COOPERACIÓN

El CONICET participó de un debate sobre Desertificación y Sequía

Autoridades de distintas instituciones participaron de un evento de concientización y debate sobre esta temática.


La Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación (SAyDS) realizó la Jornada por el “Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía”. La apertura del evento contó con autoridades de la SAyDS, del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

Jorge Tezón, gerente de Desarrollo Científico y Tecnológico del CONICET, expresó que “el proceso de desertificación es un proceso de generación de pobreza y nuestra obligación como ciudadanos, técnicos y científicos es ayudar a superar este flagelo”.

Por su parte, Silvia Révora, subsecretaria de Planificación y Política Ambiental de la SAyDS, destacó “la necesidad de trabajar en sinergia con todos los organismos del Estado Nacional que tienen el mismo objetivo en la lucha contra la desertificación”.

En este sentido, Francisco Anglesio, presidente del INTA, comentó la importancia de las políticas públicas para luchar contra la desertificación y así “apostar a mejorar la calidad de vida de los argentinos”.

Luego de la apertura, se presentó una muestra permanente de productores campesinos de nuestro país. Además, se realizaron dos mesas de debate con la presencia de expertos en las temáticas “Observatorio Nacional de Degradación de Tierras y Desertificación” y “Tecnologías Aplicadas”.

En 1994, la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el 17 de junio como Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía, en conmemoración de la aprobación de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULCD) realizada ese mismo año. En este marco, se llamó a desarrollar diferentes actividades alrededor del mundo con el objeto de concientizar y sensibilizar a la población acerca de ese flagelo. La desertificación es la degradación de la tierra en tierras secas, casi la mitad de la población mundial (42%) vive en áreas degradadas.