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Distinguen a un científico del CONICET por sus aportes en el área de cereales

El Dr. Alberto León, también docente de la Universidad Nacional de Córdoba, es el primer argentino galardonado con el Harald Perten Prize, que se entrega desde 1990.


El investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y docente dela Universidad Nacionalde Córdoba (UNC), Alberto León, fue distinguido con el prestigioso galardón Harald Perten Prize por sus aportes científicos en el área de la ciencia y tecnología de los cereales. Es la primera vez que un investigador argentino recibe este premio, que se entrega desde 1990.

León cuenta con una vasta trayectoria en el área de los cereales: sus aportes científicos van desde la investigación en productos libres de gluten hasta el proceso de las masas congeladas.

El científico estudió Bioquímica porque le interesaba trabajar en un equipo de salud. “Mi vocación era más parecida a la que lleva a estudiar medicina, pero creía -con razón- que no iba a ser capaz de enfrentarme a una persona accidentada o de llevar adelante una cirugía”, cuenta el científico distinguido. En ese sentido, León no se considera “el típico caso del niño curioso que quiere descubrir los secretos del universo cuando se es mayor”. Su vocación, en realidad, se despertó una vez trabajando en el laboratorio y proponiéndose desafíos para aportar a la solución de problemas sociales. “Con el tiempo, y unos escasos estudios enla Facultadde Filosofía dela UNC–admite-, aprendí la importancia de las sólidas bases conceptuales y de la magnitud de las preguntas que uno se plantea”.

La manera en la que llegó al área de cereales también fue fortuita. Comenzó colaborando, en su rol como docente de la materia Química Biológica dela Facultadde Ciencias Agropecuarias, en un proyecto de investigación con una empresa láctea para evaluar las propiedades nutricionales del lactosuero. Luego, con tres compañeros más de ese proyecto, acordaron colaborar con el plan de mejoramiento de Triticale, un híbrido entre trigo y centeno. El plan se proponía seleccionar los cultivares que se adaptaban a la región y producían un mejor rendimiento como forraje. “Nosotros le propusimos a la facultad, que en ese entonces tenía una incipiente experiencia en el área de investigación, empezar a evaluar la composición química y las posibilidades del grano para elaborar productos de panificación. El grupo fue dispersándose y yo continué con el tema sin poder dar un salto más allá de hacer todos los años los ensayos de evaluación, hasta que conocí ala Dra. MaríaCristina Añon deLa Plata, que me aceptó como tesista, lo que me permitió iniciar realmente mi carrera de investigador en el área de cereales”.

Desde que se enteró de que había ganado el premio Harald Perten Prize –recibió la comunicación pocos días antes del Congreso Latinoamericano de Ciencia y Tecnología de los Cereales, que se realizó días atrás en Curitiba-, León no para de recibir felicitaciones de familiares, amigos y colegas. “Son días de mucha alegría”. El científico destaca, además, que el premio es un logro e equipo: “La distinción pertenece al Laboratorio de Cereales del ICYTAC (CONICET-UNC), que conducimos con los Dres. Pablo Ribotta y Gabriela Pérez, que es donde se expresa el trabajo que comenzamos hace casi 30 años”. Haciendo una mirada más integral, León valora y atribuye la distinción, además “a la educación pública de los `60, que me permitió llegar ala Universidaddesde una escuela pública de la periferia de Villa María, el sistema universitario público argentino y la política científica de los últimos años en nuestro país, que nos convenció de volver y nos hizo felices por quedarnos”.

La historia del premio

La presentación del premio, que se entregó durante el 3º ICC Congreso Latinoamericano de Ciencia y Tecnología de los Cereales, estuvo a cargo del coordinador del Comité Científico Internacional (CCI), Jan Willem van der Kamp, y la decisión del jurado fue fundamentada por Meinolf G. Lindhauer. En su presentación, Lindhauer destacó, entre otras cosas, que Alberto León no solamente había sido autor de una notable producción científica, reflejada en conferencias, libros y participación en congresos, sino que también sobresalió por la coordinación del Comité Científico del Congreso Internacional de Ciencia y Tecnología de los Alimentos con cinco exitosas ediciones.

La historia de cómo surgió el premio es curiosa: Harald Perten nació en 1913 en Tallin, capital de Estonia, donde sus padres tenían una panadería, así que durante su infancia y juventud aprendió todo acerca de las dificultades de la elaboración del pan.

Se graduó de la universidad y trabajó en laboratorios vinculados a la investigación de los alimentos. En 1967 comenzó su labor como consultor parala FAOen Sudán. A raíz de su historia, el premio Harald Perten se instituyó como un reconocimiento por los logros en la investigación, la enseñanza y la transmisión de conocimientos que sirven en las ciencias de cereales y tecnología.