LA CIENCIA Y EL MAR
El Buque Puerto Deseado abrió sus puertas con el fin de promover vocaciones científicas
Más de 700 alumnos secundarios marplatenses visitaron el barco del CONICET y lo recorrieron junto a los investigadores, becarios y tripulación.
Organizado por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), en conjunto con el programa “Mi Pueblo” de la Secretaría de Asuntos Municipales del Ministerio de Interior, el evento tuvo lugar entre los días 13 y 15 de mayo en el puerto de la ciudad de Mar del Plata. A bordo del Buque Oceanográfico Puerto Deseado (BOPD), las actividades de divulgación científica estuvieron dirigidas a alumnos de escuelas secundarias de esa ciudad, que disfrutaron de la experiencia junto a sus profesores.
La jornada incluyó diferentes espacios y actividades. En un primer momento los chicos recorrieron distintos sectores del navío, como el puente de comando, en donde personal de la tripulación les explicó cómo se maneja una embarcación y cómo funcionan los principales comandos.
Uno de los miembros del Servicio de Hidrografía Naval que charló con los alumnos, el jefe de Cubierta del BOPD, teniente de navío Tomás Campos, destacó el interés y entusiasmo de los alumnos y esta posibilidad de compartir conocimientos con ellos.
Luego, a través de una charla con un investigador del CONICET, los chicos pudieron conocer sobre las campañas que realiza el Puerto Deseado, qué tareas se realizan en ellas, qué hacen los investigadores y cómo trabaja una unidad científica a bordo del buque. Ezequiel Mabragaña, investigador del Consejo que dio varias de estas charlas y compartió con los alumnos muchas de sus experiencias y anécdotas durante las campañas, destacó “este tipo de actividades de divulgación científica como muy positiva”.
“Nosotros como investigadores podemos mostrar nuestro trabajo y darnos a conocer a la comunidad y desde el lado de los que lo reciben pueden conocer y vivenciar la actividad real de un investigador en el mar, y no verlo como algo lejano, abstracto”, explicó Mabragaña. Y agregó que “es interesante que la actividad esté dirigida tanto a alumnos como a profesores, porque estos pueden continuar retransmitiendo estos conocimientos y así fomentar estas vocaciones científicas”.
Finalmente, en los laboratorios del BOPD, junto a becarios del Consejo y con la colaboración de la Dirección Nacional de Antártico (DNA), los alumnos tuvieron acceso a material biológico extraído en las campañas, como diversidad de peces, ventos e invertebrados.
Luego de la visita, Ana Maria Carre, profesora de la escuela N° 24 de Mar del Plata, sostuvo que fue muy positiva “la experiencia y los conocimientos que se han impartido durante la misma”. La profesora de biología, que había leído mucho sobre el BOPD pero nunca lo había visitado, destacó que “la interacción con los alumnos es interesante porque puede despertar la curiosidad en ellos y así futuras vocaciones, es un incentivo cultural muy importante”.
Por su parte, la profesora Carolina Ormilugue, concluyó que es realmente valioso que los chicos “vean otras posibilidades de estudio y desarrollo para su vida, por ejemplo estudiar una carrera en ciencias como biología marítima”. Y concluyó que “gracias a este tipo de experiencias, además de ver el trabajo y actividad de campo de un investigador, pueden conocer opciones y despertar vocaciones científicas”.
A lo largo del año, el buque seguirá abriendo sus puertas y realizando charlas y actividades para toda la familia, especialmente los más chicos. Este tipo de actividades de divulgación científica, sumadas al compromiso social y transferencia de conocimientos, constituyen ejes primordiales de la política actual del CONICET.