El CONICET lamenta el fallecimiento de Dorina Stefani



Fue investigadora superior del CONICET en el Instituto de Investigaciones Cardiológicas “Prof. Dr. Alberto C. Taquini” (UBA-CONICET) y Doctora en Humanidades Médicas. Su fuerte vocación científica se manifestó tanto en la generación de nuevas líneas de investigación, como en la formación de numerosos científicos y científicas jóvenes.

A lo largo de su vida académica, la Dra. Dorina Stefani logró una abundante, original e influyente producción en la gran área de Ciencias Sociales. Especialmente, en relación con el estudio de adultos mayores, del ciclo vital (sentido de la vida, jubilación), de cuidadores de pacientes con enfermedades neurológicas, de factores psicosociales vinculados a enfermedades crónicas (hipertensión arterial, enfermedades cardiológicas, diabetes), y del vínculo con el médico. Su fuerte vocación científica se manifestó tanto en la generación de nuevas líneas de investigación, como en la formación de numerosos científicos y científicas jóvenes.

Su legado se extiende entre múltiples investigadoras e investigadores que se desempeñan actualmente en el CONICET y en diversas universidades nacionales. Nacida en Italia y radicada desde temprana edad en Argentina, se interesó con fervor por la vida del ser humano en sociedad. Es por ello que estudió Sociología para luego doctorarse en Medicina Social. Desde su formación inicial bajo la guía del notable discípulo del Dr. Bernardo Houssay, el Dr. Horacio J. A. Rimoldi, su vida científica se desarrolló en prolíficas colaboraciones con destacados colegas y discípulos que la acompañaron en diversas universidades e institutos de investigación.

Dejó una influencia perdurable en instituciones públicas y privadas, especialmente en la Universidad de Buenos Aires (UBA). En su producción se destacan los estudios relacionados con las representaciones sociales en el imaginario argentino y numerosos hallazgos aplicados de la medicina social, sobre todo vinculados a los efectos psicosociales de padecimientos crónicos. También son relevantes sus influyentes aportes para la comprensión de los cuidadores de personas con demencia y valiosos aportes a la psicogerontología.

Tempranamente, logró advertir e integrar la cuestión de género en sus investigaciones y toda su producción estuvo marcada por una fuerte preocupación social y una especial sensibilidad contra la injusticia y la desigualdad. Su humanismo, su capacidad de diálogo y de lucha, junto con una infrecuente lucidez social son los atributos fundamentales que le valieron tantas amistades en el mundo de la investigación. Éste es el principal legado que la Dra. Dorina Stefani supo dejar al CONICET y a cada uno de sus discípulos, quienes tuvieron el honor de trabajar a su lado. Dicho legado, sólo pudo desarrollarse en el contexto facilitador que el mismo Consejo promueve como máxima institución de investigación en Argentina.

Guillermo Macbeth, su yerno quien es investigador del CONICET, expresó: “Compartimos un tiempo de trabajo hace años en el Instituto de Investigaciones Psicológicas de la Universidad del Salvador que dirigía en aquel momento Alfredo López Alonso (Investigador Superior ya fallecido). Dorina participó allí en varios proyectos de investigación del Instituto y colaboró con el Doctorado en Psicología de la misma universidad. Dorina era mi suegra. Tuvo una influencia muy importante en la formación de mi esposa Eugenia Razumiejczyk -hija de Dorina- (también CIC-CONICET) y en la mía”.

Colaboraron en la semblanza Guillermo Macbeth y sus principales discípulas, Carolina Pereyra Girardi y Déborah Ofman. También Carolina Feldberg, Florencia Tartaglini, Paula Hermida y Pedro Cófreces. Éste era su equipo inmediato de trabajo, hoy en plena actividad de investigación en el CONICET, la UBA y otras universidades, todos formados por Dorina.