de exposiciones y debates.

La charla inaugural fue brindada por las autoridades del CONICET, donde las mismas expusieron la actualidad de las políticas de ciencia y técnica del país, los avances y los desafíos que enfrenta el Consejo y la evolución del mismo en esta última década.

Durante su exposición, el doctor Salvarezza indicó que “el presupuesto que ejecuta el CONICET en el 2014 es de más de 3800 millones de pesos. Tenemos que justificar lo que la sociedad invierte en el sistema de ciencia y técnica, y sabemos que tener más investigación significa tener mejor salud, a través de la medicina trasnacional; mejor gestión en municipios o ministerios, insertando recursos humanos calificados; o ir hacia la soberanía energética, apostando a empresas como Y-TEC”, y agregó que “hay que impactar en la sociedad, y transformar nuestro país desde el conocimiento”.

En este sentido, destacó que todos los países desarrollados saben que necesitan investigación para sostener las economías. Es por eso que existe la “decisión de poner el conocimiento científico en función del crecimiento del país. Es muy importante que la definición de temas de investigación esté dada por el estado democrático que nos representa”.

El presidente del CONICET reflexionó sobre la historia de la investigación en la Argentina que tradicionalmente se ha ocupado de los temas determinados por la curiosidad del científico mientras que hoy es posible ampliar la investigación a temáticas definidas desde el Estado y la sociedad en general.

Para concluir, invitó a los estudiantes a la reflexión, destacando que “hoy hemos fortalecido el sistema científico y educativo. El CONICET y las universidades nacionales tienen recursos humanos altamente calificados, mejores laboratorios, mejor infraestructura. Mucho se ha invertido en ciencia y educación. Ahora necesitamos apropiarnos del conocimiento que genera el sistema de Ciencia y Técnica y llevarlos a la práctica”.

Por su parte, el ingeniero Santiago Sacerdote disertó sobre Políticas Orientadas y nuevos paradigmas en la actividad tecnológica del CONICET, y puntualizó sobre el rol del Estado como actor y motor del desarrollo productivo, invirtiendo en infraestructura, promoviendo la educación, e impulsando la política científica tecnológica.

Explicó que “este rol protagónico, que genera y aplica conocimiento para el desarrollo, estaba fuera de la agenda pública hace poco más de diez años”. Además, remarcó que hoy los sectores productivos se mueven en ambientes más competitivos, y es en este entorno en donde se revalorizan las capacidades públicas de I+D. Las empresas necesitan de las capacidades locales, y así aparece el Estado como actor, promotor, y socio de las empresas.

Asimismo, destacó la fuerte transformación estructural del sistema científico y tecnológico nacional, y la necesidad de entender y palpar en los organismos que forman parte de este sistema “que hay un cambio en el comportamiento de las personas, no solo porque hay un plan, sino porque están convencidos en el sistema y en la dirección que toma la política del Estado”.

En este sentido, Sacerdote se refirió a la búsqueda desde el CONICET de fortalecer las capacidades del sistema, y orientarse hacia el entorno, para conocer y dar respuesta a las necesidades de la sociedad. “Esto se logra produciendo mayor articulación público privada, y trabajando en una lógica de complementación de capacidades, entre los organismos del sistema” expresó.

“Los ejes de esta política son aumentar la cantidad de investigadores que se involucren en actividades de Investigación Orientada o de Desarrollos Tecnológicos, la consolidación de centros de I+D regional y/o temáticos, y la promoción de la política orientada desde el financiamiento de las investigaciones” indicó el vicepresidente de Asuntos Tecnológicos.

Y agregó que “si buscamos hacer ciencia como motor de desarrollo en todo el territorio nacional, es necesario que generemos las capacidades donde están las necesidades. Para eso tuvimos que repensar los espacios, ya que era muy difícil crear nuevos institutos donde no había investigadores. Así se crean los Centros de Investigaciones y Transferencia (CIT), con la universidad como socio, promoviendo la radicación y consolidación de grupos de investigación en distintos puntos del país”.

Finalmente, se refirió a la historia del CONICET como generador de conocimientos, y su presente, en el cual se busca salir de la lógica de oferta y demanda, donde el Consejo ofrece las patentes que tiene o los servicios que provee, para pasar a un esquema donde se pregunte acerca de los desafíos tecnológicos de un sector productivo determinado, y a largo plazo. De esta manera, el organismo aparece como un impulsor activo de proyectos de desarrollo tecnológico, creando Empresas de Base Tecnológica (EBT), y como socio estratégico del sector productivo en su actividad de I+D.

“Si hacemos todo esto, es fundamental que podamos comunicarlo de manera más eficiente, y sobre todo transferirlo a la sociedad” concluyó Sacerdote.

Durante el acto de apertura del Congreso, estuvieron presentes el rector de la Universidad Nacional del Centro (UNICEN), Roberto Tassara, el vice decano de la Facultad de Ciencias Exactas de la misma casa de estudios, Martín Santiago, el director del CCT Tandil, Carlos Lanusse, y el presidente del Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Exactas (CEFCE), Ulises Chialva.