CIENCIA CON VOZ PROPIA

Dinosaurios gigantes de la Argentina

Nuestro país vuelve a ser noticia por otro descubrimiento espectacular que aporta nuevos datos acerca de la historia de los dinosaurios en el hemisferio sur.


Por Fernando Novas*

En 1999 y comienzos de la década del 2000, dirigí varias exploraciones a los afloramientos cretácicos que rodean a los lagos glaciares Viedma y Argentino, en el extremo sudoeste de la provincia de Santa Cruz.

Allí afloran rocas que fueron acumuladas por la acción de ríos y lagos hace unos 90 millones de años atrás y corresponden al Período Cretácico, que representa el último capítulo en que se divide la “Era de los Dinosaurios”.

En esa región del sur argentino descubrí, junto a mi equipo de colaboradores, los huesos de diversos dinosaurios: el Talenkauen santacrucensis, herbívoro del tamaño de un caballo, el Orkoraptor burkei, un temible depredador primo del Megaraptor, y al gigantesco Puertasaurus reuili, descomunal herbívoro pariente del Argentinosaurus y casi tan grande como este.

Los restos fósiles de estos animales, que poseen una tonalidad negruzca, asoman de los estratos rocosos contrastando con el color gris claro de las rocas, lo que permite visualizarlos con cierta facilidad, incluso a varios metros de distancia.

Algunos de estos fósiles aparecen cerca de grandes troncos petrificados de probables araucarias, lo que indica que la región no solamente estuvo poblada por una variada fauna de dinosaurios sino también por una masa boscosa de árboles de gran porte.

La riqueza fosilífera de la región, que tuvimos la oportunidad de darla a conocer en diversos trabajos científicos, llamó la atención del paleontólogo norteamericano Kenneth Lacovara, de la Universidad de Drexer, Filadelphia, quien nos manifestó su interés en realizar exploraciones en la zona. Así fue como nos asociamos con Kenneth para conducir un estudio científico de los materiales que él descubrió con sus estudiantes en el Cerro Fortaleza, el cual se eleva muy cerca del río La Leona.

Los paleontólogos argentinos que participaron de la investigación fueron Rubén Martínez, especialista en dinosaurios patagónicos y que trabaja en la Universidad San Juan Bosco en Comodoro Rivadavia; y Lucio Ibiricu, investigador asistente del CONICET en el Centro Nacional Patagónico (CENPAT-CONICET) de Puerto Madryn.

El hallazgo del doctor Lacovara consistió en dos esqueletos parcialmente completos, que después de realizar su preparación técnica, estudio descriptivo y comparación con otros dinosaurios conocidos, llevó a reconocer que se trataba de una nueva especie que bautizamos con el nombre de Dreadnoghthus, que significa “el que nada teme”, en referencia a su gran tamaño corporal.

El Dreadnoghthus era un dinosaurio herbívoro del linaje de los titanosaurios, los cuales se caracterizaron por su cuello y cola muy largos, una cabeza pequeña provista de numerosos dientes adaptados para arrancar vegetales, y cuatro patas robustas y columnares que sostenían su pesado cuerpo.

Los hallazgos de súper-dinosaurios en territorio argentino se han venido repitiendo en los últimos años gracias a exploraciones realizadas en diversos yacimientos: el paleontólogo Jorge Calvo, de la Universidad del Comahue y director del proyecto Dino, dio a conocer al enorme Futalognkosaurus, descubierto en la provincia de Neuquén. El doctor Bernardo González-Riga, del CONICET, hizo formidables descubrimientos de varios esqueletos de grandes titanosaurios en el sur de Mendoza, y unos meses atrás el paleontólogo Diego Pol, investigador del Consejo en el Museo Egidio Feruglio (Trelew) nos sorprendió con el hallazgo de un “cementerio” de súper-dinosaurios, aún más grandes que cualquiera de los ya conocidos.

El Dreadnoghthus de Santa Cruz no era tan descomunal como el Argentinosaurus o el titanosaurio que descubrieron los paleontólogos de Trelew, pero la importancia del Dreadnoghthus radica en su grado de preservación, ya que se trata del dinosaurio gigante mejor documentado publicado hasta ahora.

Todos estos descubrimientos llevan a la conclusión de que en el transcurso del Período Cretácico gran parte del territorio argentino conformó el “hogar” de herbívoros descomunales. Estos gigantes no fueron la excepción sino la regla, siendo no solo muy variados en diversidad de especies, sino numéricamente muy abundantes a lo largo de millones de años.

Esto genera varios interrogantes: ¿cuáles fueron las condiciones ambientales o ecológicas que habrían contribuido a que estos animales crecieran tanto? ¿Cuáles fueron las estrategias de crecimiento de estos súper-dinosaurios para que alcanzaran semejantes tamaños? ¿Por qué es en la Argentina, y en especial la Patagonia, los lugares del planeta Tierra en donde se descubren de manera reiterada los restos de estas enormes criaturas?

Esperemos que las investigaciones en curso permitan develar por lo menos alguno de estos interrogantes, y que de este modo logremos comprender mejor los caminos evolutivos que siguieron los dinosaurios de nuestro continente.

* Fernando E. Novas es paleontólogo especializado en dinosaurios carnívoros, jefe del Laboratorio de Anatomía Comparada del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” e investigador principal del CONICET.