CIENCIAS EXACTAS Y NATURALES

¿Cómo prevenir inundaciones con imágenes satelitales y modelos geográficos?

En estudios realizados en Corrientes, investigadores del CONICET determinaron las zonas de riesgo de desbordes y anegamientos. En el relevamiento detectaron barrios construidos dentro del valle de un río.


Crecen, se conectan, se achican, desaparecen. Como todos los elementos de la naturaleza, los ríos y lagunas experimentan diversos cambios a lo largo del tiempo y conocerlos es fundamental para adaptarse a ellos y evitar que se conviertan en amenazas.

Avanzar en el estudio de las variaciones de los cursos de agua es el objetivo de una serie de trabajos realizados en Corrientes desde el Centro de Ecología Aplicada del Litoral (CECOAL, CONICET – UNNE), que utilizan una metodología que combina el uso de imágenes satelitales con modelos de elevación geográfica. Las investigaciones permitieron determinar cuáles son las áreas de riesgo de inundación en distintas ciudades.

Mediante estos estudios se logró identificar cómo, debido a la falta de una planificación urbana que tenga en cuenta el comportamiento de los ríos y lagunas, las inundaciones y los anegamientos se repiten periódicamente en distintos puntos de la provincia. En todos los casos analizados, se verificó que los cascos urbanos crecieron hacia áreas naturalmente deprimidas y en una de las ciudades se detectó que hay barrios enteros que fueron construidos dentro del valle del río.

“El objetivo de nuestro trabajo es determinar las áreas de riesgo de inundación y lo hacemos a través del uso de modelos digitales de elevación, combinando dos tipos de imágenes satelitales. Las primeras son fotografías aéreas, como las de Google Maps y otras que se toman mediante radares, con las que se puede calcular la altura de un terreno”, explica el becario postdoctoral de CONICET – UNNE en el CECOAL, Félix Ignacio Contreras. Este método permite determinar la altura del terreno en cada lugar y conocer el contexto ambiental en el que se inserta una determinada localidad.

San Luis del Palmar, San Roque y Santa Lucía fueron las localidades analizadas por los investigadores en distintos trabajos, que fueron expuestos en congresos y publicados en revistas científicas. Las herramientas digitales permitieron determinar cuáles son las manzanas que están bajo riesgo.

“El caso de San Luis del Palmar fue el más llamativo, porque nos permitió verificar que la ciudad creció hacia adentro el valle aluvial del río. Hay más de 50 manzanas dentro del arroyo Riachuelo. Esto genera que existan áreas urbanas propensas a inundarse cuando hay lluvias muy abundantes en cortos períodos de tiempo”, destaca el autor de los trabajos.

La causa por la cual se terminan construyendo casas en zonas que naturalmente pertenecen a los ríos, explica Contreras, se debe a que el clima de la región presenta períodos secos y húmedos, que se alternan cada dos años, aproximadamente. En consecuencia, los terrenos que permanecen sin agua en años de sequía son ocupados y comercializados.

“Todas esas características configuran una situación que permite una especulación para negocios inmobiliarios. Hay compradores desprevenidos que adquieren terrenos a muy buen precio sin saber que se trata de zonas inundables y anegables”, indica Contreras. La problemática, asegura, se verificó en todas las localidades analizadas y adelantó que, de acuerdo a los resultados de los estudios, las ciudades van a seguir siendo afectadas por inundaciones en los próximos años, a menos de que se realicen obras de contención que reduzcan al mínimo la exposición de la población.

Los sistemas de información geográfica son una gran herramienta para la planificación urbana, de uso extendido en distintos países del mundo. “Es un método sencillo, que usa de insumo información que está disponible de manera gratuita, como las imágenes satelitales y que se puede ejecutar con software libre, con pasos muy simples. Nuestro objetivo es que contribuya al ordenamiento territorial de la región y que sea incorporado para la gestión y planificación urbana”, señala.

El próximo paso para completar el sistema, es sumar datos climáticos que permitan emitir alertas tempranas de inundaciones. Para ello, a través de una beca postdoctoral, Contreras está trabajando bajo la dirección de Cintia Piccolo y Gerardo Perillo, ambos investigadores superiores del CONICET en el Instituto Argentino de Oceanografía (IADO, CONICET-UNS) de Bahía Blanca, con el objeto estudiar cómo las lagunas de distintas regiones de Argentina responden la variabilidad climática.

“Más allá de esta herramienta técnica, sería muy interesante que podamos realizar este tipo de investigaciones de manera integral, desde diferentes enfoques y abarcar así la mayor cantidad de aspectos que tengan que ver con las inundaciones. Esta problemática que afecta sistemáticamente a la región del Nordeste e involucra ámbitos muy diversos, que pueden ser abordados desde la ciencia para aportar soluciones”, finaliza el becario.

Por Cecilia Fernández Castañon. CCT Nordeste.

Sobre investigación.
– Ignacio Contreras. Becario postoctoral. CECOAL, CONICET–UNNE.
– Mariana Odriozola. Becaria doctoral. IIB-INTECH, CONICET–UNSAM.