TECNOLOGÍA CONICET-UBA
Desarrollan una manta para proteger el suelo de los derrames que se producen en los yacimientos petrolíferos durante la extracción de crudo
Producto de una articulación público privada, el Consejo y la Universidad de Buenos Aires firmaron un acuerdo con la empresa Emerald para que produzca una manta con características únicas: está fabricada con biopolímeros, es reutilizable e impide la propagación de las llamas en caso de incendio. También incide en el ahorro de costos de transporte, acopio y disposición final. El desarrollo fue realizado por un grupo de investigación liderado por la física del Consejo Silvia Goyanes.
El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) representado por su presidente Daniel Salamone y la Universidad de Buenos Aires (UBA) representada por el decano de Exactas UBA Guillermo Durán -en representación del rector Ricardo Gelpi- firmaron un convenio con la empresa Emerald a través de uno de sus dueños y socio gerente Juan Gozio para la producción de mantas oleofílicas e hidrofóbica con alta capacidad absorbente que se utilizan para la recuperación y la remoción de hidrocarburos en derrames acuosos. La tecnología fue desarrollada por la investigadora del CONICET Silvia Goyanes y un equipo constituido por Federico Trupp y Matías Barella, ambos especialistas de la UBA. El producto, que se dio en llamar, BIOmanta ya está en proceso de fabricación y pronto podrá reemplazar a las mantas tradicionales en los campos de extracción de hidrocarburos.
BIOmanta está fabricada con materias primas naturales, es reutilizable e impide la propagación de las llamas en caso de incendio. Fue patentada por el CONICET, la UBA y Emerald y está certificada por los organismos de control correspondientes. Dicho producto se realizó completamente en el Laboratorio de Polímeros y Materiales Compuestos del Departamento de Física de la UBA.
Durante la firma del convenio, Salamone felicitó al grupo de investigación por el desarrollo y a la empresa por acercarse a la ciencia y tomar riesgos. “La articulación del CONICET con la Universidad y la empresa muestra lo virtuosa que puede ser la articulación público privada, en este caso para solucionar una demanda de la industria petrolera y la vinculación tecnológica es fundamental para avanzar en este sentido”.
Por su parte, uno de los dueños de Emerald Juan Gozio, expresó: “Para Emerald que es una Pyme tener la posibilidad de acceder al conocimiento que tienen el CONICET y la UBA es de suma importancia para desarrollar proyectos innovadores en el mercado de petróleo y gas que es donde nosotros actuamos y se ha dado esta interacción con estas dos entidades de una forma sumamente fluida para poder llegar a concretar este proyecto de biomanta”.
A su turno, el gerente Upstream de Emerald Alejandro Iglesias, sostuvo: “Desde Emerald identificamos una oportunidad de mejorar el sistema de mantas usado ya desde hace más de 10 años en la provincia de Neuquén para proteger los impactos de los carburos en el suelo, el producto existente tiene complicaciones para su uso, por ejemplo no tiene muy buen comportamiento ante el fuego que en caso de una inicio de llama se autoestima muy fácil y en cambio lo existente, no ocurre lo mismo y otra gran cambio es que los existentes no son muy cómodos para transitar tiene una estructura de valles y crestas que pueden generar tropiezos incidentes en cambio en el producto desarrollado con la parte científica es un material homogéneo y la absorción es pareja en toda la superficie”.
También participaron de la firma, por el CONICET el vicepresidente de Asuntos Tecnológicos Alberto Baruj, el gerente de Vinculación Tecnológica Tomás Mazzieri y la coordinadora de Ingenierías, Ambiente y Energía Romina Cuello. Además, uno de los dueños y socio gerente de Emerald Marcelo Sampataro y el secretario de Ciencia y Técnica de la UBA Sebastián Civallero.
Sobre el desarrollo
En palabras de la investigadora del CONICET Silvia Goyanes, “BIOmanta es una estructura no tejida con una porosidad adecuada esto es un continuo sin desperdicio sin problemas para el medio ambiente, y además un polímero que es biobasado, o sea, tiene su origen natural. Nosotros venimos desarrollando nanoestructuras hace más de 10 años y a entender las ventajas de la estructura porosa, la conectividad de los poros y cómo mejoraba un tipo de no tejido respecto de otro en procesos de absorción. Está certificado por el INTI y por la Universidad Nacional de La Plata”.
Por su parte, Federico Trupp, parte del equipo de Goyanes en el Laboratorio de Polímeros y Materiales Compuestos, explica cómo se usa BIOmanta y algunos de sus beneficios: “Básicamente se pone la manta a lo largo de todo el suelo todo el sitio de extracción y todo lo que salga de las máquinas y se pierda es absorbido por estas mantas y evita que se contamine el suelo por todos los desechos los hidrocarburos. Luego esa manta se retira y se lleva a disposición final que se hace a través de la incineración las partes que no han sido usadas. Las ventajas que tiene nuestra manta es que es liviana y por lo tanto, menos material para incinerar y, segundo, no libera gases tóxicos a diferencia de los materiales de relleno, los materiales particulados estos que se usan en las mantas comerciales, y por otro lado deja menos residuos”.
Si bien la industria del petróleo en la Argentina cuenta con proveedores establecidos de mantas oleofílicas, existe la necesidad de optimizar la relación eficiencia/costo con el fin de minimizar el impacto ambiental de la industria de forma económica. En este sentido, uno de los parámetros cruciales que caracteriza a las mantas es su capacidad de absorción de hidrocarburos en relación a su peso. La misma es de suma importancia porque incide directamente en los costos de transporte, acopio y disposición final. Todos estos procesos escalan con el peso del absorbente.