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El CONICET formó parte del VI Congreso Argentino de Microbiología Agrícola y Ambiental
El encuentro, celebrado en la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires, contó con la participación de numerosos expertos, que disertaron sobre los avances en el campo de la microbiología agrícola y ambiental y su contribución para un desarrollo sustentable. Del evento, además de investigadores del Consejo, participaron empresas de base tecnológica impulsadas desde el organismo.
Entre el 24 y el 26 de septiembre se llevó a cabo, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el VI Congreso Argentino de Microbiología Agrícola y Ambiental (VI CAMAyA 2025), organizado por la División Microbiología Agrícola y Ambiental de la Asociación Argentina de Microbiología (AAM), en el marco de su 20° aniversario. Del encuentro, celebrado bajo el lema “Del ambiente a la aplicación: microorganismos para el desarrollo sustentable”, participaron numerosos investigadores del CONICET y de otras instituciones académicas, tanto nacionales como internacionales, quienes disertaron sobre los últimos avances científicos y tecnológicos en el campo de la microbiología aplicada. Asimismo, contó con el financiamiento del Consejo a través del programa para la organización de Reuniones Científicas y Tecnológicas. Los ejes centrales fueron el rol de los microorganismos en la bioeconomía y la producción sustentable; el potencial de la biodiversidad microbiana como recurso para enfrentar desafíos ambientales; y el papel de la microbiología básica y aplicada en el marco del enfoque “Una Salud”.
“El CAMAyA es un evento que tiene una amplia trayectoria y cuenta con la participación de investigadores de todo el país. Cada congreso tiene una impronta particular, pero siempre está vinculado al desarrollo y al favorecimiento de la agricultura sustentable”, afirma la Dra. Inés García de Salamone, Presidente de la Comisión Organizadora del VI CAMAyA y profesora asociada de la cátedra de Microbiología de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA).
Durante tres jornadas de trabajo se compartieron avances en investigación básica y aplicada sobre microbiología en sistemas agrícolas, ambientales y biotecnológicos. El encuentro se consolidó como un espacio de intercambio para científicos, profesionales y startups biotecnológicas interesadas en promover soluciones innovadoras y sostenibles.
Conferencias plenarias, mesas redondas y espacios de difusión
De las seis conferencias plenarias que se presentaron a lo largo del congreso, cuatro estuvieron a cargo de científicos del CONICET: la Dra. Natalia Gottig Schor, del Instituto Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR, CONICET-UNR), disertó sobre la biorremediación y biodetección de metales en aguas a través de bacterias ambientales; el Dr. Guillermo Maroniche, de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Mar del Plata, expuso sobre el impacto de los biofilms mutiespecie en la agricultura; la Dra. Roxana Medina, del Centro Referencia para Lactobacilos (CERELA, CONICET), habló sobre el uso de bacterias lácticas como inoculantes de ensilaje, mientras la Dra. Elena Orellano, del IBR y de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la Universidad Nacional de Rosario, disertó sobre Ralstonia solanacearum: de la vida en el suelo a la interacción con la planta hospedadora. Las otras dos conferencias fueron presentadas por el Dr. Ramón Batista, de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (México) y el Dr. Nicolás Rascován, de la Université Paris Cité (Francia).
El CONICET también estuvo presente en las diez mesas redondas con la participación de científicos como oradores y moderadores. También, en los espacios de difusión, como el espacio de la Red de Control de Calidad de Inoculantes (REDCAI, AAM), del cual participaron las cámaras empresarias de bioinsumos, y el espacio de la Revista Argentina de Microbiología de la AAM, la cual es Open Access y tiene un factor de impacto de 2,1 (2024).
En relación a las temáticas abordadas durante los tres días que duró el congreso, el Dr. Diego Sauka, Vicepresidente de la Comisión Organizadora del VI CAMAyA e investigador del CONICET en el Instituto de Agrobiotecnología y Biología Molecular (G.V. IMYZA al IABIMO, CONICET-INTA), afirma: “Si uno tiene en cuenta que el lema de nuestro congreso hace referencia al camino que va desde el ambiente a la aplicación, al mirar el programa se confirma que en este evento están reflejadas todas las fases de ese recorrido: desde el aislamiento de un microorganismo del ambiente hasta llegar a la formación de una empresa de base tecnológica”.
De la investigación a la creación de empresas de base tecnológica
El viernes 26 por la mañana tuvo lugar la mesa redonda “Oportunidades de la microbiología agrícola y ambiental para la creación de empresas de base tecnológica. Impacto de las aceleradoras”, en la que representantes de diferentes empresas de base tecnológicas (EBT), vinculadas a científicos del CONICET, expusieron los avances en sus respectivos proyectos. De la mesa, moderada por la Dra. García de Salamone, también participaron Matías Peire, de la incubadora GRIDX; Agustín Bramanti, de la aceleradora SF500; y el investigador del CONICET Dr. Hugo Menzella, director del Instituto de Procesos Biotecnológicos y Químicos de Rosario (IPROBYQ, CONICET-UNR), un instituto de investigación desde el que se busca impulsar la creación de empresas de base tecnológica.
En representación de las EBT, expusieron, por Taxon Bioinformatics Solution, el Dr. Martín Espariz, investigador del CONICET en la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la Universidad Nacional de Rosario; por Qumir Nano, la Dra. Cintia Romero, investigadora del Consejo en la Planta Piloto de Procesos Industriales Microbiológicos (PROIMI, CONICET); por M4Life, el Dr. Conrado Adler, científico del CONICET en el Instituto Superior de Investigaciones Biológicas (INSIBIO, CONICET-UNT); mientras que por UNABAIO y Puna Bio, hablaron respectivamente las ex investigadoras del Consejo las Dras. Claudia Casalongue y María Eugenia Farías.
“La mesa es un ejemplo de cómo la microbiología agrícola y ambiental se puede conectar con la producción de empresas de base tecnológica, y un bosquejo de todo el camino que hay que recorrer. En este sentido, me parece que es importante mostrarles a los investigadores y a los becarios que hay caminos para que el conocimiento y los recursos que generan se puedan aplicar. Es importante destacar, que este tipo de vinculaciones son importantes no sólo para CONICET, sino también para las universidades, los institutos de investigación y otros organismos, como el INTA”, afirmó la Dra. García de Salamone.
Las exposiciones y el debate giraron en torno al desafío de transformar el conocimiento científico en soluciones, productos y herramientas concretas para el agro, destacando el rol de los consorcios microbianos y los bioinsumos como alternativas sostenibles para mejorar la fertilidad de los suelos y potenciar la producción de forma sustentable.
La Secretaria General del VI CAMAyA, la Dra. Luciana Di Salvo, investigadora del CONICET y docente de la cátedra de Microbiología Agrícola de la FAUBA, destacó lo importante que resulta que los distintos actores que integran el medio productivo agrícola y ambiental se articulen en pos de un objetivo común. En este sentido, destacó el amplio respaldo que recibió el VI CAMAyA, tanto de instituciones y organismos académicos, como del sector privado: “Este congreso contó con el auspicio y la participación de cerca de treinta instituciones y tuvo el apoyo de dieciséis patrocinadores, lo que demuestra el interés de los diferentes actores, tanto de las empresas como del ámbito académico, que hay actualmente sobre esta área de conocimiento”.