El CONICET lamenta el fallecimiento del Ing. Alberto Arcodaci

Con el fallecimiento de Alberto Arcodaci, profesional principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) desde 1983, desaparece un referente de la integración entre ciencia, tecnología e industria.

Arcodaci, ingeniero químico de profesión, se vincula a fines de la década del 70 a la Planta Piloto de Ingeniería Química (PLAPIQUI, CONICET-UNS) y posteriormente a la Fundación del Sur para el Desarrollo Tecnológico (FUNDASUR). En dichas entidades cumplió un rol destacado en la puesta en marcha del Programa de Investigación y Desarrollo del Complejo Petroquímico (PIDCOP), del que participaron junto a la Universidad Nacional del Sur (UNS) y el CONICET las empresas del complejo petroquímico de Bahía Blanca.

Según el Dr. Esteban Brignole, investigador superior del CONICET, Arcodaci acuñó una frase que lo identifica: “invertir la flecha”. Es no pensar que la innovación nace sólo del ámbito científico, sino que debemos indagar la realidad socio productiva en busca de oportunidades en donde el sistema científico puede agregar valor y factibilidad. Es así que fue un eslabón esencial en la absorción de tecnología y en la concreción de centenares de proyectos de investigación y desarrollo concertados por los institutos del CONICET e investigadores de la UNS con el sector industrial, socio – económico y gubernamental, miles de servicios técnicos. Desarrolló una intensa actividad de capacitación y difusión para el complejo petroquímico, el ámbito regional e internacional. Dentro de un complejo marco de factores políticos, sociales y económicos contribuyó eficazmente a la consolidación del PLAPIQUI/PIDCOP del que fue su último Jefe de Programa.

En los años noventa participó activamente en proyectos de planificación regional, como el Perfil Industrial de Bahía Blanca, para el Consejo Federal de Inversiones, Neuquén 2020 para el Gobierno de dicha provincia y de desarrollo industrial para FOMICRUZ, Provincia de Santa Cruz y recientemente en la coordinación de la Mesa Regional de Energías Renovables.

En el campo de difusión y educación, con la puesta en valor de la “Casa Coleman” Muestra Permanente de Ciencia y Desarrollo CONICET-FUNDASUR en Bahía Blanca, también demostró su capacidad para convertir visiones en realidades, organizando muestras que contribuyeron a la capacitación de miles de alumnos de escuelas primarias y secundarias. Como por ejemplo el convenio de FUNDASUR y la Universidad de Tarragona –APQUA- que permitió que más de 12.000 alumnos de colegios secundarios adviertan la importancia del uso de métodos científicos.